“El desastre era insospechado”: Carlos Joaquín, a un año de gobierno

Joana Maldonado
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Lunes 11 de septiembre, 2017

Quintana Roo está haciéndose cargo de sus problemas, trabajando intensamente para salir de ellos y superarlos, con estas palabras el gobernador Carlos Joaquín, definió el momento por el que transita la entidad, a un año de su gobierno cuyo “desastre era de una magnitud insospechada”, bajo el autoritarismo y corrupción que vivió por más de una década de gobiernos priístas.

Ante una multitud, primero en el Congreso del estado y luego en el Centro de Negocios y Convenciones de Chetumal, Carlos Joaquín, gobernador emanado de la alianza entre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Acción Nacional (PAN), entregó cuentas de su primer año de labores al frente del gobierno de Quintana Roo.

El Ejecutivo, reconoció que si bien ha habido logros importantes en este periodo, han sido insuficientes, pues “disminuir la desigualdad, recuperar nuestra tranquilidad, combatir la corrupción y generar empleos mejor pagados, es un proceso que lleva tiempo”.

A las 11 horas, en la sesión solemne de la XV Legislatura, el mandatario fue reconocido en su primer año por haber cumplido en el combate a la corrupción, pero también hubo una crítica común de los diputados a la poca sensibilidad de algunos integrantes de su gabinete y hacia algunas acciones que han opacado su administración, como la adquisición de uniformes escolares en las que se invirtieron más de 104 millones de pesos, beneficiando a una empresa poblana.

Ahí, el mandatario destacó el cambio profundo que inició a partir del año pasado en el que se deja atrás "al Quintana Roo que dio cobijo a la impunidad", al hacer referencia al ex gobernador Roberto Borge Angulo, hoy preso en una cárcel de Panamá en espera de la extradición.

A Carlos Joaquín González le acompañó el director general del ISSSTE, José Reyes Baeza Terrazas, quien asistió en representación del Presidente, Enrique Peña Nieto y que ha fungido desde el inicio de la administración, como enlace con el gobierno federal.

Una vez que se instaló la sesión solemne, ocho diputados de las diversas fracciones parlamentarias hicieron uso de la palabra, ante la presencia del Ejecutivo, a quien le fue reconocida la acción, pues desde hace al menos diez años, sus antecesores ingresaban al recinto una vez que los diputados habían intervenido como una muestra clara de intolerancia.

Entre los asistentes a la sesión de Congreso, se encontraba el ex Presidente mexicano, Felipe Calderón Hinojosa -quien ocupó la primera fila a un costado del Secretario de gobierno, Francisco López Mena- y su esposa, Margarita Zavala; así como el dirigente del Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya Cortés y la secretaría general del Partido de la Revolución Democrática, Beatriz Mojica Morga y más adelante, también se integró Agustín Basave Benítez, Jesús Ortega y Jesús Zambrano.

Posteriormente, el mandatario se trasladó al Centro de Convenciones, en donde refirió que el autoritarismo de casi una década, afectó a todos los ámbitos de la vida pública y a un amplio segmento de la vida privada y social: “Empezó por desmoralizar a los servidores públicos y terminó por provocar la quiebra de las finanzas e hipotecar el futuro de los quintanarroense. El desmantelamiento de las instituciones, debilitó sus más básicas funciones, generando abusos, omisiones y corruptelas que provocaron la desconfianza y el rechazo de la ciudadanía.

El gobernador adelantó que hay 50 líneas de investigación que involucra a más de 50 ex servidores públicos y hay listas nuevas denuncias derivados de acciones ya comprobadas y con respaldos jurídicos y añadió que se ha logrado restituir bienes que habían sido despojados a sus propietarios a través de 19 juicios laborales dolosamente fabricados.