Reconstruir al país de escombros materiales y políticos

Texto y fotos: Paul Antoine Matos / Enviado
La Jornada Maya

Ciudad de México
Martes 3 de octubre, 2017

El dos de octubre no se olvida del 19 de septiembre. Ni del siete. Ni del 26.

La marcha que recuerda a las víctimas en la Matanza de Tlatelolco, en 1968, también rememora a las víctimas de los terremotos del siete y 19 de septiembre pasado y a los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre de hace tres años, en Iguala, Guerrero.

Solidaridad y generosidad fueron las palabras que resaltaron entre las consignas que gritaron las organizaciones -Atenco, comunistas, anarquistas, zapatistas, estudiantiles- en la marcha que partió desde la Plaza de las Tres Culturas a las 16 horas, hacia el Zócalo de la Ciudad de México.

Ahí, algunos policías dormían mientras llegaban los contingentes que salían del metro Tlatelolco.

"Dos de octubre no se olvida", "vivos se los llevaron, vivos los queremos", el conteo hasta 43 y la exigencia de justicia fueron algunas de las consignas que exclamaron los Miles que caminaron por Ejemplo Central y el Centro Histórico de la capital.

Desde la terraza del Museo del Tequila y el Mezcal la gente observaba, al igual que las mujeres del área de limpieza de la Ciudad de México, enfundadas en chalecos naranjas y rosas.

En las calles paralelas a la marcha, policías antimotines, escudos y cascos, estaban formados en grupos de 20. Se mostraban inquietos.

La protesta continuó hasta el Zócalo, para iniciar el mitin. La plaza central aún vestía los colores patrios y adornos de la independencia nacional. La bandera mexicana se encontraba a media asta; recuerdo por las víctimas del sismo, también luto involuntario por la masacre en Tlatelolco, hace 49 años.

"Cada dos de octubre marcharnos por la calle -expresó un padre de los normalistas desaparecidos- exigiendo justicia y sanción".

Para los familiares de los estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos por el Estado, el 68 es el parteaguas en la lucha por la justicia.

Aracely Osorio, madre de la joven Lesby, asesinada el tres de mayo en Ciudad Universitaria, manifestó su indignación porque las autoridades aún catalogan el feminicidio de su hija como "suicidio".

"No podemos hablar de un dolor mayor a otro, nuestros dolores se juntan, son equivalentes. Apostamos a la vida en este gobierno de muerte".

El rector de la Universidad Autónoma de Morelos, Alejandro Verdad, expresó que México es "un país hundido en la degradación" con 10 millones de afectados por la violencia desmedida, con 200 mil asesinados, 30 mil desaparecidos y un millón de desplazados.

Criticó al gobernador de Morelos, Graco Ramírez, por secuestrar la ayuda humanitaria a los damnificados por los sismos y así manipular la solidaridad porque quiere perpetuarse.

Declaró que los jóvenes y la sociedad, tras el terremoto, han emprendido una cruzada para reconstruir al país de escombros y políticos.

Enfatizó en que las universidades públicas deben transformarse hacia la solidaridad y generosidad.
Por lo que las calles deben ser las aulas y las aulas albergues.

Alejandro Vera emuló en su participación al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) durante el 68, Javier Sierra Barro, quien encabezó las movilizaciones estudiantiles.

El Comité 68, representado por Félix Hernández, declaró que la marcha fue un homenaje a los jóvenes por su apoyo durante los sismos.

Sobre el 68 expresó que la represión de los estudiantes en esa fecha es como la que ocurre contra las normales rurales actualmente.

Manifestó que hace cinco décadas México se encontraba en una situación económica mejor que la actual.