Vamos por el desquite

Jhonny Brea
Foto: Óscar Rodríguez
La Jornada Maya

Jueves 22 de junio, 2017


Dicen que a cada puerco le llega su San Martín, así que tuve que asistir a la ejecución de la tarjeta de crédito mientras pagaba por Internet el reemplacamiento de mi auto. Por más, nunca llegó alguna promoción para los que no tienen multas, ni deben tenencias, ni han hecho cambio de propietario.

Hace unos días La [i]Xtabay [/i]me llevó a la lavandería, pues con estas lluvias, aunque quedo relevado de algunas de las labores propias de mi sexo, éstas cambian por otra obligación: pagar, como ustedes saben.

Nomás de ver el aviso que reza “Si no efectúa el trámite de reemplacamiento a más tardar el 30 de junio de 2017, los beneficios se pierden. Estos no se obtienen de forma automática”, me debió bajar el azúcar. ¿Cuáles beneficios?

La [i]Xtabay [/i]vio mi cara de resignación y decidió consentirme: esta vez sí dio su tanda. Ya con la botana de la segunda ronda, los dos comenzamos a ver qué hacer, en vista de que los embates contra el [i]Programa Permanente de Defensa de la Quincena[/i] están fuertes. Entre los trajes para el festival de fin de cursos de los [i]dzirices[/i], la gasolina, que los rapaces, por más que uno quiera, están creciendo y necesitan ropa y zapatos (siquiera pasó el día del padre y recibí chones nuevos, ya estaba pensando en renunciar al uso de estas prendas), y que uno quiere irse de vacaciones siquiera un fin de semana al puerto, pues la cartera adelgaza cada vez más rápido.

-¿Y qué estás pensando hacer, Jhonny? Tienes cara de que quieres desquitarte -soltó mi adorada al fin.

-¡Claro que quiero desquitarme! Es más, ¡hay que llamar a la venganza de los contribuyentes!

-Vaya que estás molesto. Ni te has terminado la segunda y ya estás hablando incoherencias.

Y entonces salió orgulloso su macho omega pelo en pecho, espalda peluda, nalga pateada, abdomen de lavadora y bebedor de cerveza light, porque ya tengo la estrategia para recuperar lo pagado, y hasta con intereses. Lo único es que vamos a cobrar hasta dentro de un año.

El plan es un poco complejo, pero el éxito es seguro. Es más, podemos hacerlo todos, pero nos tenemos que organizar. Así como ven, tengo la intención de fundar una agrupación política. Tenemos que apurarnos para conseguir el registro.

Podemos llamar a la agrupación “Democracia Dirigida al Bolsillo”. La clave está en que seamos muchos y nos mantengamos firmes y conscientes de cómo se maneja la democracia en México.

Esto es simple: en cada campaña tenemos más de dos candidatos y se supone que, como ciudadanos, antes de votar los hemos escuchado a todos. Sin embargo, si de verdad escuchamos y analizamos sus propuestas, cuando llega el día de la elección terminamos escogiendo al menos malo. Después nos enteramos que cada uno de los votos “costó” unos mil pesos, bajita la mano.

Entonces, ¿qué tal si nos organizamos para que los candidatos, si no nos convencen, paguen por nuestro voto? Imaginen que, además, dependiendo del sector en el que se encuentre uno, tiene la oportunidad de acudir a un desayuno o cena. ¡Pues llevo hasta a mis suegros! Ese plato ya se pagó con nuestros impuestos y aceptarlo no significa que uno va a votar por el candidato.

Recuperemos la plática con los vecinos para definir la tarifa del sufragio en la cuadra. Es más, hay quienes desde ahorita están organizando “encuentros” con vecinos en busca de su pre pre precandidatura. Es más, vamos por el sufragio diferenciado: todo candidato que no convenza debe pagar, así que vendería mi voto al diputado local, federal, senador, presidente municipal, gobernador y presidente, y La Xtabay aparte. Mínimo sacamos unos 8 mil pesos…

-¡Jhonny, estás diciendo incoherencias!-, alcancé a escucharle a La [i]Xtabay[/i], mientras me echaba agua helada a la cara, según porque se me habían puesto los ojos en blanco.

Pero vamos dándole forma a la idea…