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Juan A Xacur M
La Jornada Maya

Viernes 05 de mayo, 2017


La ciudad de Chetumal se fundó el 5 de mayo de 1898 con el nombre de Payo Obispo, entonces perteneciente al estado de Yucatán. Se reconoce oficialmente a Othón P. Blanco Núñez de Cáceres como su fundador, aunque intervinieron de manera fundamental en este proceso los descendientes de mexicanos refugiados en la Honduras Británica (hoy Belice), con motivo de la Guerra de Castas, así como habitantes de pequeñas rancherías de la costa mexicana cercanas al límite internacional.

El subteniente de la Armada, arribó el 22 de enero de 1898 a la desembocadura del Río Hondo al mando del pontón Chetumal, con una misión que formaba parte de la estrategia federal para terminar con la Guerra de Castas; la embarcación sin motor hizo las veces de puesto aduanal para establecer el registro fiscal de los productos forestales (caoba, chicle y palo de tinte) que salían de territorio nacional hacia Belice; también tuvo la encomienda de detener el tráfico de armas entre la colonia inglesa y los mayas cruzoob.

Los primeros trabajos de desmonte de la selva, así como el trazo y construcción de la población naciente estuvo a cargo de la tripulación del pontón que abrió las primeras calles: 22 de Enero, Héroes del 2 de abril, 5 de Mayo y la Juárez, que desde su planificación original fueron amplias avenidas con camellones centrales.

Previa invitación, formulada por el teniente Blanco, el 5 de mayo de 1898 familias mexicanas residentes en Punta Consejo, Sarteneja, Corozal y otros puntos del norte de Belice, llegaron al pontón Chetumal. Tras un pequeño convivio, se izó la bandera nacional y se determinó reconocer esa fecha como la fundación formal de Payo Obispo.

Un elemento que facilitó la inmigración fue que los residentes en el norte de Belice ya cultivaban maíz en tierras localizadas en las cercanías del Río Hondo. Simultáneamente se fueron integrando a Payo Obispo las pocas familias que habitaban Juan Luis y Juan Luis Chico(poblados ubicados en los alrededores de la hoy Uqroo), situados un poco al norte de la naciente comunidad, toda vez que esos lugares se encontraban totalmente desprotegidos en el contexto de la guerra que aún no concluía; la presencia de la tropa en Xcalak y de una representación oficial en la desembocadura del Hondo, brindó la confianza necesaria para radicar en la nueva población.

Entre los estímulos ofrecidos a los nuevos pobladores estaba la dotación de solares y de tierra de uso agrícola, así como la exención de algunos impuestos. Poco a poco construyeron casas y establecimientos, todos de madera, al estilo colonial inglés; la primera edificación sirvió de escuela.

En la nueva comunidad las más variadas actividades comenzaron a desarrollarse; sin embargo, la relación con los poblados del norte de Belice continuó siendo estrecha y de allí se traían casi todos los productos necesarios para la vida diaria. Durante los primeros años de Payo Obispo fue común que muchos miembros de las familias de la colonia inglesa permanecieran allá, mientras se construían las casas y la población tomaba forma. Quienes trabajaban en Payo Obispo, usualmente pasaban la noche con sus familias en los poblados beliceños, para volver por la mañana y continuar con sus labores.

En 1902 Porfirio Díaz decretó la creación del Territorio Federal de Quintana Roo en la porción oriental de la península de Yucatán; la entidad quedó dividida en tres distritos: norte, con los municipios de Isla Mujeres, Cozumel y Holbox; centro, con el municipio de Santa Cruz de Bravo, que a la vez era la capital del Territorio; y sur, con los municipios de Payo Obispo, Bacalar, Xcalak e Icaiché; el general José Ma. de la Vega fue el primer jefe político de Quintana Roo.

El crecimiento poblacional cambió rápidamente, al punto de que la comunidad contaba con más de 650 habitantes en 1904; para entonces se había construido ya un muelle de madera que corría desde el principio de la avenida Héroes del 2 de abril, una estación radiotelegráfica en Punta Estrella y las instalaciones de la Flotilla del Sur; el pontón continuaba sus funciones.

Estos primeros años fueron muy penosos. Se carecía de los servicios elementales para la subsistencia de la población: no había agua potable, energía eléctrica, clínicas de salud, se dependía del cultivo de hortalizas, la pesca, la caza y de los productos ingleses de Belice para la alimentación. Era una ciudad nueva donde todo estaba por hacerse y sólo la constancia de sus habitantes fue dándole forma.

La Marina desempeñó un papel fundamental en esta etapa, pues se hizo cargo de los servicios a la población; un ejemplo de las condiciones prevalecientes es el de la dotación de agua potable, en la que los civiles intercambiaban cargas de leña por cubetas de agua, que se obtenía de la desalinización del agua de mar, realizada en las instalaciones de la Flotilla del Sur, que se encontraban en la calle 22 de Enero, Héroes del 2 de abril y Juárez.

Para fomentar el arraigo, el gobierno nacional autorizó en 1901 la existencia de un régimen de excepción aduanal, en Payo Obispo, permitiendo la libre importación de múltiples productos para la vida cotidiana y el trabajo. Diversos decretos en años posteriores ampliarían esta prerrogativa a otros productos y beneficiarían también otras partes del Territorio.

En 1910, con motivo del centenario de la Independencia de México, se inauguraron el parque Hidalgo, en el que por primera vez se erigió en la ciudad el busto de un héroe nacional —el cura Miguel Hidalgo— y el edificio municipal, que ostentaba dos torres de madera.

En 1913 Venustiano Carranza decretó la extinción jurídica del Territorio de Quintana Roo, esta medida que no tuvo efecto real, fue tomada con base en las condiciones de inestabilidad política que vivía el país, inmerso en una revolución, y Quintana Roo representaba un punto estratégico, pues se sabía del tráfico de armamento que desde Estados Unidos llegaba a Centroamérica para establecer campamentos militares en Belice y Guatemala, con la intención de revolucionar en México. Ese decreto quedó formalmente sin efecto en 1915, cuando el mismo Carranza ordenó la refederalización de Quintana Roo. Ese mismo año, cuando se entregó la población de Santa Cruz a los mayas, la capital política del Territorio Federal de Quintana Roo fue trasladada a Payo Obispo; no sólo llegaron los funcionarios públicos y la tropa que habían estado en Santa Cruz, sino también un amplio grupo de familias y empresarios nacionales y extranjeros, procedentes tanto de aquélla población como de Vigía Chico.

En enero de 1975 al proclamarse la Constitución Política del Estado de Quintana Roo, Chetumal quedó como cabecera del municipio Othón P. Blanco y capital del estado.


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