Elecciones: Yucatán se cuece aparte

Luis A. Boffil Gómez
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Martes 10 de octubre, 2017

Los demonios electorales ya están desatados en los planos federal y estatal, particularmente, en Yucatán. A finales de la semana pasada, Margarita Zavala de Calderón, esposa del anterior presidente de la República, dizque aficionado al trago fino o barato y adicto a las guerras contra el crimen organizado que dejaron más de 200 mil muertos, renunció al Partido Acción Nacional, donde militó por 32 años. Su justificación es que Ricardo Anaya, el dirigente nacional de los panuchos, tiene sumido al blanquiazul a sus órdenes sin que nadie ose chistar o, de lo contrario, se lo lleva el carajo político.

Algunos politólogos de café estiman que la renuncia de Zavala para contender, quizá de manera independiente por la presidencia de México, resquebrajará brutalmente al PAN. Tal vez no lo hundirá pero sí limitará su potencial de voto entre los propios militantes: los que simpatizan con Margarita, los que no tanto y lo que están en contra de Anaya.

Con ello es posible que se dañe la estructura del llamado Frente Ciudadano por México suscrito por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, ya que el voto cautivo que podría arrojar Acción Nacional estará cooptado y es posible que los otros líderes partidistas impongan sus condiciones al queretano Anaya.

Hasta el momento nadie sabe del alcance de la renuncia de Margarita Zavala, sin duda un “huracán” que probablemente esperaba la cúpula panista pero, a su vez, no deseaba para nada que se concretara, por las repercusiones que ello tendría.

De tal forma, miles de panistas no saldrán del partido, pero castigarán con su voto al potencial abanderado a la Presidencia que, por el momento, es Ricardo Anaya; de patas se llevarán al Frente Ciudadano si es que, finalmente, se establece como tal para participar en las elecciones. El PRI, aunque su líder nacional, Enrique Ochoa, diga lo contrario, no sale del todo beneficiado, porque el bloque general de los sufragios no se canalizará al tricolor ni siquiera un tantito; el PRI tendrá su coto de sufragios y todo dependerá de quién sea, finalmente, el elegido para relevar a Enrique Peña Nieto. Los inconformes no votarán por el “elegido”; ténganlo por seguro.

Sin embargo, el personaje que sale más beneficiado de esta ruptura dentro del panismo es, sin duda, Andrés Manuel López Obrador, amo y señor del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), porque ese descontento le puede dar sufragios alternativos de blanquiazules que no son partidarios de Margarita ni de Anaya. En el último de los casos, el voto se fractura y lo que pudo ser un bloque contra el Peje ya estará más endeble.

Claro está que en política todo lo que se diga dependerá de las actuaciones y acuerdos que lleguen todos los actores políticos involucrados en los comicios. Por ejemplo, El Bronco, mandamás de Nuevo León y el senador ex perredista, Armando Ríos Piter, también anunciaron que van por la Presidencia de manera independiente. ¡Válgame Dios! El regiomontano cree que podrá repetir su triunfo como en su entidad, muy equivocado; mientras que el mentado Ríos Piter sólo anda buscando posiciones para él y sus seguidores que, la verdad, no deben ser muchos. Pero de que harán ruido, siempre y cuando reciban la autorización de los mafiosos consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), lo harán.

[b]Poca afectación[/b]

Y a todo esto, ¿el proceso electivo se verá afectado en Yucatán? Simplemente muy poco. Yucatán se cuece aparte en todo tipo de estrategias y acuerdos.
En la semana que transcurrió, hubo cuatro destapes: dos para la gubernatura y otro par para la alcaldía de Mérida.

Mauricio Sahuí Rivero, secretario estatal de Desarrollo Social, y Bayardo Ojeda Marrufo, ex diputado local del PRD, anunciaron que están interesados en contender por la máxima silla política de la entidad. Al mismo tiempo, Francisco Solís Peón, Pancho Cachondo, ex asambleísta de Acción Nacional en la ahora Ciudad de México, y el regidor panucho, Mauricio Díaz, también dijeron ¡presentes! para buscar la llamada “joya de la corona”.

Sahuí Rivero forma parte de una amplia baraja priísta estatal que se complementa con Jorge Carlos Ramírez Marín, Pablo Gamboa Miner y Liborio Vidal Aguilar, los tres diputados federales; además de Panchito Torres Rivas y los secretarios estatales de Educación y General de Gobierno, Víctor Caballero Durán y Roberto Bob Rodríguez Asaf, respectivamente.

Por supuesto que allí está el ungido para la gubernatura. El “gordito Marín”, Pablo y Liborio andan muy movidos en los municipios donde, sin lugar a dudas, tejen acuerdos. Uno de los ejemplos es el vallisoletano #AmigoLibo, quien trata de destrabar el conflicto priísta que hay en Puerto Progreso, donde varias tribus quieren contender pero no se ponen de acuerdo. En las elecciones intermedias de 2015, el PRI se fracturó con Jessica Saidén –hija del secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe Saidén Ojeda–, quien perdió la alcaldía a manos de un ex tricolor, José Isabel Cortés Góngora, Chabelo, por la dupla Nueva Alianza-PRD. El resultado es catastrófico, pero ese es otro tema.

Dicen los que saben que Liborio está haciendo buena labor para unir a los rebeldes del PRI y que salga un abanderado de unidad. Ya se verá; al tiempo, esa chamba.

En Acción Nacional no habrá mucha duda: para la gubernatura es el actual alcalde Mauricio Vila o el ex edil Renán Barrera Concha; y para la alcaldía es Cecilia Patrón Laviada o, bien, una potencial reelección de Vila. Si Mauricio Díaz, el regidor que se anuncia con bombo y platillo y que no goza de las simpatías de muchos militantes, cree que será el abanderado del PAN, está muy equivocado. A él le darán la candidatura de un distrito local que le sea relativamente fácil de ganar. Su “interés” es parte del show.

Sean Don Vila, Renán, Reni, Barrera o hasta Joaquín, Huacho, Díaz Mena, los potenciales abanderados a la gubernatura, el efecto Margarita no dañará el objetivo del blanquiazul. Lo dicho: hasta el PAN yucateco se hornea aparte.

¿Y habrá Frente Unido por México en Yucatán? Claro que sí. Ya sea PAN con PRD, PAN con “tribus” perredistas o PAN con minipartidos, estilo Movimiento Ciudadano; habrá.

Respecto del PRD, pues la dirigencia que encabeza Alex Cuevas Mena se mueve con sigilo. Asegura que no habrá alianza con el PAN y menos con Vila Dosal, pero falta todavía el ordenamiento nacional. En el último de los casos su naipe ya salió a flote: Bayardo, El Gallardo, Ojeda Marrufo. Es joven y dinámico; le puede poner su punto de sal a la contienda y quizá asegurar por lo menos un regidor en el Ayuntamiento y hasta un legislador o legisladora local por la vía plurinominal.

Algo es cierto: en Yucatán ni el PRI, PAN y PRD (con sus respectivos satélites como el Verde Ecologista, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza y Encuentro Social) están enfocados totalmente a la elección federal; la grilla yucateca se muele aparte. Primero buscarán los triunfos en la entidad y lo que salga en el ámbito federal, pues bienvenido. Así están las cosas. No imaginemos otros escenarios. Ah, falta Morena, pero allí los designios del Santo Peje son inexpugnables. Pero con seguridad no se la jugarán ni con el PRI ni el PRD; quizá con el PAN, si el abanderado es Mauricio Vila, ¿en una especie de Frente Opositor?

Amiguitas y amiguitos, ya saben: sugerencias para que inventen algo más que el huracán Margarita y afecte la tradicional cachaza electoral de Yucatán, enviarlas a [email protected] y/o [email protected]