Texto y foto: Ap
La Jornada Maya
Teherán, Irán
Sábado 22 de septiembre, 2018
Hombres armados disfrazados de soldados atacaron un desfile militar iraní anual este sábado en el suroeste de Irán, matando al menos a 24 personas e hiriendo a 53 en el asalto más sangriento que golpeó al país en los últimos años.
En el ataque ocurrido en Ahvaz hubieron varios disparos contra una multitud de marineros de la Guardia Revolucionaria, espectadores y funcionarios del gobierno que observaban desde un elevador cercano. Las sospechas recayeron inmediatamente sobre los separatistas árabes de la región, que anteriormente atacaron oleoductos sin protección del gobierno.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, culpó inmediatamente del ataque a los países de la región y a "Estados Unidos". Maestros, "llamaron a los pistoleros", reclutaron terroristas, entrenados, armados y pagados "por potencias extranjeras. Eso aumenta aún más las tensiones en el Medio Oriente ya que el acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales está en peligro después de que el presidente Donald Trump retirara a Estados Unidos del acuerdo.
"Irán responderá rápida y decisivamente en defensa de las vidas iraníes", escribió Zarif en Twitter.
El ataque se produjo cuando filas de Guardias Revolucionarios marcharaban por el Quds de Ahvaz, o Jerusalén, Boulevard, que al igual que muchos otros lugares del país vieron un desfile anual que marca el inicio de la larga guerra de Irán en la década de 1980 con Irak. Las imágenes capturadas por la televisión estatal mostraron que los periodistas y espectadores se volteaban hacia los primeros disparos, luego las filas de manifestantes se rompieron cuando soldados y civiles buscaron refugio bajo un fuego prolongado.
"¡Oh Dios! ¡Ve! Ve! Ve! ¡Acuéstense! ¡Acuéstate!", Gritó un hombre mientras una mujer huía con su bebé.
Los paramédicos atendieron a los soldados heridos, algunos ensangrentados con sus uniformes de gala, ayudaron a sus camaradas a llegar a las ambulancias.
La agencia de noticias estatal IRNA dijo que el ataque mató a 24 personas e hirió a 53, citando "fuentes con conocimiento" sin dar más detalles. Decía que los hombres armados usaban uniformes de la Guardia y atacaban hacia donde los comandantes militares y policiales estaban sentados.
"De repente nos dimos cuenta de que algunas personas armadas que vestían uniformes militares falsos comenzaron a atacar a los camaradas por detrás (el escenario) y luego abrieron fuego contra mujeres y niños", dijo un soldado herido no identificado a la televisión estatal. "Simplemente estaban disparando sin rumbo fijo y no tenían un objetivo específico".
Los detalles sobre el ataque permanecieron inciertos inmediatamente después.
El gobernador de Juzestán, Gholamreza Shariati, dijo a IRNA que dos pistoleros fueron asesinados y otros dos fueron arrestados.
La televisión estatal horas después informó que los cuatro hombres armados habían sido asesinados, tres murieron durante el ataque y uno más tarde sucumbió a sus heridas en un hospital.
Quien llevó a cabo el asalto también permaneció en cuestión. La televisión estatal describió inmediatamente a los atacantes como "pistoleros takfiri", un término utilizado anteriormente para describir al grupo Estado Islámico. Irán ha estado profundamente involucrado en la lucha contra EI en Irak y ha ayudado al asediado presidente sirio Bashar Assad en la larga guerra de su país.
Pero en las horas posteriores al ataque, los medios estatales y los funcionarios del gobierno parecieron llegar al consenso de que los separatistas árabes en la región eran responsables. Los separatistas, sin embargo, anteriormente solo realizaban bombardeos en oleoductos durante la noche o ataques de golpe y fuga.
Los separatistas acusan a la teocracia chiita de Irán de discriminar a sus ciudadanos árabes sunitas. Irán ha culpado a su archirrival de Medio Oriente, el reino sunita de Arabia Saudita, por financiar su actividad. Los medios estatales en Arabia Saudita no reconocieron el ataque de inmediato.
El grupo Estado Islámico más tarde se atribuyó la responsabilidad en un mensaje en su agencia de noticias Amaaq, pero no proporcionó pruebas de que llevó a cabo el asalto. Los militantes han hecho una serie de afirmaciones falsas a raíz de grandes derrotas en Irak y Siria.
En Teherán, el presidente iraní Hassan Rouhani observó un desfile militar que incluía misiles balísticos capaces de llegar a Israel y a las bases militares de los EE. UU. En el Medio Oriente. Rouhani dijo que la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear fue un intento de lograr que Irán abandone su arsenal militar.
"Irán no pone a un lado sus brazos defensivos ni disminuye sus capacidades defensivas", dijo Rouhani. "Irán aumentará su poder defensivo día a día".
El ataque del sábado se produce después de un asalto coordinado del grupo Estado Islámico del 7 de junio de 2017 al parlamento y al santuario del ayatolá Ruhollah Jomeini en Teherán. Al menos 18 personas murieron y más de 50 resultaron heridas.
Jomeini lideró la Revolución Islámica de 1979 que derrocó al shah respaldado por Occidente para convertirse en el primer líder supremo de Irán hasta su muerte en 1989. El asalto sacudió a Teherán, que en gran parte ha evitado los ataques militantes en las décadas posteriores al tumulto que rodeó a la Revolución islámica.
En la última década, tales ataques han sido increíblemente escasos. En 2009, más de 40 personas, entre ellas seis comandantes de la Guardia, murieron en un ataque suicida de extremistas suníes en la provincia de Sistan y Baluchistan, en Irán.
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