de

del

Eduardo del Buey
Foto: Afp
La Jornada Maya

Martes 19 de diciembre, 2017

¿Qué hizo ahora el presidente Trump?

El 6 de diciembre, en contra de las opiniones de diversos consejeros y aliados, el mandatario reconoció a la ciudad santa como la capital del estado israelí. Esta medida pone en gran riesgo el proceso de paz y tendrá un impacto duradero en el Medio Oriente.

En muchas capitales ya ha habido protestas violentas por la medida.

Pero ¿Qué significa esto para Israel? ¿Qué puede hacer ahora el estado judío para lidiar con la “papa caliente” en que se ha convertido Jerusalén, y con las repercusiones de la medida estadunidense?

Puedo ver cuatro posibles alternativas, todas con su dosis particular de riesgo:

Opción 1. La anexión total de los territorios ocupados, con el consecuente reconocimiento de la nacionalidad total para los residentes palestinos. Esto continuaría evitando que los palestinos pudieran gobernarse, libremente, a si mismos, pero les daría garantías legales y constitucionales, al formar parte de una democracia consolidada.

El impacto de esta alternativa bien podría ponerle un eventual fin al estado judío, debido a que la demografía actual indica que la población palestina muy pronto sobrepasará a los residentes judíos del renovado estado, acabando con el sueño sionista de una patria judía.

Opción 2. Anexar los territorios ocupados sin garantizar la ciudadanía total a los palestinos. El resultado sería un país reminiscente a la Sudáfrica del apartheid.

Esto dejaría a Israel en una posición opuesta a la del resto del mundo; podría hacerlo un estado paria. Sanciones económicas y de viajes, aislamiento diplomático, y reducción de mercados para los productos israelíes tendrían un impacto negativo en la economía del estado judío, así como en su habilidad de participar en la política global.

También pondría fin al sueño de los fundadores de Israel de un país completamente democrático.

Además, muy probablemente significaría la continuación del estado de guerra permanente con algunos de sus vecinos árabes y musulmanes. Hamas y el Hezbollah poseen miles de misiles que podrían causar mucha destrucción en el pueblo y la economía israelí. Así mismo, la población palestina marginalizada se convertiría, indudablemente, en una quinta columna dentro del país, asegurando la perpetua inestabilidad y la continuación de la guerra interna. El resultado sería el decremento del apoyo internacional para el estado israelí.

De hecho, dos ex primeros ministros israelíes ya se refirieron a estos posibles escenarios.

A finales del 2017 Ehud Olmert hizo pública una advertencia para los israelíes, afirmando que a menos que se apruebe una solución que reconozca a los dos estados, la demografía local cambiante traería el riesgo de forzar a Israel a convertirse en una nación tipo apartheid: “si llega el día en que una solución de dos estados colapse, y nos tengamos que enfrentar a una lucha, al estilo Sudáfrica, para alcanzar derechos electorales igualitarios… será el fin para el estado de Israel”.

El antiguo primer ministro Ehud Barak hizo eco de este diagnóstico en 2010 cuando afirmo que “si, y mientras entre el Jordán y el mar, solamente haya una entidad política llamada Israel, está terminará siendo o un estado no judío, o un estado no democrático. Si los palestinos votan en las elecciones, sería un país binacional, y si no lo hacen, sería un estado apartheid”.

Opción 3. Mantener el estatus quo, lo que asegurará el descontento palestino en los territorios ocupados, así como un incremento de las tensiones entre los anexionistas y quienes apoyan alguna forma de asentamiento negociado, dentro del gobierno israelí. La inestabilidad política imperante será respondida con una creciente oposición al estado israelí de parte de las sociedades y gobiernos occidentales, tanto bilateralmente como a través de la ONU. La frustración de la comunidad palestina continuará haciéndose sentir mediante ataques terroristas violentos.

Opción 4. Llevar a cabo negociaciones serias con el lado palestino. Israel podría replantear el estatus de Jerusalén más que como sólo capital nacional, como un modelo de ciudad que permita la diversidad religiosa y cultural. El estado judío podría declarar que el estatus de Jerusalén del este es negociable, creando una atmósfera que conduzca a la reanudación de las negociaciones. También podría confirmar su intención de mantener todos los sitios santos abiertos a todas las religiones, bajo una garantía internacional de la medida.

Esto también requeriría que el lado palestino presentase un frente unido capaz de negociar un acuerdo real. Hasta que Fatah y Hamas se unan en una coalición real que esté preparada para para reconocer un estado judío, sus necesidades en materia de seguridad, y en comprometerse con negociaciones significativas, el lado israelí puede continuar evitando cualquier compromiso serio.

Dicho todo esto, de acuerdo con la situación actual, sólo podemos esperar un mantenimiento del estatus quo imperante.

El gobierno israelí actual carece de la voluntad para pactar un acuerdo justo. El avejentado liderazgo palestino está profundamente dividido, y es incapaz de crear un consenso nacional por si mismo. Israel vive cada día las consecuencias de dejar Gaza en manos de los palestinos, convirtiendo la franja en la masiva base terrorista de Hamas - algo que Abbas y su organización Fatah no han querido o podido confrontar.

Así que, una gran pregunta permanece en el aire- ¿hay líderes, en ambos lados, que sean capaces de negociar un acuerdo final y obligatorio?

Creo que no, y Trump ha dado una victoria a los israelíes ultra conservadores que bien podría envalentonarlos para mantener las políticas actuales, llevando a sus contrapartes palestinas a hacer lo mismo. A menos que fuerzas moderadas, que busquen el diálogo entre ambas partes, tomen la iniciativa, esta llama bien podría generar un incendio.

La decisión de Trump no ha creado una nueva realidad para Israel. Ha puesto la luz sobre la insostenibilidad del estatus quo actual, y de la necesidad de aceptar medidas difíciles, tanto para los israelíes como para los palestinos.

Para la administración de Trump, algunos podrían afirmar que su decisión no se trata de crear una nueva realidad para Israel, sino para los Estados Unidos, alimentando la base política cristiana de Trump en ese país sin importar los costos e impacto, a mediano y largo plazo. De hecho, la mayoría de los países occidentales afirmaron esto inmediatamente después del discurso del mandatario, señalando que no seguirían el ejemplo estadunidense.

Después de reunirse con el primer ministro Benjamín Netanyahu en Bruselas, la encargada de la política exterior europea, Federica Mogherini, señaló que “nosotros creemos que la única solución realista para el conflicto entre Israel y Palestina es la creación de dos estados, con Jerusalén como la capital de ambos”. Dijo que “Esta es nuestra posición consolidada y continuaremos respetando el consenso internacional sobre la situación de Jerusalén”.

Une vez más, primero América significa América sola.

Esta medida les ha quitado a estados unidos e Israel uno de sus puntos negociables - En mi opinión, una mala técnica de mediación.

Ha dejado a los Estados Unidos con poca credibilidad como interlocutor viable. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha hecho un llamado a la ONU para que reemplace a los Estados Unidos, como el principal mediador para la paz en Medio Oriente. También, Abbas anunció que boicotearía una reunión programada con el vicepresidente Mike Pence (que llevó al dirigente a posponer su visita en la región). Esto resalta la creciente irrelevancia de los Estados Unidos como parte importante del conflicto.

Echar gasolina al fuego no es una buena solución. Sin embargo, también demuestra que, a pesar de sus alardes de ser un gran negociador, el presidente Trump carece de ideas acerca de como lidiar, de manera constructiva, con esta situación altamente compleja y emocional.

Anuncios dramáticos no pueden sustituir a las negociaciones bien pensadas y calibradas, y a la construcción de consensos.

Si no lo han hecho ya, alguien debería decirle a Trump.

[b][email protected][/b]


Lo más reciente

Superpeso influirá en el reparto de utilidades a empleados: CCE del Caribe

La actividad económica y turística permite que se cumpla con este pago, confió Eduardo Martínez

Ana Ramírez

Superpeso influirá en el reparto de utilidades a empleados: CCE del Caribe

Ticketmaster pagará 3.4 mdp a usuarios afectados: Conoce los detalles

Consumidores recibirán el costo íntegro del boleto más los cargos por servicio y una bonificación

La Jornada

Ticketmaster pagará 3.4 mdp a usuarios afectados: Conoce los detalles

Artista Mercedes Bautista solicita apoyo de las autoridades de QRoo para resarcir daños a su obra vandalizada

Su instalación 'El altar de las semillas vulva' fue afectada en el Museo de la Isla de Cozumel

Rosario Ruiz Canduriz

Artista Mercedes Bautista solicita apoyo de las autoridades de QRoo para resarcir daños a su obra vandalizada

Ana Paty Peralta propone acciones para reforzar la paz en Benito Juárez

Asegura que implementará un programa educativo en escuelas para prevenir de raíz la delincuencia

La Jornada Maya

Ana Paty Peralta propone acciones para reforzar la paz en Benito Juárez