Habrá el doble de ganado, al final del gobierno de CJG

Cliserio E. Cedillo
Foto: Francisco Salgado
La Jornada Maya

Cancún, Quintana Roo
Lunes 20 de noviembre, 2017


[i]Consciente de que el ganado es más rentable que la caña de azúcar, el funcionario comenta sobre el potencial que tiene la entidad, para alimentar al hato con pasto en praderas y producir carne de alta calidad, que satisfaga la demanda de los hoteles.[/i]


Esta semana se inicia la entrega de materiales para el establecimiento de diez mil hectáreas de praderas en respaldo a los ganaderos del sur del estado. Este programa tiene como finalidad apoyar a que los efectos del estiaje sean menores, en tanto que se inicia, al mismo tiempo, un ambicioso programa para que antes de que termine el periodo de gobierno de Carlos Joaquín se puedan incorporar a la ganadería entre 50 mil y 70 mil hectáreas, lo que permitirá duplicar el hato de 240 mil a más de 480 mil cabezas de ganado.

Esto lo informó, en entrevista exclusiva con [i]La Jornada Maya[/i] de Quintana Roo, Francisco Gurría Treviño, coordinador general de Ganadería de la Sagarpa, quien anunció que inició el aprovechamiento de la vocación ganadera del estado, que representa un mayor potencial económico, al ser incorporadas entre cinco y seis mil hectáreas a la producción de pastizales, donde antes se cultivaba caña de azúcar, de bajo rendimiento e incosteable, para abastecer el ingenio San Rafael de Pucté.

La medida beneficiará a productores de los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar, Carrillo Puerto y José María Morelos, que el próximo año tendrán mayor apoyo para duplicar las praderas para engorda de ganado con pasto, lo que produce una carne de mejor calidad, al incorporarse otras 10 mil hectáreas a la producción de carne de res, afirmó.

[b]Mercado desaprovechado[/b]

“El mercado ya existe, son más de 17 millones de turistas al año que gastan y comen, de ahí el apoyo a la ganadería pactado entre el titular de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Eduardo Calzada Rovirosa, y Carlos Joaquín, luego de que fuera el primer secretario federal en presentarse ante el gobernador, a los seis días de haber tomado posesión, para empezar a fortalecer esta actividad”, recordó.

Antes de cualquier otra cosa, indicó, necesitamos asegurarnos de que las vacas tengan que comer, para que estén en buenas condiciones y reproducirse todos los años; que no bajen de peso tan dramáticamente cuando llega el estiaje: “Hay un intervalo de partos de 18 a 20 meses, cuando lo óptimo es de 13 o 14 meses; no se puede esperar que una vaca que bajó 90 kilos de peso se reproduzca”.

Gurría Treviño, entrevistado en un receso durante la Cumbre del Consejo Mexicano de la Carne, llevado a cabo en un Hotel de Cancún el fin de la semana pasado, informó que durante ese evento se reunió con los siete presidentes de las uniones ganaderas de los cuatro municipios del sur del estado, que están viendo como una realidad los proyectos anunciados desde el principio del gobierno de Carlos Joaquín.

“Ante un mercado que cuando decide irse de vacaciones está dispuesto a gastar y a comerse todo, es necesario promover la producción ganadera local para que el abasto cada vez sea mayor, pero se tiene que empezar por el principio, que es garantizar la comida de los animales: hay vocación ganadera y organización, lo que es muy importante; tanto, que la próxima semana iniciarán un segundo curso de inseminación artificial, al que asisten las hijas o los hijos de los productores. Ya no son los técnicos”, puntualizó.

Anunció que se llegó al acuerdo, con los presidentes de las uniones ganaderas, de la creación de un banco de semen, en combinación con algunas otras uniones de ganaderos en lugares del trópico seco, como es esta zona, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y una parte de Tabasco, lo que nos permitirá un repoblamiento con ganado de mayor calidad y rendimiento.

[b]Créditos para más vientres[/b]

Hay varios frentes en los que estamos trabajando, comentó Gurría Treviño: primero, la siembra de praderas; dos, la capacitación y, tres, el mejoramiento genético. Por otro lado, junto con la Financiera Nacional, presente en esa Cumbre, “vamos hacer un paquete entre apoyo y crédito, para que se puedan adquirir más vientres, porque con la apertura de las praderas lo que empieza a sobrar es pasto”.

Expuso que en Quintana Roo hay una buena condición sanitaria: “La gente viene del norte por becerros recién destetados. Lo que queremos es que ese mismo ganado ahora, ya con pasto por el establecimiento de las praderas, en lugar de pesar 150 kilos alcance un peso de entre 100 y 150 kilos más, como es la meta en una primera parte del proyecto. Es decir, que vendan animales con mejor peso y obtengan un mayor ingreso.

“La idea también –agregó- es que en unos dos años nos vayamos quedando con algún ganado producido aquí y que lo podamos engordar en las praderas con puro pasto, no como se hace en el centro y norte del país o en estados unidos, que lo logran con grano. Esto permitirá aprovechar un nicho de mercado acostumbrado a ese tipo de carne, como el argentino, brasileño, chileno, uruguayo o paraguayo que comen carne de este tipo en su país; aquí no hay esa oferta”.

Explica Gurría Treviño que el ganado engordado con pasto “tiene una carne diferente, incluso en el color de su grasa y marmoleo (vetas de grasa). Aquí, en Quintana Roo hay las condiciones para producir ese tipo de carne, además del agua suficiente para producir el pasto.

De esta forma se podrá garantizar con constancia el abasto a algunos hoteles, lo que por ahora no se puede hacer, porque no se tiene la producción requerida de ganado, de ahí que se tenga que traer de otros estados y sobre todo de Estados Unidos, indicó el coordinador general de ganadería.

[b]Ganado por caña de azúcar[/b]

Para este proyecto de apertura de praderas en los municipios referidos del sur del estado, el entrevistado dijo que de ninguna manera se afectaran zonas selváticas. Se trata de incorporar a la producción de pasto superficies ocupadas por “caña de azúcar que se está volteando” y explicó: El ingenio San Rafael de Pucté tiene una capacidad para procesar dos millones de toneladas de caña, no más. Para esto requiere de entre 22 mil y 23 mil hectáreas, explicó
Sin embargo, ahorita hay sembradas como 36 mil, porque hay zonas de bajo rendimiento, que sólo producen entre 40 y 50 toneladas por hectárea, cuando la media nacional es de 73. Es decir, es incosteable para el productor que ve en la ganadería un mayor potencial y a eso se debe que la zona cañera se esté convirtiendo en pradera; ya van entre cinco mil y seis mil hectáreas dedicadas al cultivo de pasto, detalló.

Independientemente de que la producción de azúcar pasa por un buen momento, es mucho mejor la crianza de ganado, se paga y se gana más. Por ejemplo, si vendemos una res con un peso de 150 kilos a 45 pesos el kilo, un animal bien alimentado, en el mismo tiempo, lo vamos a poder vender en los mismos 45 pesos el kilo, solo que multiplicado por 270 kilos, afirmó.

Gurría Treviño adelantó que cuando termine el gobierno de Carlos Joaquín habrán establecidas entre 50 mil y 70 mil hectáreas de praderas con el doble de ganado de lo que existe hoy; es decir, entre 480 mil y 500 mil cabezas.

Con relación a la falta de rastros, aseguró que esto se resolverá el año que entra, ya que se tiene proyectada la modernización de los de Othón P. Blanco y Carrillo Puerto. Es un compromiso del gobernador Carlos Joaquín y el secretario Calzada Rovirosa que lo ve con mucha simpatía y ha dado la instrucción de hacer lo que se tenga que hacer para modernizar lo que ya está o construir un rastro nuevo.