Paciente exige justicia por negligencia y violencia en StarMédica

Katia Rejón
Fotos: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 17 de noviembre, 2017

Genny Cárdenas Encalada tiene 48 años y una pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de 500 pesos mensuales, 17 diarios. Después de una fístula con salida de líquido cefalorraquídeo, dos heridas de diez centímetros engrapadas y parchadas, dos hernias, una infección por una bacteria, problemas de debilidad en una pierna, y siete operaciones, decidió demandar por vía penal al médico Eduardo Cabañas Corona de la StarMédica. La señora Cárdenas asegura que le realizó mala praxis en un corte que le ocasionó dos hernias, la operó en una sala de ese hospital donde adquirió la bacteria estafilococo y olvidó un pedazo de 50 centímetros de catéter en una operación, causándole serias complicaciones a su salud.

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La carpeta de investigación P3/3687/2016 de la Fiscalía General del Estado (FGE) con fecha del 24 de noviembre del 2016 narra el testimonio de la demandante, quien acude primero a la Clínica Mérida, haciendo uso de su seguro de gastos médicos mayores, debido a un accidente laboral que le provoca una fístula a la altura de la ceja derecha.

[b]Inicia calvario[/b]

La tarde del 28 de octubre de 2015 Genny Cárdenas entró a uno de los elevadores de su trabajo, San Ángelo 09. Sin embargo, el sensor falló y la puerta golpeó su cabeza. Como al golpear un cántaro, se le abrió una grieta por la que comenzó a filtrarse líquido cefalorraquídeo (LCR) hasta la nariz y el oído. La operaron el 31 de octubre, los doctores de la Clínica Mérida le colocaron un sello para cerrar la fístula y cinco días después ya estaba en su casa.

“Al ser una zona donde está la mucosa, el líquido cefalorraquídeo se filtra muy fácilmente, por lo que a principios de diciembre volvió a salirme LCR por la nariz, según me explicó el médico. Por lo que decidí buscar una segunda opinión”, cuenta Cárdenas.

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Es así como llega con el doctor Eduardo Cabañas y el 9 de febrero de 2016 le colocan una Válvula de Pudens. Ella explica que este aparato haría que el líquido circulara en lugar de salir por alguna cavidad. Para ponérselo le hicieron un corte en la espalda para que el catéter pasara por la médula ósea, la base del cráneo y hasta el abdomen, donde estaba la válvula.

Después de la operación presenta fiebre y vómitos, el médico de urgencias le diagnostica un cuadro de meningitis. El doctor Cabañas decide operarla de urgencia, pues su cuerpo había rechazado el aparato y había que retirar todo. “Él me dijo que ya no había nada y que la fiebre debía de bajar. Sin embargo, al día siguiente mi pierna estaba como un trapo, no reaccionaba. Comencé a chorrear LCR por la herida de la espalda. Entonces el problema era que mi corte se abrió y el líquido se estaba filtrando por ahí”, narra.

Como la herida no cicatrizaba y se seguía abriendo le realizaron ocho lavados mecánicos sin anestesia. “En mis cinco sentidos me costuró y lavó la herida. Sin nada. Venía con olor a cigarro y crudo” agrega.

[b]Intervención violenta[/b]

Cárdenas dice que la explicación que el doctor otorgó es que tenía la piel de una persona con sida o que consumía drogas. “Me preguntó qué drogas consumía, si me inyectaba heroína o inhalaba coca o piedra. Era eso o tenía sida, según él, me preguntó que con cuántos hombres había estado”.

El estudio que el médico consideró, cuenta la paciente, “doloroso pero necesario” arrojó que no tenía sida, sino que había agarrado la bacteria estafilococo en la primera operación que se realizó en la StarMédica.

Para entonces ya había llegado el parche madre que mandaron a pedir para cerrarle la fístula en la espalda. Con eso y el tratamiento para la bacteria podía irse a su casa y le darían de alta.

No obstante, Cárdenas seguía sin recuperarse, tenía fiebre y debilidad. En junio le brotó un “cono” en el abdomen, cerca de una de sus heridas. Decide ir con el doctor Luis Alberto Navarrete Jaimes, quien le diagnosticó una hernia provocada por el corte de la operación al colocar la válvula. Ésta es la primera acusación de la señora Cárdenas por mala praxis, pues los cortes le provocaron una hernia adelante y otra atrás, ésta última inoperable.

Por consejo de Cabañas regresó al trabajo en el mes de agosto. Sin embargo, seguía con malestares, problemas de motricidad en la pierna, fiebre, entre otras síntomas, el último fue que comenzó a pasar sangre por el recto.

[b]Dejan catéter en organismo[/b]

Sus familiares le recomendaron ir con el doctor David Espinoza, quien le ordenó una tomografía de alto contraste en la pelvis y el abdomen, es en ese momento cuando encuentran un objeto extraño en contacto con las asas del intestino delgado. Se trataba de un catéter de 50 centímetros que no fue retirado durante la operación de la válvula de pudens y del cual Genny Cárdenas asegura no tener conocimiento.

“De saber que lo tenía, como dice Eduardo Cabañas Corona en su declaración, ¿por qué habría esperado siete meses sufriendo tanto en vez de extraerlo?, ¿por qué ‘decide’ dejarme un fragmento si es precisamente la reacción a un cuerpo extraño lo que obliga a retirarme la válvula?”, cuestiona.

Después de que el doctor Navarrete le realiza la última operación para extraerle el catéter se recuperó rápidamente. Describe que cuando se lo quitaron éste tenía heces, sangre y pus. La madre de la demandante cuenta que al salir del quirófano el doctor le mostró el catéter y le dijo “mire, esto estaba matando a su hija”.

[b]Situación legal[/b]

La primera acción legal que realizó Cárdenas Encalada está detallada en el expediente de la Comisión de Arbitraje Médico de Yucatán CODAMEDY-II/156/2016/Q. En este documento, al cual La Jornada Maya tuvo acceso, se puede leer el acuerdo que Eduardo Cabañas Corona propuso a la demandante: “no cobrarle nada por la atención médica prestada y que al día de hoy no le ha sido cubierto, comprometiéndose a no acudir a ninguna instancia jurisdiccional para hacerlo efectivo”. En sus declaraciones el médico insiste en que Cárdenas le manifestó no tener dinero para las consultas, sin embargo, en la entrevista, la demandante mostró su póliza de seguro de gastos mayores que a la fecha sigue vigente.

Cabañas Corona también declaró que “decidió dejar el catéter, pues está diseñado para el tratamiento y puede permanecer sin complicación alguna”, aunque no explica con qué fin. En un documento firmado por el médico, escribió que la paciente refiere el “uso de drogas no especificadas ocasionalmente” (sic), lo que ella niega.

Cárdenas pidió en un principio una indemnización por 400 mil pesos alegando que había pasado por numerosas operaciones, debido a la mala praxis, la adquisición de la bacteria en el quirófano y la negligencia médica, cuyas secuelas habían ocasionado que perdiera su trabajo.

“Él me amenaza, dice que si no retiro la demanda me va a contrademandar por un millón de pesos. Me quiere cobrar las operaciones que dejó de hacer por ir a las audiencias, por daño moral y hasta unos boletos de avión”, cuenta.

Cabañas no aceptó realizar el pago de indemnización, y la demandante decidió no aceptar el arbitraje de la CODAMEDY y trasladar la acusación a la Fiscalía del Estado.

"Quiero que se me haga justicia, que la Fiscalía se mueva. La demanda cumple un año el 24 de este mes y sigue varada. También exijo a StarMédica que se haga responsable porque ahí contraje una bacteria, mala praxis y negligencia. Que le caiga salubridad al hospital. Que se me haga justicia", expresa.

[b]La lucha continúa[/b]

Las secuelas todavía las vive: la lumbalgia que la tira por días, aún va a rehabilitación para mover la pierna, tiene la cadera chueca y una de las hernias no puede ser operada por riesgo a quedar inválida.

La Jornada Maya contactó al médico Eduardo Cabañas Corona para contrastar con su versión, no obstante, el acusado manifestó que prefiere esperar para dar su réplica, por cuestiones legales.