Aceptar las costumbres, base para una sociedad más unida

Fabrizio León Diez
Fotos: Fabrizio León Diez y José Luis Salas
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Miércoles 15 de noviembre, 2017


[i]Gabriela Rejón encabeza el sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Quintana Roo, responsable de un voluntariado que ve porque niños, jóvenes y padres con escasos recursos tengan mejores condiciones de vida. Sabe que se le ve como ejemplo de familia ideal, al frente del hogar que forma con el gobernador Carlos Joaquín González, su esposo, y los hijos de ambos.[/i]


La señora Rejón de Joaquín nos recibe en sus oficinas, donde responde al cuestionario. De hablar fluido y vestida en un tono verde, revela no sentirse cómoda con el título protocolario de primera dama del estado. De buen humor, le da vuelta al asunto, enfocándose a los temas que siente son prioritarios.

Atenta a los detalles de la salud y la amistad, la esposa del gobernador revisa su paso por el DIF y subraya el buen uso de la diversidad cultural de los habitantes del estado, como el elemento que puede detonar en el fortalecimiento del deteriorado tejido social, impulsando la unión de la familia, empezando por la propia.

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[h2]Diferencias para tomar decisiones[/h2]

[b]¿Cómo aprovechar las virtudes de la entidad para fortalecer un tejido social evidentemente dañado?[/b]
Quintana Roo es un estado hermoso, con muchos recursos. Lo ideal sería que la gente proveniente de otros estados comience a sentirse parte de éste. Esta identidad es un factor muy importante que ayudará a restablecer ese tejido social, que se encuentra dañado debido a tanta diversidad cultural. Si los que vienen se sienten identificados con el estado y adoptan su cultura, se apropian de la cultura maya, creo que este tejido social se fortalecerá.

[b]¿Qué mensaje le da a las nuevas generaciones de mujeres interesadas en el servicio público?[/b]
Que se preparen, capaciten y mantengan actualizadas. Es importante que exijan espacios que les permitan desarrollar sus talentos. Confío mucho en la preparación de las mujeres; las hay con igualdad de preparación, por lo que es necesario que busquen espacios acorde a sus talentos.

[b]Hace poco, platicando con la juez Ana Brun, ella planteó que la diferencia entre un hombre y una mujer para tomar una decisión, es que la mujer lo hace más allá de la ideología. En ese sentido, ¿cómo distingue la diferencia entre una decisión que toma una mujer en el servicio público, a un hombre?[/b]
Es inevitable que la mujer separe la parte emocional, humana y maternal que traemos. Las decisiones importantes que tomemos serán pensando en el prójimo al relacionar lo maternal y el corazón para ayudar a la gente. Quizá el hombre en ese sentido sea un poco más frío.


[h2]Etiquetas y presión social[/h2]

[b]Más allá de lo protocolario, ¿cuál debe ser la función de una primera dama?[/b]
Siempre he pensado que el título de primera dama es algo muy banal. No me considero una primera dama, sino la presidente de un DIF. Para mí lo más importante es ayudar a la gente vulnerable.

[b]Es decir, hay etiquetas. ¿Qué tanto le ha afectado dicho protocolo?[/b]
No me ha afectado, por el contrario; para mí es un honor ser la esposa de un gobernador, y quiera o no estoy en los reflectores, porque para mucha gente comienzo a ser un símbolo como mujer, como madre, como el eje de una familia y claro, como la esposa del gobernador.

Cuando mi esposo fue presidente municipal, yo siempre le hice ver que juego un papel importante en su vida: soy su esposa, la madre de sus hijos; pero también soy la esposa del gobernador. Ese papel de primera dama, la presidente de un DIF. Juego varios papeles importantes como mujer, sin descuidar lo más importante que es la familia.

[b]¿Es la imagen de la familia modelo?[/b]
Así es, de alguna manera nos ven como la familia modelo del estado. Sin embargo, somos una familia convencional que como todas lucha por mantenerse unida, por buscar tiempos y espacios para convivir. Siempre se busca el respeto y la unidad familiar, en cierta manera nos protegemos, como creo que todas las familias deberían hacerlo.

[b]La presión social y de los medios, ¿afecta la vida privada?[/b]
Sí, hasta cierto punto. A veces es difícil dejar de hacer cosas por el hecho de ser la esposa del gobernador. Por ejemplo, yo no bebo alcohol, pero es molesto que te digan que no te pueden ver con una cerveza o una copa de vino en la mano. Uno se pregunta “¿por qué no?”, si soy una ciudadana normal que puede degustar un aperitivo en alguna reunión. Siempre hacen énfasis en esas partes que “hay que cuidar” y en efecto, hay que cuidarlas en cierto modo. Yo trato de desenvolverme normalmente; voy al súper, al mercado, a misa, al parque; si quiero salir a caminar, lo hago. Trato de llevar una vida muy normal, porque así me siento; una persona normal, no me gusta estarme ocultando ni cambiar mi estilo de vida y creo que la gente lo ha notado.

[b]¿Qué tanto interviene el consejo personal, es decir, de pareja, en los problemas que enfrenta un gobernador?[/b]
Primero, mi esposo y yo somos un matrimonio, y yo siempre he estado abierta a escucharlo y apoyarlo, así como para brindarle mi consejo de ser necesario; pero definitivamente la última palabra la tiene él, y ésta siempre será a favor del estado.

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[h2]Restablecer el tejido[/h2]

[b]¿Cuál es la situación actual de las mujeres, los niños y los jóvenes en el estado?[/b]
Estamos ante un tejido social conformado por gente muy vulnerable; adolescentes muy lastimados con los que hay que trabajar mucho. Tenemos la responsabilidad de encausar bien todos los programas que tenemos en la institución. Hay que colaborar para que estos jóvenes cuenten con más oportunidades de trabajo, distracción social, recreación y deporte, que son estrategias muy útiles en la prevención de adicciones.

[b]¿Cuál es el sector más herido según su percepción?[/b]
Las mujeres. Siempre he dicho que la mujer es el pilar de una familia y la familia es la base de la sociedad. Si trabajamos con ellas, capacitándolas, apoyándolas con educación y seguridad, podemos adelantar mucho. Las mujeres son quienes educan a los niños y levantan a la familia. Muchas veces las familias viven casos de desintegración, porque la figura paterna está ausente, entonces la madre es quien se hace cargo de los niños, lo que representa una labor titánica.

[b]¿Qué hacer para cambiar los hábitos tóxicos en la vida familiar?[/b]
Lo más importante es brindar oportunidades de educación y trabajo. Es importante que las familias reciban estos apoyos que les permitan salir adelante y no caigan en las problemáticas que mencionas. Si nos damos cuenta, la violencia intrafamiliar es consecuencia de una economía precaria, que siempre deriva en problemas de tipo social y emocional. Acabar con la pobreza en un estado es muy difícil, sin embargo se puede tratar de disminuir con las estrategias adecuadas.

Al ser un lugar tan rico y hermoso, viene mucha gente de otros lugares buscando oportunidades de vida. Llegan deseando que se les cumpla un sueño, con un imaginario en muchas ocasiones erróneo. Es un estado en donde hay muchas necesidades y problemáticas; claro, es muy rico en muchos aspectos, pero también los que migran tienen la responsabilidad de aportar algo, adaptarse y aceptar a las costumbres para dar lugar a una fusión y que tanto la gente que llega, como la local, puedan convivir en armonía.


[h2]Diversidad, unidad y equidad[/h2]

[b]¿Qué visión tiene de las familias originarias que han sido despojadas de su cultura? Sobre todo en el caso de las mujeres.[/b]
Cabe recordar que cuando llegó el huracán Wilma se tejió una especie de hermandad solidaria entre las familias. En ese momento la gente se dio cuenta que desconocía incluso quiénes son sus vecinos, y con el paso del meteoro, que tuvo como consecuencia muchas casas destruidas, calles inundadas y rapiña, los vecinos se presentaron entre sí con el fin de apoyarse mutuamente.

A raíz de esto emergió la iniciativa ciudadana de conocer a sus vecinos, y esto favoreció al tejido de una sociedad más íntegra y solidaria. A fin de cuentas, los seres humanos buscamos ser felices y esto se logra con mejores oportunidades. Es por eso que subrayo la importancia de culturizarse, de conocer la forma en la que vive la gente de Quintana Roo, y que quienes eligen nuestro estado como lugar para vivir se adapten a la cultura y respeten a la gente local.

Como ejemplo: acaba de pasar la tradición del día de muertos y por medio del DIF se realizó un evento en donde se colocaron altares de todos los estados de la República, con el fin de ser inclusivos. Unificarnos genera identidad.

[b]¿Unificación?[/b]
Así es, pues queramos o no la cultura maya recibe a gente de todos los rincones de la República con una diversidad de educación, étnica, de tradiciones, etcétera, y qué bueno fuera que se puedan fusionar en pro de una sociedad más unida, que a fin de cuentas es lo que buscamos: ser felices y generar un mejor espacio para que crezcan nuestros hijos.

[b]Asumiendo que usted es la mujer con la voz más importante en el estado y pensando en las miles de mujeres que no tienen esa figura, ¿cuál es su pensamiento sobre el tema de la equidad de género?[/b]
Para mí, el hombre y la mujer somos iguales. La mujer debe buscar espacios y oportunidades acordes a sus talentos; de ahí la importancia de que se actualicen y capaciten continuamente, para tener esa visión de igualdad.

Es importante inculcar esta percepción a los niños, pues desde la infancia se generan percepciones y estereotipos de género. La equidad se forma desde los primeros años y ahí es donde radica la igualdad.

Yo defiendo a las mujeres, pero hago hincapié en que la mujer puede ocupar un puesto siempre y cuando esté preparada, pues tampoco se trata solamente de tener una cara bonita y ser buena gente. La preparación es lo más importante.

[b]Hemos sido gobernados por hombres. ¿Cree usted que sería diferente si las mujeres gobernaran?[/b]
Eso podría ser lo que le hace falta a México. Tomar en cuenta la parte emocional y maternal que tenemos las mujeres, esa parte que nos deja el hecho de dar vida.

[b]Hay un serio problema de corrupción, no sólo del dinero; sino de los valores. ¿Es un problema masculino?[/b]
Eso puede venir de ambas partes, no necesariamente se lo atribuyo a los hombres. Se trata de un tema de esencia, educación y valores. A mí me pueden decir que haga algo, y puedo ser valiente en muchos aspectos, pero no traiciono los valores que me han sido inculcados, ni lo que yo considero que está bien o mal. Eso es incorruptible.

[b]¿Cuál es el principal desafío que tiene su responsabilidad ante el estado de Quintana Roo?[/b]
Seguir trabajando para las familias más vulnerables del estado sin descuidar a la mía. Tengo una gran responsabilidad y quiero jugar un buen papel, que mi desempeño baste para que la gente esté contenta con lo que voluntariamente pueda dar. A pesar de ser una presidente honoraria, una siempre es calificada, quiéralo o no. Haré mi mejor esfuerzo por las familias del estado.

[b]¿Cuál es su propuesta para disminuir las agresiones hacia las mujeres quintanarroenses y bajar el ambiente hostil que permea en el hogar y el trabajo?[/b]
Las oportunidades. El gobierno no puede solo, por lo que es importante que sociedad y gobierno trabajen en conjunto. Si nos unimos e invitamos a todas las asociaciones civiles, podremos trabajar armónicamente en beneficio de la ciudadanía y rescatar ese tejido social tan dañado.


[h2]Agua de piña y tamarindo[/h2]

[b]Para quienes la conocen poco ¿Quién es Gabriela Rejón?[/b]
Mi familia es de Mérida, yo nací en Matamoros, Tamaulipas. Estudié en la capital yucateca la licenciatura en puericultura, por lo que estoy familiarizada con el trato con infantes. Fui novia de Carlos Joaquín durante siete años. Nos casamos en el 90 y estamos muy contentos. Tenemos un gran compromiso con nuestra familia. Ningún matrimonio es fácil, pero estamos en la lucha por lograr una familia plena.

Soy madre de tres hijos: Carlos, de 25; Ana Gaby, de 23, y Miguel, de 19. También tengo una hermana mayor y una menor, mi padre aún vive; mi madre falleció hace más de 20 años. Vengo de una familia muy unida, mis padres tuvieron un gran matrimonio. La familia siempre ha sido lo más importante.

[b]Hábleme de sus aficiones.[/b]
Me encanta cocinar, costurar y bordar, también hacer yoga y caminar. Me gusta ir al cine, me considero una persona muy romántica. No me gustan las matanzas, la violencia ni la sangre en las películas; yo no voy al cine a sufrir.

[b]¿Ya vio "Coco"?[/b]
Ya, hermosísima película, con un gran mensaje de unión familiar y de rescate a las tradiciones de México. Me gusta la visión que el director tuvo de México. Creo que los mexicanos somos reconocidos mundialmente por la familia y la solidaridad.

No todos los países se manejan así, hay ciertas partes en el mundo en donde la gente es fría; por ejemplo en Estados Unidos, donde al cumplir 18 años los hijos dejan sus hogares. Las madres de familia mexicanas somos diferentes. Yo no quiero que mi hijo de 25 años se case ni se vaya de mi casa; lo quiero tener aquí. Soy mamá gallina.

[b]¿Qué paisaje le gusta?[/b]
El mar. Disfruto mucho ver el mar y la naturaleza.

[b]¿La comida?[/b]
Me gusta mucho la comida regional. En especial el queso relleno y el escabeche.

[b]¿Y de beber?[/b]
El refresco de piña y tamarindo.

[b]Finalmente, cuénteme un sueño.[/b]
Ver a la gente sonreír siempre. Es triste ver a la gente sufrir, pero es una realidad. Acabo de estar en un albergue de voluntarias y se me hizo muy duro, pues ellos se enfrentan cara a cara al sufrimiento. Normalmente cuando vas al hospital por cualquier circunstancia, hay sufrimiento; a mí me gustaría ver sonrisas en los niños y no ver sufrir a la gente.