Máscara de Calakmul "fue amor a primera vista": Pilar Cuairán

Fabrizio León Diez
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya

San Francisco de Campeche
Martes 10 de julio, 2018

Con más de mil 200 años de antigu?edad, la máscara de Calakmul se encuentra en exposición permanente el Museo de Arquitectura Maya del Baluarte de La Soledad, en la ciudad de Campeche.

Al respecto, la curadora de la exposición del INAH de dicho estado, Pilar Cuairán, señaló que se trata de una pieza de identidad; y un indiscutible referente del arte maya, así como del patrimonio cultural.

La investigadora detalló que la pieza ha suscitado un orgullo inmenso desde que fue descubierta en su contexto arqueológico debido a su belleza, la calidad de su manufactura y lo que representa.

Incluso, desde su primera restauración -en la cual no se integraron todos los elementos-, desde que se le conoció, “fue amor a primera vista para los campechanos y para toda la gente interesada en el patrimonio cultural. Es una obra maestra”, añadió.

La máscara de Calakmul se hizo acreedora a dicho calificativo debido a que proviene de una cultura con gran conocimiento a nivel tecnológico y en lo referente a la riqueza de pensamiento; “es una cultura formadora de nuestra identidad y pasado, una de las manifestaciones cumbres de Mesoamérica”.

La pieza está elaborada con un material considerado precioso y sagrado por la cultura maya, y que hasta hoy tienen un gran valor, como es el jade.

“La calidad de la manufactura habla de un talento artístico inconmensurable y también es la forma, respecto al fondo, el contenido, todo lo que nos dice de nuestro pasado; de la cosmovisión maya y de la mente mesoamericana en general”.

Cuairán comentó que cada uno de los elementos de la máscara encierra “una sabiduría infinita”, pues cada uno forma parte de un todo; a pesar de tratarse de un gobernante aún en calidad de desconocido.

“Me parece muy bonito que el gobernante en cuestión sea desconocido, porque nos recuerda que nunca está acabado el conocimiento sobre el patrimonio cultural. Siempre las miradas lo renuevan y se perpetúan”, agregó.

Asimismo, explicó que la idea de armar una curaduría en torno a una sola pieza surgió porque, luego de los incontables viajes de la máscara, como embajadora del patrimonio cultural maya, se le dedicó una exposición a manera de homenaje, “da para eso y más” subrayó.

La académica dijo que se trató de “una especie de experimento”, pues considera que las exposiciones temporales en donde se muestran cientos de piezas, pierden el contacto personal, “quisimos obligar al visitante a estar en un espacio a solas con la pieza, enfréntalo a ella”.

Acerca de la iluminación, la curadora admitió que fue un proceso complicado, ya que el jade es un material que pulido, “refleja mucho”; sin embargo, hay partes que son mucho más densas y se vuelven opacas. También la hay traslúcidas, “fue un reto encontrar el equilibrio perfecto”.

Precisó que la exposición comenzó a trabajarse desde el 2015, y se materializó a finales del 2017, siempre con miras a que los contenidos desarrollados tengan una vigencia para adaptarse al espacio. “El espacio también nos habla”, dijo.

“Ha sido una experiencia muy gratificante, pues desde el inicio se trató de un experimento, alejado de esa idea de ‘pieza del mes’; nadie se ha atrevido a exhibir una sola obra. Le apostamos a que la potencia de la máscara de Calakmul sea suficiente”.