El clandestino conoce bien las consecuencias de su actividad

Juan Manuel Contreras
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 28 de junio, 2018

En vísperas de las elecciones, no resulta extraño escuchar a los habitantes de Yucatán platicando sobre la Ley Seca y las “compras de pánico” que efectuarán ante la prohibición de la venta de alcohol, que en esta ocasión dará inicio el primer minuto del sábado 30 de junio y tiene como fin el preservar la paz y que “los votantes estén en sus cinco sentidos”.

Lo que sí llama la atención es que, siendo uno de los estados con mayores índices de alcoholismo del país, exista quien omita atiborrar su nevera con la bebida de su preferencia, obligándose a recurrir a los famosos “clandestinos”: expendios de bebidas embriagantes que operan al margen de la ley.

No se tiene una cifra exacta de cuántos negocios de este giro operan en la entidad, sin embargo, la ubicación de éstos establecimientos suele ser del dominio público; ya sea porque pasa de boca en boca o por que en los barrios más populares nunca falta quien se apoye su economía familiar comercializando bebidas alcohólicas “después de la hora”.

Tal es el caso de La Hormiga, quien lleva más de 30 años dedicándose a dicha actividad en su domicilio de la colonia Jesús Carranza. Entrevistado por [i]La Jornada May[/i]a, el comerciante relata su experiencia relativa al clandestinaje, la forma en la que opera y los cambios que ha habido en el negocio con la emergencia de nuevas tecnologías.

Al personaje es común vistarlo sentado a las puertas de su vivienda, las más de las veces sin camisa y mitigando el calor con un misil de Superior. Padre de familia, vive con su esposa y pasa la mayor parte del día en un patio repleto de envases vacíos, muchos de ellos de ediciones de antaño ya descontinuadas.

“Pero no me vayas a torcer, ahorita está caliente la cosa con las elecciones”, advierte preocupado por el encuentro, sin embargo, hay cierto grado de confianza que le permite hablar con fluidez sobre su forma de vida.

Hubo un tiempo en el que fue herrero, sin embargo, sus problemas con la bebida le orillaron a dedicarse a una profesión menos exigente y que le permitiera adherirse a sus costumbres, la encontró en la venta de licor a deshoras, que le permite ganarse unos pesos y siempre estar surtido.

Los domingos, cuando la venta cesa a las 17 horas, son los días predilectos de La Hormiga, es cuando más vende.

Haciendo uso de sus habilidades matemáticas, calcula que ha llegado a vender más de 10 cajas de cerveza, y el precio por cada una puede variar, “si son amigos, a 40; si no, a 50. Según el sapo, es la pedrada”. Incluso cuando “está de buenas” ofrece su patio a los clientes para que departan las bebidas espumosas, “siempre y cuando se comporten”.

El clandestino conoce bien las consecuencias de su actividad, ya que a lo largo de su carrera, ha sido aprehendido en dos ocasiones por venta ilegal de licor. “Es una bronca”, recuerda. El comprador se hace acreedor a una multa administrativa de cinco mil pesos y 36 horas en los separos; el vendedor se va al penal.

“A los que vienen siempre, les tengo dado mi número”, detalló, pues considera que de este modo es más fácil que le avisen cuando van a requerir sus servicios. Los que no, deben llegar con las luces apagadas y gritar lo más sigilosamente posible en un pequeño orificio de su puerta. Al salir, un pequeño espejo permite visualizar la calle, “para ver que no venga la tira”.

Pese a ser un veterano en la venta ilegal de cerveza, La Hormiga informó que no trabajará el día de las elecciones, ya que las condenas por dicha actividad suelen aumentar al considerarse un delito federal y “no vale la pena correr el riesgo”.

Por su parte, Marisol Gómez, concesionaria de un Six, tiene altas expectativas para la venta de este viernes, platicó que su pedido en esta ocasión ha alcanzado casi el doble de lo habitual y la capacidad de su bodega se encuentra al tope, “ojalá que se vaya todo”, dijo.

Añadió que ya son varios los vecinos que han separado su “dotación” para “aguantar” los resultados de los comicios; y los más aguerridos, para presenciar el encuentro entre la selección mexicana con la de Brasil.

Ante la alta demanda del producto, Marisol se verá en la necesidad de pedir prestada la camioneta de su hermano y contratar a otro vecino para que le ayude a llevar los pedidos, ya que para muchos es imposible llevar a cuestas una caja de “misiles” que pesa cerca de 25 kilos.

No obstante las fuertes medidas de seguridad que la SSP implementa los días de la Ley Seca, a simple vista puede observarse que el consumo de alcohol aumenta exponencialmente entre la población. Muchos organizan convivios y “hacen su despensa” ante el temor que el líquido falte durante el fin de semana.

En 2017, Yucatán fue el estado con más casos de intoxicación por alcohol de todo el país. En ocho meses se registraron cinco mil 940 incidencias en la entidad, de los cuales la mayoría (cinco mil 130) fueron hombres, mientras que los 801 restantes se trató de mujeres, de acuerdo con el boletín epidemiológico emitido por la Secretaría de Salud.

Pese a las declaraciones del Presidente del CCE, Michel Salum Francis, en las que asegura que los comercios y restaurantes no se verán afectados con la medida de la Ley Seca, varios artistas locales revelaron que los bares en donde se presentan prescindirán de la música en vivo el viernes, el sábado, y algunos hasta el domingo, situación que afectará directamente su economía.