Contestan residentes del Barrio de Santa Ana

La Jornada Maya
Foto: Raul Angulo

Miércoles 29 de marzo, 2017


[b]SIC[/b].


Estimado Director de la[i] Jornada Maya[/i]:

Los residentes que habitamos en los barrios del centro y que hemos leído el artículo titulado "Mérida una ciudad viva", con el ofensivo subtítulo "Pide silencio la otra élite blanca", firmado por Ricardo Tatto ([i]La Jornada Maya[/i], Lunes, 27 de Marzo de 2017), estamos asombrados por la similitud en términos y en concepto que tienen con la retórica de Donald Trump, criticados por el mundo entero. ¿No es ese discurso excluyente de que Estados Unidos es para los estadounidenses, el mismo que resume en todos los párrafos el polémico artículo? Veamos, términos como estos: "pequeña comunidad de expatriados", "los ya famosos expats", "la otra élite blanca"... evidencian una actitud despectiva hacia un sector poblacional.

En el mencionado artículo defiende al Centro Histórico de la Ciudad como espacio único para un conjunto de personas - los jóvenes que la visitan eventualmente - sin tener en cuenta las personas que sí viven aquí de forma permanente. Además, el énfasis en los extranjeros como personas de la tercera edad, es decir "los viejitos que vienen a morir a Mérida ", sin mencionar a las familias en sentido amplio que han venido a vivir al centro, es una postura abiertamente excluyente que estimula la violencia en cualquiera de sus rangos contra estos núcleos asentados aquí, y que señala una visión completamente subjetiva y prejuiciosa sin un real conocimiento de la problemática.

Se habla que estos ciudadanos, los "viejitos expats" son los causantes del cierre de ciertos sitios nocturnos. Esto es injusto por cuanto lo que se ha pedido en todo momento - sin hacer mención exclusiva del nombre de esos establecimientos- y no es que se excluya esa otra dinámica juvenil que requiere cualquier territorio humano. Lo que se ha pedido es normatividad ante cualquier arbitrariedad de los sitios donde se realizan actividades nocturnas y que atentan contra las normas de convivencia de las personas que sí habitan día y noche aquí. Estas normatividades de convivencia existen en todas la ciudades del mundo y Mérida debe contar con ellas, de no ser así, debe empezar a construirlas.

El Centro de Mérida no es exclusiva para una "élite blanca" o unos "expatriados jubilados (…) que sólo vienen a Mérida a morir en climas y tipos de cambio benéficos para sus intereses(…)" sino para todos los ciudadanos de otros países, de otras regiones de México y los meridanos que aman vivir en esta zona. La Ciudad es para todos y nosotros no estamos excluyendo a nadie, pero sí hay otras personas que lo intentan contra nosotros, los que hemos decidido restaurar casas viejas y con nuestro esfuerzo recuperar zonas deterioradas o abandonadas para revitalizarlas.

Nadie quiere imponer una voluntad de quién se lleva los méritos de revitalizar y dinamizar el centro, simplemente estamos defendiendo una tranquilidad y calidad de vida que básicamente consiste en un respeto al ambiente sonoro. Si algunos sitios nocturnos han sido cerrados temporalmente se debe a decisiones de las autoridades municipales y no de la población que habita en el Centro que, además, no posee esos poderes administrativos.

No debe tergiversarse la crítica hacia el comportamiento de ciertos sitios con su cierre temporal o definitivo. Nosotros no atentamos contra esos sitios nocturnos como centros de trabajo sino como fuente de desorden cuando no cumplen con las normas de convivencia social. Queremos que quede claro que no es una guerra que excluye a esos sitios, es todo lo contrario, estamos abogando por un entendimiento y un diálogo para encontrar soluciones donde todas las partes afectadas –entiéndase residentes y centros nocturnos- salgan beneficiadas. Pero ese entendimiento se tiene y debe de alcanzar a través de leyes y normativas mediadas a través de las autoridades municipales.

Artículos de tal libelo en un diario serio, democrático y de gran prestigio a nivel nacional, lo mancha de excluyente y xenófobo, es una falta de respeto a las personas de la tercera edad y, además, intenta defender no al conjunto de centros nocturnos, sino a uno sólo de ellos, y esto sí es elitismo.

Un discurso como el que resume el artículo publicado en un periódico a la altura de la [i]Jornada Maya[/i] es inadmisible para cualquier diario en el mundo que debe incentivar el diálogo y evitar las confrontaciones. El periodismo contemporáneo investiga, no es una suma de objetividades, las palabras construyen e incentivan desorden y violencia cuando no se emplean y publican responsablemente.

Atentamente,

Residentes del Barrio de Santa Ana