Katia Rejón
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Sábado 15 de septiembre, 2018

El Gobernador de Yucatán, Rolando Zapata Bello, da este 15 de septiembre del 2018 su último grito de Independencia al frente del estado. Breve y flojo, el grito de Dolores 208 años después de la Independencia de México frente a España no dura ni un minuto. Menciona a cinco héroes de la patria e inmediatamente, la Soberanía Nacional y México.

Rolando Zapata Bello fue considerado por varias organizaciones nacionales como “el mejor gobernador de la República”. Sin embargo, esto no fue suficiente para que su partido continuara dirigiendo el estado. Cuando menciona el nombre del país, ondea la bandera y suenan las campanas del Palacio de Gobierno, también como preámbulo al adiós que será en quince días.

En el balcón hay oficiales y otros políticos como Martha Góngora Sánchez, Secretaria de Gobierno, quien momentos antes leyó el Acta de la Independencia. El fragmento “ha recobrado el ejercicio de su soberanía usurpada…” suena un tanto irónico.

Abajo el ambiente no es conmovedor ni emocionante como en años anteriores. Casi nadie va vestido con los colores de la bandera, no hay muchos niños con sombreros o globos como en el 2017. Las personas simplemente parecen esperar el siguiente paso del protocolo. Aplauden y cantan el Himno Nacional junto con la Banda de Guerra, después toman fotografías y video de los fuegos artificiales que duran poco más de cinco minutos.

Arriba, asomados al balcón, también están la presidenta municipal interina María Fritz Sierra, el fiscal Ariel Francisco Aldecua Kuk y Sarita Blancarte. Adentro, en el salón del Palacio de Gobierno están secretarios como Roger Metri Duarte; la nueva cónsul de la Península, Courtney Beale; la ex alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo Lara, entre otros políticos y sus familias.

Los que se quedan, como Edgar Ramírez Pech, están felices. “Muy orgulloso, desde luego. Muy comprometido con el licenciado Mauricio Vila Dosal que pretende y va a hacer un excelente gobierno de la mano de ciudadanos”, comenta en entrevista.

Ramírez Pech fue el presidente estatal del Partido Acción Nacional hasta después de las campañas. Ahora forma parte del equipo de transición del próximo gobernador. “Estoy dispuesto a colaborar desde siempre en la construcción de un Yucatán más próspero y mejores oportunidades para todos”, agrega.

Mientras algunos hablan del futuro, lo que viene, lo que será; otros hablan del presente y lo que se ha construído hasta ahora. Martha Góngora Sánchez, Secretaría General de Gobierno, se dice contenta porque Yucatán puede disfrutar esta noche en familia con tranquilidad, a diferencia de otros estados de la República.

“Se nota la participación de las familias yucatecas y esa relación que tienen con el gobierno para privilegiar la paz y la tranquilidad”, apunta en una entrevista rápida.

Arriba hay refrescos, agua, guayaberas y vestidos rojos. A pesar de la música, la mayoría platica y se toma fotos en la sala del balcón. En una pantalla está el grupo mexicano Matute interpretando canciones ochenteras del rock en español, pero nadie en el salón voltea a ver la televisión.

El vocalista de Matute agradece a la gente de Yucatán. Pregunta qué se siente ser la ciudad más segura del planeta y dice que es una población que tiene que enseñar a los del resto del país. Ha dado en el blanco porque la gente afuera responde con una ola de gritos. Remata con un “son un ejemplo para el país ¡Viva Yucatán!”. Arriba nadie parece sentir las palabras del músico.

Abajo es otra cosa. Son aproximadamente 30 mil personas. Todos tienen la vista puesta en el escenario y en los músicos que interpretan canciones como Devuélveme a mi chica, Cómo te va mi amor y otras baladas que fueron un éxito hace treinta años.

La gente recuerda la letra, baila y canta. Matute ha estado muchas veces antes en Mérida y las canciones se escuchan todo el tiempo en bares, restaurantes o la radio, pero a las personas parece agradarles lo conocido. Lo que se saben de memoria. Una mujer abraza una bandera pequeña mientras canta Claridad de Menudo, otros niños atrás de ella se duermen.

El grupo insiste en que esta es la mejor ciudad para tocar. Se despiden con un popurrí de baladas románticas para darle paso a la Sonora Santanera. Ya son casi la una de la mañana del 16 de septiembre del 2018. Un niño sentado en una banca de la Plaza Grande tiene las manos en la cara y pregunta a su mamá “por qué vinimos”, no como si no lo supiera, sino como reclamo. La señora aplaude la última canción del grupo y contesta: “A ver a Matute, ya nos vamos”.


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