La primera escuela racionalista, en Yucatán

Óscar Muñoz
Foto: Tomada de la web
La Jornada Maya

Lunes 6 de agosto, 2018

La tendencia socialista de la educación en México no inició con el ministro Narciso Bassols, cuando éste estuvo al frente de la Secretaría durante los gobiernos de Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, sino que ya existían antecedentes de este enfoque educativo. Existía ya la escuela Modelo América, que fundó el sindicato de obreros de Ciudad Mendoza, Veracruz. También existía la escuela racionalista, de la que Vicente Lombardo Toledano señalaba: “el niño debe actuar en el taller, en la granja, en la fábrica, en el laboratorio; el maestro debe ser excitador de la investigación… que conduce a la educación racional.”

La escuela racionalista fue establecida primeramente en Yucatán y después en Tabasco. Estas primeras escuelas fueron creadas casi al vapor, con base en la clasificación de las ciencias propuesta por Augusto Comte. Eran escuelas llamadas “de acción”, que seguían como orientación social lo señalado en el artículo 123 de la Constitución. Sin embargo, el modelo no tuvo repercusión en todo el país. Según las declaraciones vertidas en las convenciones de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) en 1923 y 1924, la escuela racionalista no satisfacía las “aspiraciones del proletariado”. En 1930, el Congreso de Tabasco propuso una reforma al artículo 3º constitucional para sustituir el laicismo por el racionalismo, pero la iniciativa no prosperó.

En la convención de la CROM de 1924, la mayoría de los participantes pugnaron por una escuela “combativa” que destruyera todo prejuicio. En el debate, Vicente Lombardo Toledano argumentaba una serie de fallas del sistema de enseñanza: a) el problema fundamental está en la falta de instrucción entre los diversos grupos étnicos del país; b) la escuela de primeras letras no es suficiente, hace falta una mejor preparación de los profesores; c) el maestro de la escuela rural debe ser distinto de la escuela con talleres; d) la educación universitaria debe estar al servicio de todas las clases sociales, y e) la preparación técnica de los obreros no sólo es emancipación espiritual, sino la posibilidad de que los trabajadores puedan dirigir empresas.

Como conclusiones de esta convención obrera, los participantes destacaron que, ya que la escuela laica y la racionalista no podrían corregir las fallas del sistema escolar, habría que crear la “auténtica escuela de la revolución”, bajo las siguientes consideraciones: 1) dar preferencia a la educación de los obreros, campesinos e indígenas, pero con un nuevo programa, no el existente; 2) la escuela primaria urbana debe dar preferencia a los entrenamientos técnicos en pequeñas y grandes industrias; 3) dar la debida preparación al profesorado, haciéndolo consciente de la labor que realizaría; 4) crear la enseñanza técnica y sistematizada que ofrezca al obrero posibilidades iguales y mejoramiento social y económico.

Con todo ello, de 1924 a 1933 las organizaciones obreras fueron cultivando la idea de imprimir en la educación una nueva orientación basada en la doctrina socialista. Así, los convencidos de este modelo educativo comenzaron a ver con buenos ojos la propuesta obrera. Así, en la junta de inspectores de educación federal celebrada en 1932, una de sus resoluciones dictó lo siguiente: “Tenderá (la escuela) a transformar los sistemas de producción y distribución de la riqueza con una finalidad francamente colectivista”. En el Congreso Pedagógico de Jalapa, de 1932, una de sus conclusiones expuso: “Preparar a las comunidades para que tomen participación activa en la explotación socialista de la riqueza en provecho de las clases trabajadoras y en el perfeccionamiento institucional y cultural del proletariado.” En el Congreso Nacional de Estudiantes, en Veracruz, en 1933, una de sus resoluciones dice: “Que la universidad y los centros de cultura superior del país formen hombres que contribuyan, de acuerdo con su preparación profesional o la capacidad que implican los grados universitarios, al advenimiento de una sociedad socialista.”

Y como los casos anteriores, hubo muchos otros ejemplos sucedieron con la finalidad de desaparecer el laicismo educativo y apostar por un nuevo enfoque y un nuevo contenido de la enseñanza. En consecuencia, el Partido Nacional Revolucionario de aquel entonces y la Cámara de Diputados designaron una comisión para que estudiara el problema y formulara la iniciativa de una reforma al artículo 3º constitucional. La comisión coincidió con las organizaciones obreras en suprimir el laicismo y rechazar la escuela racionalista. En su lugar, propuso el establecimiento de una educación fundamentada en la doctrina socialista. Cabe destacar que los trabajos de la comisión coincidieron con la campaña del candidato presidencial Lázaro Cárdenas, quien tenía el mismo enfoque en sus ideas, es decir, la tendencia socialista que deseaba dar al sistema de enseñanza.

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