Tequila y mezcal, por polinización de murciélagos

Notimex / Lidia Chio
Foto: UNAM
La Jornada Maya

Ciudad de México
Miércoles 14 de junio, 2017

Gracias a los logros que ha tenido el proyecto [i]Bat Friendly[/i], sello tequilero que protege a los murciélagos en México, cada vez más empresas tequileras y mezcaleras se interesan en adoptar las medidas que mejoren la producción de agave mediante la polinización y proteger esta especie de mamíferos voladores.

El investigador del Instituto de Ecología de la UNAM y director científico del proyecto, Rodrigo Medellín, señaló que a medio año de la presentación de [i]Bat Friendly[/i], al menos 300 mil botellas de tequila y 50 mil de mezcal han sido producidas bajo esquemas que preservan la vida de los murciélagos.

Comentó que trabajan con tres productores y cinco marcas para la producción de bebidas destiladas mediante la polinización que realizan los murciélagos a los agaves, cuya producción se pudo mejorar con las más de 10 millones de semillas fértiles obtenidas con el proyecto.

“Tenemos evidencia muy clara de que a partir de la floración en la que los murciélagos visitaron las flores, hoy ya tenemos semillas” y eso deriva a que más empresas mezcaleras se interesen en incorporarse al programa, subrayó.

El impulsor de este proyecto que busca el rescate de la diversidad genética de los agaves por la polinización de murciélagos explicó que en esta etapa piloto para el tequila sólo trabaja en Jalisco y en Michoacán en el caso del mezcal.

El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reconocido por su labor a favor de la conservación de los quirópteros, mencionó que este año quieren probar la suerte de este programa en Guerrero.

Por el momento, abundó, se tiene planeado visitar otros estados como Oaxaca, Zacatecas, San Luis Potosí o Puebla, donde se produce mezcal, y avanzar conforme el proyecto crezca.

Resaltó que a los productores no se les cobra un peso por el distintivo si garantizan y demuestran que en sus predios dejan florecer un 5.0 por ciento de los agaves y permiten certificar que el restante 95 por ciento “se va directo a hornos, se cuece, se prensa, se fermenta, se destila y se embotella; entonces le damos el holograma”.

Eso quiere decir que los productores ellos deben tener la trazabilidad de los agaves desde que son cosechados hasta que terminan en la botella, apuntó.

Rodrigo Medellín recordó que uno de los objetivos principales es cambiar el concepto que la gente tiene de los murciélagos y “nos demos cuenta de los grandes aliados que son y que se les agradece nada”.

Subrayó que otro propósito es que la industria de los destilados de agave, como el tequila, mezcal, bacanora, sotol, raicilla, logren ser ambientalmente amigables y sustentables, y que todo ello se convierta en una norma en el ramo.

Precisó que México tiene 138 especies de murciélagos, aunque sólo tres son los que polinizan los agaves, cuya producción cambió hace años por el trasplante de “hijuelos”, dado era más rápido y permitía usar todas las plantas, pero que derivó en una pérdida de la genética y de la diversidad de la especie.

Es así que, dijo, el trabajo de los investigadores en el proyecto busca rescatar y conservar esas tres especies de murciélago (el magueyero menor, el magueyero mexicano –en amenaza de extinción en México y en peligro de desaparecer en Estados Unidos- y el hocicudo.

De esta forma, el proyecto Bat Friendly continúa con su trabajo coordinado con académicos, productores y comercializadores para generar una relación más justa y equilibrada entre el ambiente y el negocio, concluyó.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por primera vez, desde que nació la industria tequilera, todos los actores involucrados en la cadena de producción se suman a ese proyecto de conservación.

Tequila Interchange Project, agrupación sin fines de lucro que reúne líderes académicos, de la industria gastronómica y del gremio de los bartenders, promueve medios de producción responsables y tradicionales, en beneficio del sector y de los ecosistemas mexicanos, en este caso del mamífero volador nocturno que además permite controlar las poblaciones de insectos.