Felipe Escalante Tió
Foto: Facebook Coliseo
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 7 de septiembre, 2017

En la música, hay artistas que con el paso del tiempo se repiten produciendo piezas siguiendo una fórmula. Algunos lo hacen incluso después de un primer éxito. En la década de los noventa se mencionaban grupos y solistas que “habían grabado el mismo álbum tres o cuatro veces”. La noche del jueves, uno podría esperar que Chicago, en la celebración de 50 años de carrera, habría hecho lo mismo. Sin embargo, la banda le presentó al público del Coliseo Yucatán una buena cantidad de novedades.

Sí, la lista de canciones que presentaron ya estaba definida desde hace muchos meses. Y aun así, un nuevo arreglo, una entrada distinta, o reducir una pieza a la mínima expresión de una voz y un instrumento, piano o guitarra, la banda entregó a un público en el cual abundan los nostálgicos de las baladas de Peter Cetera. Chicago corrió el riesgo de incluir algunas de sus piezas instrumentales ([i]Mongonucleosis[/i]) y algunas no tan conocidas en estos lares ([i]Alive again, Wake Up Sunshine, Another Rainy Day in New York City[/i]), haciendo del programa uno a la altura de sus mejores presentaciones.

[b]Un arranque frío[/b]

Tal vez porque el concierto inició pasados 20 minutos de la hora anunciada, o porque el público seguía ingresando, el “Ladies and gentlemen, please welcome ¡Chicago!” y las primeras notas de Introduction se recibieron con cierta frialdad. La bellísima [i]Questions 67 & 68[/i] apenas consiguió que algunos comenzaran a moverse en sus asientos, y con [i]Dialogue (Part I & II)[/i], la inercia continuó in crescendo y, ya con más ánimo, James Pankow se dirigió a los asistentes: “Hola Mérida, ¿cómo están? Estamos emocionados de estar aquí. Gracias por 50 años de carrera; esperamos estar otros 50 años más con ustedes”, y siguieron [i]Alive Again, Wake Up Sunshine, Call on Me[/i]. Mientras, el Coliseo, al 80 por ciento de su capacidad, conservadoramente, parece reconocer [i](I’ve Been) Searchin’ so Long[/i].

[b]Agarrando calor[/b]

Al fin, una melodía que todos reconocen: If you leave me now, en las 12 cuerdas de Keith Holland y la voz y bajo acústico de Jeff Coffey, y tal parece que un río de emociones ha roto un dique. Sin embargo, Another Rainy Day in New York City tiene el efecto de contener al público sentado, en escucha.

Basta que Lou Pardini se coloque con su piano en el centro del escenario y que se escuchen apenas dos acordes para reconocer Look Away, y más de la mitad de la Sección D intenta seguir la letra en un inglés mal masticado de la secundaria. No faltan los que dejan que se asome una lágrima cuando el resto de la banda se une en un poderoso “If you see me walking by, and the tears are in my eyes…”. No queda duda que la emoción está ahora a flor de piel y es momento de acompañar al grupo, así sea con las palmas, para Make me smile.

De haber sido conservadores, Chicago habría interpretado nada más esta canción y Colour My World, pero no; se siguieron con las siete piezas del Ballet For a Girl in Buchannon y sus casi 13 minutos. El anuncio de un intermedio se recibe como un cubetazo de agua fría. Unos pocos se levantan y estiran las piernas. La segunda parte es ansiedad.

[b]¿Importa qué hora es?[/b]

Una ruda guitarra eléctrica atrae de nuevo las miradas al escenario y hace recordar que Jimmy Hendrix alguna vez le dijo a los fundadores de Chicago que tenían a un guitarrista mejor que él. Claro que se refería al difunto Terry Kath, pero Keith Holland demuestra también su calidad con Old Days, a la que sucede la cauda de grandes éxitos, que comienza con Does Anybody Really Know What Time It Is? Y en efecto, parece que a nadie le importa ya y, tímidamente, algunos bailan en su lugar.

Ahora Lee Loughnane es quien pregunta, leyendo de un papel y en un español silabeado: “¿Están pasando un buen tiempo? ¿Les gustan los ochentas?” Un alarido del multicéfalo responde que sí, no importa si lo que se leyó fue una traducción de Google. Es tiempo de Robert Lamm y Jeff Coffey para alternar voces en Hard Habit to Break y You’re the Inspiration. Al frente, un grupo de expats baila y corea, y vuelve a bajar la intensidad cuando se escucha Begginings, pero en I’m a Man, un duelo entre los tambores de Tris Imboden y las percusiones de Walfredo Reyes Jr., cautivan a la multitud, que para Hard to Say I’m Sorry/Get Away está entregado a la banda y con Street Player se anima a dejarse llevar por el ambiente disco. Completan la noche Saturday in the Park y Feelin’ Stronger Every Day, que tal parece así está Chicago, tras 50 años.

Unos pocos gritos de “¡Otra, otra!” bastan para regresar al escenario. Free y 25 or 6 to 4 dan fin a dos horas y media de un tremendo concierto.


Lo más reciente

Por primera vez en 27 años, EU modifica clasificaciones de raza y etnia para las personas

Permitirá que residente se identifiquen como hispanos, de Medio Oriente y herencia norteafricana

Ap

Por primera vez en 27 años, EU modifica clasificaciones de raza y etnia para las personas

Ataque israelí mata a 36 soldados sirios cerca de Alepo: ONG

El objetivo eran los depósitos de misiles del movimiento libanés Hezbolá

Afp

Ataque israelí mata a 36 soldados sirios cerca de Alepo: ONG

Así es cómo la inteligencia Artificial predice el sabor y calidad de la cerveza

Los modelos pueden predecir qué compuestos agregarle para mejorarla

Europa Press

Así es cómo la inteligencia Artificial predice el sabor y calidad de la cerveza

Green Day encabezará concierto climático global respaldado por la ONU en San Francisco

La entradas estarán disponibles desde este viernes en Ticketmaster

Ap

Green Day encabezará concierto climático global respaldado por la ONU en San Francisco