Por qué mantener la esperanza

Rogerio Castro*
Foto: Cristina Rodríguez
La Jornada Maya

Martes 13 de junio, 2017

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Después de un nuevo fraude para frenar la transformación de México, operado desde el gobierno federal y consumado por las llamadas instituciones electorales, el ánimo entre quienes ya vivimos el 2006 y 2012, es seguramente de impotencia y ¿por qué no?, (se vale) de tristeza y enojo. Sin embargo, aunque tengamos el corazón caliente, debemos mantener la cabeza fría, no es tan difícil si reflexionamos los resultados y todo el contexto que se vivió en este proceso electoral en que tuvimos cuatro elecciones, tres para gobernador en el Estado de México, Coahuila y Nayarit, y municipales en Veracruz.

Una razón para mantener la esperanza es que vamos por buen camino, los ciudadanos confían cada día más en Morena. Recordemos que las grandes transformaciones en el país no se lograron de un momento a otro. Desde la Independencia, el conservadurismo no permitió importantes reformas para modernizar al Estado y lograr el desarrollo de nuestro país; durante 30 años se dedicaron a mantener “a raya” a los liberales por medio del dictador Santa Anna, y fue el hartazgo, lo que promovió la Revolución de Ayutla y el triunfo del bando liberal en ese entonces formado por Benito Juárez, Lerdo de Tejada y Melchor Ocampo.

Los conservadores se caracterizan por no reconocer los triunfos, esa es la marca de la casa, pues aún en contra de la Constitución, se dedicaron a no reconocer a Juárez como presidente; de facto lo sustituyeron y establecieron otro gobierno, así como en la actualidad, sólo que ahora con el disfraz de las instituciones y algunos medios de información que siguen sometidos a las presiones del régimen actual. En este caso Morena actúa como el presidente Juárez: no aceptaremos una imposición, no aceptaremos que se viole el principio constitucional de tener elecciones libres y auténticas; lo defenderemos hasta las últimas instancias, no reconoceremos gobiernos fraudulentos, ni claudicaremos en nuestros principios, y los defenderemos de manera pacífica y participando en las elecciones hasta cambiar al régimen.

No es una derrota, hay que entenderlo así, porque nuestro movimiento sigue avanzando. Logramos derrotar a la mafia pacíficamente, sólo que como ha ocurrido en la Historia de México, los conservadores no van reconocer nuestros triunfos; la lección del Estado de México es que la derecha es vulnerable y los conservadores están extinguiéndose, prueba es que tuvieron que recurrir al fraude y a todo el gobierno federal y sus principales operadores para intentar derrotarnos no lo lograron. Me recuerda mucho a la batalla del 5 de Mayo en Puebla, donde fue derrotado el ejército francés, así como ese triunfo es de la maestra Delfina Gómez, recordemos que a pesar de lo glorioso no significó la caída del régimen; al contrario, le dio fuerzas al gobierno de Juárez para seguir combatiendo al invasor.

Morena, como movimiento y partido político, en tres años ha crecido hasta convertirse en la primera fuerza política y moral del país. Tenemos un gran líder en Andrés Manuel López Obrador, y ya tenemos cuadros que han mostrado su fuerza: Rocío Nahle y Cuitláhuac García en Veracruz, Delfina Gómez en el Estado de México, senadores y diputados que se han sumado y por supuesto todos nuestros jefes delegaciones en la Ciudad de México, donde somos la primera fuerza política. Todo eso conjuntará un equipo que va por lograr la transformación del régimen. Hoy tenemos la confianza de los ciudadanos que fueron a votar libremente, por conciencia, y tenemos la supremacía moral sobre otros grupos políticos. Estamos más fuertes que nunca.

Por eso amigos y amigas, debemos mantener la esperanza. El fraude significa únicamente que los conservadores, Peña y sus empleados, no van a dejar el poder tan fácilmente, que se quieren aferrar y seguir conservando privilegios, no es motivo para perder la esperanza, todo lo contrario; es para continuar luchando hasta lograr la transformación del país.
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*Diputado Rogerio Castro Vázquez
Presidente de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción