Más libros y abrazos, cero balazos

Margarita Robleda
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Lunes 18 de junio, 2018

Más libros y abrazos, cero balazos… he perorado por doquier; sin embargo, en Ciudad Juárez, hace unos días, esta propuesta pareció tener más claridad. La Secretaria de Cultura del estado de Chihuahua organizó en esta ciudad la Feria del Libro de la Frontera. Esta última palabra me dice que ésta no sólo es una cuestión geográfica, sino que también es la línea divisoria entre el conocimiento y la ignorancia, la tolerancia y la discriminación, la violencia y la paz.

La feria dedicada a los niños y jóvenes, además de los consabidos talleres, venta de libros y cuenta cuentos, tuvo a bien convocar a autores de literatura para niños, mal llamada infantil, porque no está escrita por los infantes, para conocerse, intercambiar preguntas, descubrimientos, propuestas y fortalecerse como grupo. ¡Gracias! Fue muy enriquecedor. Contradicciones del sistema. ¿Cómo esperan que los maestros promuevan la lectura si en las Normales no incluyen la materia de literatura para niños? Y si eso no existe a nivel de cultura general, con los cuentos tradicionales, menos sucede con el estudio de los autores nacionales y regionales de este rubro; en otros países, como Francia, escribir para los infantes es una especialidad.

¿Están leyendo los niños y jóvenes?, ¿qué temas les interesa?, ¿y la tecnología?, ¿se vale manipular la historia para incluir la moraleja que exigen los posibles compradores, llámese maestros, padres de familia, instituciones? Los autores más jóvenes tienen la inquietud de llamar a las cosas por su nombre. Los de otras generaciones proponemos que la propuesta va implícita y que aspiramos a ofrecer una literatura de calidad, donde se favorezca la belleza y poder de la palabra. Es lo rico del asunto. El menú es más amplio y nos enriquece a todos.

A Norma Muñoz Ledo le gusta investigar y sus novelas para jóvenes ofrecen información y deleite. Siete años le tomaron investigar y escribir un libro sobre los personajes fantásticos de nuestro país. Por supuesto está la [i]Xtabay[/i], los [i]aluxes[/i], el [i]Huaychivo[/i]. Las historias de Elman Trevizo están cargadas de imágenes que vivió en su niñez en la frontera entre el mundo menonita, rarámuri y mestizo de Cuauhtémoc, Chihuahua, la ciudad que lo vio crecer. Es increíble cómo lo local se vuelve tan universal. Extrañé a Iván Suarez Caamal, extraordinario poeta para niños de nuestra península.

Al final del encuentro, la Feria del Libro de la Frontera, le hizo un reconocimiento a Elena Dresser por su trayectoria. Con cerca de 40 libros publicados en diferentes editoriales, Manuela color canela, recorrió mundo a través del Fondo de Cultura. Elena nos compartió la emoción de encontrarla en Singapur. Y si eso nos asombra, las voces de maestros que le agradecían la fortaleza que les dio Manuela en el momento que lo necesitaban, fue realmente conmovedor. Porque a final de cuentas, la literatura es una ventana que ensancha el horizonte. Después de la lectura, las cosas nunca más serán igual.

A Elena y a mí nos tocó los inicios del movimiento de productores de material para niños. Antes de eso, habían sido propuestas solitarias. En ese entonces, principios de los 80, iniciaba la Feria del Libro Infantil y Juvenil, FILIJ, y ésta propiciaba el encuentro de autores con los lectores niños, maestros y padres de familia; libreros e ilustradores. Era realmente una fiesta familiar. Gilberto Rendón Ortiz, autor multipremiado con dos Premios Nacionales de Cuentos para Niños, un Casa de las Américas y muchos otros más, sin embargo, el gran desconocido fue uno de los fundadores de CUICA, un colectivo en el que nos reuníamos con Tere Remolina, Isabel Suarez de la Prida, Becky Rubinstein, Liliana Santirzo y Juan José Salazar de la naciente editorial Amaquemecan para entender de qué se trataba el asunto de escribir para niños.

Y bueno, este es el momento en el que, aunque ya nadie escucha nada y lo único que queremos es que termine esta guerra que está drenando nuestros recursos físicos y emocionales, recordarles a todos los candidatos, a los que quedan, porque me pregunto, quién está detrás de esta casería tan inmisericorde. ¿No será que quieren crear tal caos que les permita “cancelar” las elecciones por no encontrarse el país en condiciones adecuadas? Pues a los que queden y al público en general, mi petición es: urge recuperar el Programa Nacional de Lectura o, los amigos de lo ajeno, los de cuello blanco o vivales que inventan partidos, nos seguirán llevando al baile en total impunidad.

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