Cambio de estructuras para cambiar el “chip” nacional: Solalinde

Texto y foto: María Briceño
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 20 de julio, 2018

El padre Alejandro Solalinde, figura de cambio en la Iglesia y la sociedad por su trabajo de protección a los migrantes, platica con [i]La Jornada Maya[/i] para dar a conocer el nuevo libro [i]Revelaciones de un misionero: Mi vida itinerante[/i], y compartir sus impresiones sobre el período de transición de gobierno por el que atraviesa el país.

El libro se elaboró con entrevistas continuas que realizó con la destacada periodista Karla María Gutiérrez, recaudando 150 horas de grabación. La pieza da como resultado un libro íntimo en donde la constante es la intimidación y múltiples amenazas de muerte que ha sufrido Solalinde, así como la fé que lo sostiene para enfrentarlas.

En menos de 20 minutos había salido dos veces de la sala de prensa. Es inquieto y perfeccionista, quiere asegurarse que la gente esté cómoda en la presentación del libro que sería dentro de unas horas. Viste sencillo pero presume la pulsera que porta, es de cuero y reza el padre nuestro.

“Es que conmigo no va el estilo, quiero que mi gente esté cómoda cuando llegue”, dice tratando de disculpar su anterior exigencia.

Los elementos de seguridad con los que cuenta para su persona esperan atentos, después de numerosas amenazas de muerte se vio obligado a contar con guardaespaldas. Incluso Margarita Zavala, siendo la primera dama, en una ocasión se comunicó con él para pedirle de favor que aceptara andar con escolta. Solalinde confiesa que se replanteará si es necesario el uso de seguridad.

“La peor amenaza en contra de mi vida fue el día 24 de junio del 2008. Todo el día fue un calvario, es donde me pregunto cómo Dios me dio fortaleza de enfrentar todo eso”, añadió afligido. Se trató de un altercado en el albergue que lidera, en donde 50 personas residentes de Ixtepec, entre ellos el alcalde y policías, irrumpieron el recinto y amenazaron con prender fuego al edificio.

[b]Retos y alianzas del sexenio[/b]

“Durante un encerrón con el gabinete de Andrés Manuel, la semana pasada, me emocioné muchísimo al ver que ya no es el candidato el que habla, sino el presidente electo, y está metiendo en cintura a todos. Está pidiendo que le bajen dos rayitas a la jerarquía, que se quiten esas telarañas de la anterior política corrupta”, afirma Solalinde.

Relata en entrevista, que después de la junta con el gabinete de transición, lo abrazó cariñosamente y le dijo: “Gracias, Andrés Manuel, yo no soy palero de nadie, pero si lo digo, lo digo con la plena conciencia de que en verdad lo es”.

Solalinde considera importante el cambio de estructuras en este sexenio para poder combatir de manera efectiva a la corrupción y cambiar el “chip” nacional. “Tenemos que dejar de ser materialistas, consumistas, reconocer el valor de la gente y la diversidad, amarla, disfrutarla” afirma el padre. El gobierno anterior contaba con una estructura para tener dinero y poder, expresa, “eran enemigos del pueblo, no amigos”.

Se refiere al gobierno de Andrés Manuel López Obrador como un “gobierno amigo” y asegura no le fallará a la gente; sin embargo, reconoce el reto descomunal que enfrenta “es probar hasta qué punto ellos están dispuestos a bajar el dinerito a su sueldo, hasta cuánto aman a su pueblo, veamos que vale más si el servicio o el dinero” reta el misionero.

Un aspecto importante a tratar para Solalinde es el tema migratorio, nos adelanta que el 27 de julio habrá una junta con colaboradores y especialistas del equipo de transición. “Vamos a obedecer las instancias internacionales, que haya una política pública migratoria”.

[b]Llamado a AMLO[/b]

Al ser cuestionado sobre las nuevas figuras del esquema, los coordinadores de estado, Solalinde hace un llamado a Andrés Manuel. “Tengo preocupación, no me gustaría que estos delegados estuvieran solos, le hago la sugerencia a AMLO de que tengan un consejo consultor ciudadano local, para que los acompañen y no caigan en la tentación que trae el poder”, dice. Solalinde confía en que la ciudadanía sabrá guiar en este proceso evolutivo.

Respecto al acercamiento latente de Andrés Manuel con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZNL), Solalinde comparte que recibió una llamada el viernes pasado de una persona que quería reunirse con él, acepta y asume que pensó que se trataba de una mayoría del ejército. Le piden que el diálogo que entablen con Andrés Manuel sea por escrito, porque ellos “son desconfiados”.

“El ejército zapatista no es un gran monolito, tiene muchas partes. Yo me comuniqué con AMLO, pero no directamente porque se tomó unos días de descanso, sin embargo sí a una persona de su confianza, y aceptaron que yo sea un puente de diálogo entre ellos. Nos preparamos y acudimos a la cita con los zapatistas. Ahí me dejaron claro que no eran los altos mandos, sino una parte que contaba con esta iniciativa”, expresa.

Mientras esto sucedía, el subcomandante insurgente Moisés emitió un comunicado negando el acercamiento: “El EZLN no ha recibido del señor Solalinde nada más que mentiras, insultos, calumnias y comentarios racistas y machistas, al suponer él que, como se sostenía en la época del salinismo y el zedillismo, somos unos pobres indígenas ignorantes que somos manipulados por, usando sus mismas palabras, ‘caxlanes que administran el zapatismo’, y que eso evita que bajemos la vista y nos postremos ante quien” Solalinde ‘considera el nuevo salvador’”, agregó.

Solalinde añade “Yo no conozco al comandante Moisés, pero no voy a contestar nada, pero merece mi respeto y reconocimiento por su lucha, y es un movimiento que admiro mucho pero opino que es un movimiento que debe replantearse ante los cambios que están sucediendo”.

[b]Al mando de Derechos Humanos[/b]

Cuando Andrés Manuel Lopéz Obrador fungía como candidato a la Presidencia del México, compartió que de ser posible pondría a Alejandro Solalinde al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); sin embargo, la ley no lo permite, ya que es representante de una religión.

Al respecto, Solalinde dice que lejos de orgullo sintió una fuerte responsabilidad. El Padre Pollero, como también le llaman, confiesa que en sus adentros aceptó la propuesta pero lo pensó y se dijo “no me veo como funcionario”.

Después de declinar la propuesta, Andres Manuel le dijo “si por algún motivo no aceptas el cargo, te encomiendo que sugieras a una persona para el cargo, estoy seguro que la persona que elijas será la adecuada”.

Dos días después de la encomienda, Alejandro Solalinde ya tenía un nombre. Se trataba Elizabeth Lara Rodriguez, defensora de los derechos humanos, quien según afirma el padre, “trabaja arduamente sin horarios”.

Solalinde trabajará de la mano de Lara Rodríguez a manera de apoyo y asistencia aliada de esta importante encomienda.