Agencia SIM
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 6 de marzo, 2018
El boxeador Eduardo "Lalo" T., acusado de golpear a su hija y de maltratos contra su esposa, guardó silencio al ser presentado nuevamente ante el juez, que lo vinculó a proceso penal y le ratificó la prisión preventiva por todo el tiempo que dura la investigación, la cual se le impuso en la diligencia anterior.
En esta ocasión, la audiencia, que encabezó la juez de control Suemy Lizama Sánchez, fue privada para proteger la identidad de las víctimas.
Por lo pronto, pese a que el púgil de origen guanajuatense no respondió a ninguna de las preguntas de la juez, la Fiscalía General del Estado tiene un plazo de tres meses para concluir la investigación.
El boxeador fue detenido el pasado viernes 23 de febrero, luego de la ceremonia de pesaje para un combate que iba a sostener contra un púgil quintanarroense.
El hombre se mantuvo prófugo más de un año, pues la artera agresión contra su hija, en ese entonces de ocho años, ocurrió en enero de 2017.
[b]Historia de abusos[/b]
De acuerdo con la causa penal, el indiciado y la denunciante sostenían una relación sentimental, de la que nacieron tres hijos, aunque el sujeto sólo reconoció como suyos a los dos últimos.
“Lalo” presuntamente agredía a la mujer física y verbalmente, hasta que un día la sacó de la casa donde vivían, en la colonia Alemán. La denunciante tenía que ver a escondidas a sus hijos, y al enterarse de esto, el sujeto agredió a la hija mayor provocándole graves lesiones, que tardaron más de quince días en sanar, además de no haberle proporcionado atención médica.
La acusación señala que día de los hechos, el púgil llegó borracho a su casa, en la colonia Alemán, el 7 de enero del año pasado y tras sostener relaciones sexuales (con una desconocida) frente a sus tres hijos -de entonces cuatro, seis y ocho años de edad- se fue a dormir.
Al amanecer del domingo 8 de enero, el sujeto levantó con maltratos a la niña que dormía, hasta agredirla con un desarmador. Entre otro tipo de excesivas agresiones físicas.
Posteriormente, el sujeto negó lo sucedido. No obstante, mantuvo encerrada a la menor sin brindarle atención médica.
Ese día, el boxeador empacó y salió de la casa; mientras que la esposa aprovechó la ausencia del púgil para ir a rescatar a los menores.
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