El Futuro de América del Norte VIII*

Eduardo del Buey
Foto: Xinhua
La Jornada Maya

Martes 6 de marzo, 2018

En la edición pasada pregunté si ¿el sueño ha llegado a su fin, o tomará otro camino?

Todo depende del resultado de dos importantes procesos electorales en los Estados Unidos.

Las elecciones legislativas que se celebrarán este año en el vecino del norte bien podría marcar el retorno de una mayoría Demócrata a una o ambas cámaras, dejando al presidente sin o con un apoyo limitado en el poder legislativo por los siguientes dos años. Una mayoría Demócrata en el legislativo bien podría ser la respuesta para la cada vez más fuerte exigencia de que el presidente Trump sea sometido a un juicio político, dados los cargos de haberse coludido con Rusia durante las elecciones del 2016, el posible encubrimiento respecto a la investigación Mueller, y las actividades de algunos comités del Congreso que están indagando acerca la conducta del presidente y de algunos de sus colegas.

También es probable que si al término de este primer mandato del presidente, el electorado estadounidense llegara a preocuparse por el estilo de liderazgo de Trump y por el meollo de sus políticas y sus actividades, y si los Demócratas encuentran a un candidato viable capaz de unificar al partido y de implementar una visión clara y atractiva para el futuro, el presidente actual podría perder la reelección y entonces las piezas en el tablero global cambiarían por completo.

No hay ninguna duda de que el futuro de América del Norte, por no hablar del futuro del resto del mundo, está cayendo en picada debido a la presidencia de Trump. La incertidumbre y la inseguridad son actualmente el signo de los tiempos, y los efectos de ambas le han pegado duro al resto del orbe.

América del Norte depende de tres socios viables que quieran permanecer juntos. De tres líderes que compartan una visión en común.

Depende de tres economías que están entrelazadas, y que pueden ofrecer a sus pueblos no sólo el crecimiento macroeconómico, sino también un sólido impacto microeconómico que garantice que todos puedan compartir la creación de riqueza. No todo esto se llegará a conseguir, pero un Tratado de Libre Comercio (TLCAN) exitoso le debe ofrecer a todos la oportunidad de triunfar en un mundo globalizado.

Pero, el presidente Trump no es la única prioridad de esta conferencia. México también va a enfrentarse a elecciones cruciales a nivel nacional este año.

Si el PRI o el PAN ganan, uno puede esperar que la postura de negociación de México permanezca más o menos igual. Ambos partidos creen en el TLCAN y en los beneficios que éste le aporta a la nación en una economía globalizada, y ven que el país realmente no puede seguir desarrollándose si abandona la propuesta global y le da la espalda a la economía estratégica y a las relaciones comerciales.

Y Morena parece estar en una posición similar.

El 4 de enero, 2018, [i]La Jornada Maya[/i] informó a sus lectores que, en su último día de gira por Yucatán, el precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, aseguró que ante la inminente posibilidad de que a su gobierno le toque negociar el TLCAN, buscará convencer al mandatario estadounidense, Donald Trump, de la necesidad de que mantenga dicho acuerdo.

El candidato de Morena le dijo al periódico, y cito, que “aunque parezca contradictorio, resulta que Trump está planteando en las negociaciones del Tratado que aumenten los sueldos en México, y Peña no lo acepta. Nosotros sí lo aceptamos. Ahí sí hay una coincidencia, pensamos que tiene que aumentar el salario mínimo cuando menos en la frontera de inmediato, los sueldos al doble en las entidades de la frontera norte, y llegar a un acuerdo para que se eleven los salarios al interior del país”. Y sigo citando al Señor López Obrador, “Eso es una cosa que detiene la negociación, y es muy paradójico que Trump plantee que los salarios en México aumenten y Peña Nieto no esté de acuerdo… en ese punto nos vamos a entender con Trump”.

China es otro de los protagonistas que está aprovechándose de la incertidumbre relativa al estado actual de las negociaciones respecto al Tratado de Libre Comercio. El país asiático ha estado cada vez más activo en México, en el resto de América Latina, y en el Caribe. Si bien no es probable que sustituya a los Estados Unidos como el mercado más importante para México y Canadá, su presencia parece ofrecerle a muchas personas de la región la esperanza de tener una alternativa. Especialmente ahora que la política de Trump, denominada “Los Estados Unidos primero”, parece ser la de “los Estados Unidos solos”.

Por lo pronto, todas las declaraciones del presidente estadunidense parece indicar que piensa reducir el verdadero liderazgo de su país en el mundo. Una triste posición para una gran potencia.

*Octava de nueve partes en las que se dividió la conferencia.

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