Ganso Azul contrata a jóvenes para que adquieran experiencia laboral

La Jornada Maya
Foto: Comunicación Ganzo Azul

Mérida, Yucatán
Lunes 20 de agosto, 2018

“A los 18 años no se posee la experiencia suficiente y los 25 no es edad para retirarte”, dice Claudia Martínez, directora de Ganso Azul, sobre la edad en la que una empresa emplea normalmente a sus trabajadores. Bajo esta premisa, la compañía maquiladora no delimita un rango de edad para la contratación de su personal, lo que permite a los empleados desarrollarse desde muy jóvenes, o en su caso, aprender otras habilidades ya en la edad adulta.

Mónica Franco es un ejemplo de talento joven que ha encontrado una oportunidad de crecimiento dentro de la compañía de uniformes de seguridad. “Soy buena para las matemáticas, siempre me han gustado los números; en la escuela me destacaba en esa materia”, cuenta la entrevistada.

Al cumplir la mayoría de edad, Mónica comenzó con la búsqueda de su primer empleo; en Ganso Azul lo encontró y ahí continúa desde hace 16 años.

Introducirse al mundo laboral siendo tan joven, no fue difícil, cuenta Mónica, ya que si algo distingue a la empresa es que tiene “un equipo de trabajo muy unido”, del cual siempre ha recibido apoyo, lo que incluye a sus compañeros y a los directivos de la empresa. De esta manera se introdujo al ambiente profesional, tan sólo con estudios de secundaria. “Yo era una adolescente muy tímida, cualquier cosa que me decían me apenaba. Y de una etapa a otra fui aprendidendo a desenvolverme; fueron muchos cambios, y aquí he vivido muchas cosas”, detalla.

Sin experiencia, Mónica comenzó como operadora de costura, pasó por el área de distribución y calidad y, finalmente, encontró una pasión en el departamento de nóminas. Como parte de esta última área, cuenta que “como a mí me gustaban los números, sentí que aprendí rápido, que me estusiasmaba hacer todo lo que conlleva este trabajo”. Hoy, Mónica es la encargada de entregar cada semana su nómina a 540 trabajadores.

[b]Estabilidad y tranquilidad en el trabajo[/b]

El crecimiento profesional de Mónica ha ido a la par de un crecimiento económico, mismoque ha tenido por resultado estabilidad y tranquilidad para ella y su familia. Fue a los cuatro años de trabajo que obtuvo su primer gran beneficio. “Mi trabajo aquí me permitió obtener mi casa. Fue mi primer empleo y me dio la seguridad social que necesitaba”, resalta.

Mónica labora de lunes a viernes, de 7:50 de la mañana a 6 de la tarde, descansa los fines de semana y cuenta con prestaciones como vales de despensa, Infonavit, Fonacot, Seguro Social y transporte del trabajo a su casa –transporte privado distribuido por diferentes municipios del estado-. Asimismo, los empleados cuentan con una serie de incentivos como bonos de producción, puntualidad y asistencia; los de nuevo ingreso cuentan con un bono de 40 días.

La entrevistada subraya la importancia de contar con este tipo de prestaciones, que además de atender las necesidades básicas de salud, ofrece antigüedad laboral, “y, bueno, para poder sacar un crédito del Infonavit, tienes que tener Seguro Social y cierta antigüedad”. La trabajadora ha recibido diversos apoyos –entre ellos, créditos personales–, por ello, es que su plan de vida es continuar laborando para la maquiladora. “Estoy estable, tranquila, y no he pensado, para nada, en buscar empleo en otro lado”.

En más de diez años de antiguedad, ha sido testigo también del crecimiento de la compañía, la cual cuenta con una plantilla actualmente que rebasa los 500 empleados. “Vi que creció muy rápido. Yo entré cuando estaban en la colonia Yucatán, en el 2002, y eran como 40 o 50 personas; desde ahí hubo un cambio muy drástico”.

Finalmente, resume sus 16 años en Ganso Azul como una experincia invaluable que la ha ayudado a crecer también como persona, ahora lo valora, porque ya es madre de dos hijas. Como la de ella y otras historias, decenas de empleados se han quedado con Ganso Azul, y esperan celebrar próximamente sus 20 años de existencia.