La Moncloa reanuda el diálogo con Cataluña

Armando G. Tejeda
Foto: Afp
La Jornada Maya

Madrid, España
Lunes 9 de julio, 2018

Siete años después de distanciamiento y en medio de la crisis política más grave y profunda entre ambas, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, se reunió durante más de dos horas con el mandatario catalán, el independentista Quim Torra, con lo que se abrió una nueva fase de diálogo. Mientras el líder soberanista insistió en sus reivindicaciones prioritarias, que son el derecho a la autodeterminación y la "liberación de los presos políticos", el Ejecutivo español propuso que volviera a funcionar la Comisión bilateral del Estatuto de Autonomía donde abordar cuestiones tan vitales como la pobreza energética, las inversiones en la región y el desarrollo del autogobierno dentro de los límites del estatuto.

El mandatario español, Sánchez, asumió el cargo hace poco más de un mes tras una moción de censura contra el anterior Ejecutivo, presidido por el derechista Mariano Rajoy, y tras una larga lista de escándalos por corrupción. La llegada a la presidencia de Sánchez fue posible en parte por los votos de los 15 diputados en el Congreso español de las dos formaciones independentistas catalanas con presencia en Madrid -Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat). Un apoyo que también se ha mostrado en otras reformas o iniciativas del nuevo gobierno español, que tiene que negociar con varias fuerzas para sacar adelante sus propuestas ante la debilidad de su propio grupo parlamentario -solo 85 diputados de los 350 que integran el Parlamento-.

Con este escenario, Sánchez inició una nueva fase de diálogo con Torra, al que en el pasado definió él mismo como un “racista peligroso” y “xenófobo”, y con el que ahora se sentó a dialogar durante más de dos horas en el Palacio de La Moncloa la forma de desbloquear el conflicto político entre ambas regiones, el más grave y profundo de las últimas décadas.

Torra, que asistió a la reunión con el lazo amarillo reivindicativo de lo que llaman “presos políticos”, instó al presidente Sánchez a desbloquear la “peor crisis institucional provocada por el Estado español” -según sus propias palabras- , encontrando una formula que permita a la sociedad catalana cumplir con el mandato popular del referendo de independencia del pasado 1 de octubre, en el que una amplía mayoría decidió apoyar la secesión. Aunque cabe recordar que aquel referendo se celebró en medio de una prohibición policial, con actos de represión y en el que sobre todo acudieron a votar los simpatizantes con las proclamas independentistas, que son algo menos de la mitad de la sociedad catalana.

El mandatario catalán también reclamó la liberación de los “presos políticos”, en alusión a los líderes independentistas que están en prisión o procesados -23 en total- por la declaración unilateral fallida de secesión del pasado 27 de octubre, que derivo en sendas querellas y procesos judiciales por los delitos de rebelión, malversación y desobediencia. El Ejecutivo español rechazó que existiesen presos políticos en España y advirtió que el gobierno no puede ni debe tener ninguna incidencia en las decisiones de los tribunales.

La Comisión bilateral funcionará a partir de ahora después de siete años sin trabajar y en ella se abordarán cuestiones vitales para la región, como las políticas sociales, de empleo, de dependencia, el proyecto del corredor del Mediterráneo, las leyes que están paralizadas en el Tribunal Constitucional propuestas por anteriores gobiernos catalanes, como las del cambio climático, la sanidad universal y la pobreza energética.

Ambas delegaciones acordaron reunirse en las próximas semanas en Barcelona. El objetivo es desbloquear la crisis y abrir una nueva fase de convivencia.