Apuntes para una historia de la Zona Libre

Juan A Xacur M
Foto: Cuartoscuro
La Jornada Maya

Miércoles 05 de abril, 2017


La Zona Libre formalmente aparece en México por primera vez en 1858, como consecuencia de las condiciones económico-políticas prevalecientes a mediados del siglo pasado. Fue establecida por el entonces gobernador de Tamaulipas, Ramón Guerra, el 17 de marzo de 1858. Sin embargo, en la región que hoy corresponde a Quintana Roo podemos encontrar en la época de la Colonia un precedente de lo que ahora se conoce como exención de impuestos: en una carta fechada el 15 de octubre de 1550, que fray Luis de Villalpando dirige al rey de España, Felipe II, menciona lo cruento de la Conquista en las provincias de Cochuah y Chactemal, en esta última hace referencia a los abusos cometidos por Gaspar Pacheco, así como por su hijo y su sobrino. Señala que “eran las mejores y de más gente que había en este Yucatán” y que para esas fechas estaba prácticamente deshabitada. En estas dos provincias, apunta en la misiva, (esta petición bien puede considerarse un antecedente de las prerrogativas que siglos después se otorgaron bajo el concepto de zona libre, solicitadas para esta región por las mismas razones que exponía fray Luis Villalpando, esto es, mejorar las condiciones de los habitantes y procurar el poblamiento de la zona.

Aproximadamente en 1898, cuando Payo Obispo ya había sido fundado, los contratistas dedicados a la extracción de madera reclutaban personal en Honduras Británica (hoy Belice), pero ello les obligaba a respetar las leyes laborales inglesas, que entre otras cosas exigían a los contratistas proporcionar una dieta diaria que incluía carne de puerco salada, harina, azúcar, arroz y café; pero esto implicaba el pago de derechos de importación por estos productos, toda vez que en la zona no había una tienda de víveres que permitiera el abasto con productos nacionales. El pago de impuestos por comestibles así como por implementos de trabajo afectaba a los contratistas que además debían pagar impuestos por la exportación de la madera. Los concesionarios se quejaron por los derechos de importación a los víveres y anticiparon que de continuar esas condiciones la actividad extractiva se haría incosteable. Esta situación preocupó al gobierno que buscaba el poblamiento de la zona, toda vez que el corte de madera era una alternativa económica fundamental para atraer, como de hecho sucedió, habitantes. Para solucionar el problema, el gobierno federal emitió un decreto el 30 de mayo de 1901, en el que la Secretaría de Hacienda exentaba de impuestos a comerciantes y ciudadanos de la frontera de Payo Obispo, por la importación de artículos extranjeros; la única condición era que éstos se consumieran solamente en la frontera.

Esta concesión arancelaria permitió al sur de Quintana Roo establecer una activo comercio con el norte de Belice; poblados como Sarteneja, Corozal y Consejo en la colonia británica, fueron en las primeras décadas del siglo xx, los proveedores de las comunidades del sur del Territorio, lo que no sólo permitió el desarrollo de éstas, sino que se formaron importantes vínculos, que rebasaron el ámbito comercial, entre los habitantes de uno y otro lado de la frontera. Los lazos de parentesco se estrecharon y familias cuyo tronco se encontraba en Belice se extendieron en la región quintanarroense.

El 5 de junio de 1911 se emitió un decreto que ampliaba el plazo de libre importación de mercancías hasta el 30 de junio de 1912. Dos años antes, se habían publicado los primeros datos demográficos oficiales del Territorio, para entonces se contabilizaron 9 109 habitantes, que representaban una densidad poblacional de 0.18 habitantes por km2, lo que hacía de Quintana Roo la región más despoblada del país.

En el periodo en que Quintana Roo fue anexado a los estados de Yucatán y Campeche. El 9 de mayo de 1934 el presidente Abelardo L. Rodríguez emitió un decreto mediante el cual se declaraban abiertos al tráfico, los perímetros libres de Payo Obispo (entonces perteneciente a Campeche) y Cozumel (entonces parte de Yucatán). Cuatro años después, ya reintegrado el Territorio federal de Quintana Roo, un decreto con fecha 30 de diciembre de 1938, declaró perímetros libres Xcalak e Isla Mujeres; con esta medida el Territorio contó con cuatro perímetros libres: Chetumal (la ciudad de Payo Obispo cambió su nombre por el de Chetumal en 1936), Cozumel, Xcalak e Isla.

El 30 de junio de 1972 se le otorgó a la entidad la categoría de zona libre para los próximos ocho años.

A partir de 1986, con la entrada de México al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés) se modificó la legislación en nuestro país para que pudieran importarse temporalmente materias primas susceptibles de ser transformadas en un producto de exportación con o sin la intervención de materias primas nacionales, así como para introducir productos extranjeros a fin de repararlos o añadirles algo, este es el caso de las maquiladoras. Anteriormente éstas sólo podían establecerse en franjas fronterizas, como resultado del GATT se permitió su establecimiento en el resto del país.

Quintana Roo, aun contando con el régimen de zona libre, siguió teniendo diversas prerrogativas por ser franja fronteriza, entre ellas una tasa del IVA del 10 por ciento y no del 15 por ciento como en el resto del país. Esta ventaja no sólo se aplica en Chetumal, sino que a petición de comerciantes y prestadores de servicios turísticos tiene vigencia en todo el estado.

No obstante el GATT, el decreto del 30 de junio de 1972, que otorgó la categoría de zona libre para Quintana Roo, fue prorrogado con diversas modalidades hasta 1993; el 24 de diciembre de ese año, se publicó un decreto en el que se estableció para el estado el esquema arancelario de transición al régimen comercial general del país para el comercio, restaurantes y hoteles y ciertos servicios ubicados en la región fronteriza que es el estado de Quintana Roo, el cual tendría vigencia hasta el 31 de diciembre de año 1998.

Con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá, mismo que entró en vigor el 1 de enero de 1994, se permitió la introducción al país de diversos artículos; la lista de los artículos permitidos, se amplía año con año según calendario establecido entre los tres países firmantes, ello con el objeto de que el empresario mexicano tenga un plazo definido para mejorar sus controles de calidad, de tal manera que sus productos sean competitivos con los producidos del extranjero. En este tratado, México no incluyó a sus zonas libres en tanto que los Estados Unidos y Canadá sí lo hicieron. Por ello, pese a las ventajas que significó la firma del TLC para comerciantes y empresarios de otros puntos del país, su entrada en vigor perjudicó en importante medida la economía de Quintana Roo, particularmente de Chetumal, cuyo sustento era precisamente la venta de productos de importación permitida, antes, sólo en las zonas libres. Una vez que en cualquier parte del país se pudieron adquirir productos de importación, la economía de Chetumal y de otros puntos del estado se colapsó.

La figura jurídica actual que en materia arancelaria rige a Quintana Roo es la llamada Región Fronteriza, que fue decretada el 31 de diciembre de 1998 y tiene vigencia hasta el año 2002. Entre sus beneficios se encuentran una tasa impositiva del 0 y 5 por ciento en productos de importación provenientes de los países firmantes del TLC, siempre y cuando se utilicen para el consumo en la zona; esta tasa impositiva es superior en otras partes del país. La importación de productos provenientes de otros países del mundo, son gravados con 5 por ciento de impuestos. En cualquier caso existe una lista limitada de productos (o fracciones arancelarias) permitidos: 2596 del TLC y 2580 de otros países.

Canceladas, por el rumbo que tomó el país en materia de importaciones, la mayor parte de las ventajas que tenía Quintana Roo y en particular Chetumal por el régimen de zona libre, nuevos derroteros económicos tuvieron que explorarse y, a la fecha, se trabaja afanosamente para convertir la zona sur de la entidad en un sitio turístico con oferta para el turismo ecológico, arqueológico y de aventura.”*

Con la entrada en vigor este año 2014 de la homologación del IVA con el resto del país desapareció la última ventaja. Si se observa la economía del estado en su conjunto, no cabe duda que se ve dinámica, fuerte, en crecimiento. Pero, la realidad es que los números de Tulum a Cancún ocultan la realidad de los municipios rurales y el capitalino. Este último que languidece en una economía dependiente de las nóminas de los tres órdenes de gobierno, que es el único dinero fresco que se inyecta. Sigue siendo válida entonces la petición de fray Luis de Villalpando hecha en el siglo XVI: “para conservarse y no acabarse del todo esa poca gente que en ellas quedó viva, tienen necesidad que Vuestra Alteza les conceda la merced que concedía a los indios de la Spañola (sic) (hoy Dominicana) y Habana: esto es, que hasta que se reformen y aumenten algo no se les pida ningún género de tributo y con esto remediasen algo; pero de otra manera en poco tiempo no quedará ninguno vivo”.

[i]Chetumal, Quintana Roo[/i]
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