Turistas morbosos cambian las playas por escenas del crimen

Texto y foto: Eduardo de Luna
La Jornada Maya

Playa del Carmen, Quintana Roo
Domingo 25 de marzo, 2018

Debido a los hechos violentos en Playa del Carmen y la Riviera Maya desde 2017, y como consecuencia del alcance internacional de estos eventos, el aumento del llamado turismo morboso o turismo negro se refleja en lugares representativos de este destino vacacional en donde han sucedido hechos violentos, como la discoteca Blue Parrot y la terminal marítima, extendiéndose este fenómeno social a las calles donde turistas se toman fotos en medio de despliegues policiacos.

El turismo morboso es un segmento que está dejando una fuerte derrama económica en México y la Riviera Maya, siendo en algunas zonas como los altos de Chiapas, el sustento de la economía de muchas familias de escasos recursos a raíz del levantamiento zapatista de 1994; en Quintana Roo, ha aumentado en el sector de bodas y grupos.

“Medio Monterrey quiere hacer su boda en la casa que era de Escobar, el narco colombiano en Tulum. Bastaron un par de bodas para que se convirtiera en el lugar preferido para la gente de allá, aunque es muy difícil que una persona de México la ocupe debido al elevado precio en que se cotiza”, comentó a [i]La Jornada Maya[/i] Verónica Rivera, de la empresa Blanc Corp Bodas y Viajes en la Playa.

Al momento, “tenemos citas agendadas hasta el 2019. La casa (…) la compró un artista, hay obras de arte por todo el lugar, esculturas… Todo es muy bello. Cuando mencionas quién fue el dueño original de la casa, la gente se emociona y compra la idea inmediatamente”, señaló.

En las calles de Playa, los locales han visto con asombro la cantidad de turistas que se toman fotografías con despliegues de fuerzas policiales de fondo, los cuales a raíz de las alertas de seguridad emitidas por países como Estados Unidos y Canadá, se incrementaron para brindar la percepción de seguridad en el destino. En el centro de la ciudad, se encuentran elementos de la Policía Federal, Ejército Mexicano y Marina, situación que aprovechan los turistas para inmortalizar mediante fotografías.

“Estos turistas de ahora en vez de tomarse fotos con las palmeras y el mar, se toman fotos cuando hay más de dos patrullas en un lugar".

“Hace unos días, aquí enfrente, hubo como 10 patrullas por un incidente en este hotel y al ver el despliegue, los turistas en vez de huir se tomaban la foto, como para presumir que estuvieron ahí o qué sé yo, es muy raro”, comentó Rosa María, encargada de una tienda de conveniencia a una calle del palacio municipal de Solidaridad.

Señaló que en dicho hotel “ha habido varios operativos, hace un mes hasta con perros en la noche y siempre han pasado turistas que se toman la foto”.

El turismo morboso no es un tema del que haya muchos estudios sociológicos en México, a pesar de ser mencionado en investigaciones sociales desde 1996 por los académicos John Lennon y Malcolm Foley de la Universidad Escocesa de Glasgow, bajo los términos de tanototurismo, turismo negro y turismo de duelo, los cuales comparten similitudes y son relacionados con sitios asociados con la muerte y la tragedia, teniendo como ejemplos los campos de concentración nazis de Auschwitz en Polonia, la Zona Cero de Nueva York, los genocidios africanos, pero en México la situación es diferente:

“Es más bien en lugares donde agarraron algún capo, en las manifestaciones de Oaxaca, en Chiapas con el zapatismo; una vez leí de un lugar que ofrece ‘sentir lo que un migrante’ y simulan pasar por el desierto”, comentó la socióloga Ida Isabel Izozorbe.

“El turismo morboso es un tema poco estudiado en México, a pesar de que tiene varias líneas de investigación a seguir. El ser humano tiene una inclinación natural hacia lo oscuro, hacia lo morboso; a veces, como comunidad, nos regocijamos con el mal ajeno para hacernos creer a nosotros mismos que no estamos tan mal, o que hay alguien peor que nosotros, cuando lo único que hacemos es contradecirnos".

“Si nosotros alimentamos el morbo promoviendo videos, visitas a los lugares donde sucedieron los acontecimientos, lo que demostramos es una gran falta de empatía como sociedad".

“Por otro lado, ser parte de este tipo de turismo, también nos puede enfrentar con nuestras propias abominaciones, y deshonras como grupo social, pero también podemos sacar provecho de esto para mejorar. Este tipo de turismo también tiene que ver con la economía de los lugareños, que ven estos acontecimientos como una oportunidad para ganar dinero extra, e incluso vivir de eso”, puntualizó.

[b]El factor narco[/b]

El problema del narcotráfico en México ha impactado en el tejido social tan profundamente que el día de hoy se producen series de televisión con un alto presupuesto las cuales han trascendido las fronteras a través de plataformas de difusión de video digital como Netflix.

Usuarios de todo el mundo pueden acceder a las producciones locales que cuentan con más de 10 títulos posicionados fuertemente. España ha sido el receptor idóneo por la cuestión del idioma de estas producciones que no escatiman en publicidad para acaparar la atención del sector de mercado más influyente hoy día, los millenials.

Como reflejo de este boom televisivo, México ha captado la atención de este sector el cual se encuentra realizando viajes ex profeso para conocer de cerca “el país de las series de los narcos”, comentó Iñigo, joven que viajó junto con su novia Isabel años a la Riviera.

“En España no pasa nada y queríamos conocer México y sus calles, aunque hemos notado que aquí en Riviera Maya no es así. Al contrario de lo que dicen en las series, aquí todo es muy lindo y nos han tratado muy bien en el hotel y en las calles”.

La pareja originaria de Barcelona estuvo 12 días hospedada en un resort de la Riviera Maya e hizo algunas “excursiones” a Playa del Carmen, Tulum y las ruinas arqueológicas de Cobá.

[b]Turismo “de aventura” en zonas de invasión[/b]

En Playa del Carmen, este interés por conocer algo más allá de lo que se ofrece tradicionalmente ha propiciado que excursiones por los cinturones de miseria en la ciudad sean incluidos en los llamados tours “de aventura”: recorridos por las invasiones de terrenos y “las torres”, donde los turistas extranjeros caminan entre las casas de cartón, compran en las tiendas de abarrotes que enfrían las bebidas con hielo por no tener acceso a energía eléctrica y miran de cerca la manera en que los drenajes de estas casas están conectados directamente al subsuelo.

El sector hotelero mira con escepticismo esta situación, considerando un tanto penoso este asunto.

“La verdad duele pero es verdad, ¿no?”, comentó en privado un ejecutivo de hotel en Playa del Carmen.