Cientos de guatemaltecos desplazados en México

Texto y foto: Hubert Carrera Palí
La Jornada Maya

San Francisco de Campeche
Martes 27 de noviembre, 2018

Hubert Carrera Palí, reportero de [i]La Jornada Maya[/i], obtuvo el primer lugar del Premio Heineken México al Periodismo Peninsular en la categoría de Nota Informativa, con el título [i]Cientos de guatemaltecos desplazados en México[/i]. Reproducimos el texto publicado en [i]La Jornada Maya[/i] el 21 de junio de 2017:


El presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo Local de Guatemaltecos Desplazados, Constantino Vázquez Suchite, fijó un plazo de ocho días para que la autoridad judicial de ese país emita el fallo al amparo que interpusieron para que regresen a su lugar de origen, de lo contrario formalizarán su petición de refugio en México.

Durante la primera reunión que sostuvieron autoridades gubernamentales con los desplazados, Rokael Cardona, comisionado para el diálogo del gobierno guatemalteco, ofreció a los 416 afectados reubicarlos a una finca, cuyo lugar no se especifica, donde se les dotará de viviendas, servicios básicos y tierras para trabajar, así como medidas para resarcir el daño que les ha ocasionado esta orden de desalojo, promovida por un juez de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) desde 2015. Sin embargo, Obdulio Chama Rivera aseguró que: “No estamos convencidos, porque el gobierno nunca cumple [...] siempre nos engaña y luego nos bota”.

Por su parte, Milton Méndez, alcalde de la provincia de San Andrés, a la que pertenece Laguna Larga, opinó que para el Ejecutivo y el gobierno municipal, el desalojo forzado no es lo correcto, “pero hay que acatar la orden del Poder Judicial”.

Don Constantino Vázquez Suchite narró que el pasado primero de junio les advirtieron que desalojaran Laguna Larga antes de la llegada de la Policía Nacional y el Ejército de Guatemala, ya que saben cómo procede en estos casos el gobierno guatemalteco, pese a que el conflicto armado quedó atrás desde hace más de 25 años.

Ante tal amenaza decidieron asentarse en una zona neutral entre las fronteras de México y Guatemala, al día de hoy se cumplen 21 días de desalojo forzado, viviendo en condiciones totalmente insalubres en más de un centenar de chozas de lona y casas de campaña en las que duermen hasta dos familias.

[b]Agradecen apoyo otorgado[/b]

Ante tal situación, reconocieron toda la ayuda humanitaria brindada por el gobierno mexicano desde el primer momento de su desplazamiento forzado. “Apenas se enteraron nos enviaron comida consistente: pollos, arroz, tortilla y agua, sobre todo porque autoridades supieron que los niños estaban llorando, ante la falta de alimentos” narró a La Jornada Maya doña María Luisa Guillén Mendoza, habitante de El Desengaño, comunidad que limita con la frontera guatemalteca.

Agradecieron también a la Cruz Roja, a los habitantes de las localidades fronterizas como Candelaria, Carmen, Escárcega, iglesias evangelistas y a Tabasco, todo el apoyo que están recibiendo, consistentes en víveres, agua, ropa y pabellones para protegerse ante el brote de moscos producido por la tormenta tropical Bret en esta región de la montaña, y en donde sus bajos de hacalché son prácticamente imposibles de transitar hasta con vehículos de doble tracción.

Don Constantino Vázquez Suchite dijo que gracias a la llegada de brigadas médicas provenientes de Candelaria y Protección Civil de ese municipio, así como del mismo alcalde Salvador Farías, quien envió ayer una planta de energía eléctrica están saliendo adelante, pues el brote de gripe, tos y males gastrointestinales se han controlado. Al respecto, el representante de los desplazados aseguró que “el gobierno de Guatemala no nos ha enviado ningún tipo de ayuda”.

Aunado a lo anterior, dos mujeres abortaron recientemente, pero están siendo atendidas en Candelaria; hay un caso de paludismo y se presentó otra de crisis nerviosa en un menor, luego de sorprender a un soldado del Ejército de Guatemala acechando el endeble campamento de chozas de lona.

Mariana Hernández, joven madre de tres hijos menores se dijo triste por todo lo que estaba sucediendo, pero agradeció al gobierno de México las muestras de solidaridad.

Paulino Hernández, otro de los desplazados, consideró que es mejor una reubicación ante el hostigamiento por parte del gobierno de Guatemala y lamentó que toda la producción de chihua, maíz y frijol que había sembrado se haya perdido, ya que no tendrá cómo sostener a su familia pues la cosecha sería vendida en México.

[b]No habrá más desplazados[/b]

Rokael Cardona, representante del gobierno de Guatemala, reveló que hoy se desplazará a los habitantes de otra comunidad, conocida como La Mestiza para después trasladar a otras nueve localidades que están en la misma situación legal. No obstante, debido al amparo interpuesto por los de Laguna Larga, dicha orden ya no se llevará a cabo.

Aseguró que la resolución del desalojo forzado se efectuó por parte de un juez y señaló que el gobierno de Guatemala lo apoya, debido a que no está haciendo nada para otorgar soluciones a la problemática, puesto que no está en sus manos.

Igualmente, desmintió categórico que el desplazamiento de esta gente corresponda a intereses de otro tipo como el hallazgo de crudo, la venta de las reservas o la instalación de un cuartel militar norteamericano.

Don Constantino Vásquez, indicó que es una decisión consensuada solicitar asilo a México a través del Alto Comisionado De Naciones Unidas para Ayuda a Refugiados (Acnur), en caso de que el próximo martes siga sin haber términos establecidos a su favor.

[b]Primer éxodo de refugiados a Campeche[/b]

Fue en 1981 cuando se presentó el primer éxodo de refugiados guatemaltecos a territorio campechano, producto del conflicto armado que existía en ese país. La logística estuvo a cargo del Acnur y la Comisión de Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

Llegaron en el primer bloque 479 asilados y fueron asentados en los campamentos de Maya Tecum, Quetzal Edzna, Los Laureles y Las Flores.

Luego de tres años que se firmaron los acuerdos de paz entre la guerrilla y el gobierno de ese país un grupo decidió retornar a su lugar de origen. Sin embargo, la gran mayoría vive hoy en Campeche, ya nacionalizados mexicanos.