Sensacionalismo, una manera de evadir la responsabilidad: investigadores

Felipe Escalante Tió
Foto: Facebook @xencuentrohp
La Jornada Maya

Oaxaca
Miércoles 5 de diciembre, 2018

La prensa, como cualquier otro medio, es una realidad representada. Hay un problema para distinguir la que es sensacionalista de la que no lo es, coincidieron los investigadores participantes en el foro El sensacionalismo como fuente histórica: reflejo de la sociedad, como parte de los trabajos del undécimo Encuentro Internacional de Historiadores de la Prensa, que se realiza en el teatro Macedonio Alcalá, de la ciudad de Oaxaca, México.

En su intervención, Enrique Bordería Ortiz, investigador de la Universidad de Valencia, España, señaló que el régimen de Francisco Franco utilizó el periódico sensacionalista [i]El Caso[/i], publicado a inicios de los años 50 y que duró hasta 1997, 20 años después de su muerte, como un instrumento de despolitización, para desviar a la gente de los asuntos políticos y proporcionarle un entretenimiento cuya tónica era difundir los valores de justicia y exaltar la labor de la policía. La publicación surgió en un ambiente de control y censura de la prensa, abundó el investigador, en el que existía tanto la indicación de lo que no debía publicarse –lo que incluía reportes de crímenes –como la consigna de lo que sí debía aparecer en los periódicos.

En la misma mesa de trabajo, Patricia Vega Jiménez, académica de la Universidad de Costa Rica, presentó el uso del sensacionalismo en la publicación de fotografías de la Segunda Guerra Mundial en el Diario de Costa Rica, como parte de la agenda del periódico, de cuyo discurso se desprende que consistía en presentar a los soldados de Estados Unidos como únicos responsables de la victoria aliada, héroes con valores de solidaridad y empatía. Esta agenda, indicó la investigadora, sólo cuenta la parte de los hechos que le favorece, formando así parte de otra guerra, la simbólica.

Por su parte, Luis Felipe Estrada Carreón, de la Facultad de Estudios Superiores –Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México, en lo que fue la presentación de un trabajo conjunto con investigadoras de la UNAM y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo titulado Entre comercio y política. La emergencia del sensacionalismo en el México porfirista, apuntó que el sensacionalismo es una perspectiva de abordar la realidad, vinculada al capitalismo, y cuestionó: “si el sensacionalismo es un periodismo decadente, vulgar, comercial, ¿qué prensa se le opone? De los 10 periódicos con mayor circulación en México, ocho están calificados como sensacionalistas”.

[b]En todos los medios[/b]

Los investigadores coincidieron en señalar que actualmente el sensacionalismo se encuentra en prácticamente todos los medios, porque más que un estilo se ha vuelto una estrategia para vender y captar más publicidad y se puede aplicar a todos los campos de la información. Es además una manera de evadir la responsabilidad de profundizar y tratar los acontecimientos superficialmente.

Sobre los reportes de crímenes como hechos sensacionales, Estrada Carreón abundó: “Cada época tiene sus grandes enemigos. Hoy es el narco. Estos enemigos, como en su momento el bandidaje, o El Tigre de Santa Julia existen porque también esconden algo mayor. Hoy se mata a periodistas y resulta que todos estaban relacionados con el narco, y no se busca cuáles fueron asesinados por el Estado”, concluyó.

En su intervención, Antonio Laguna Platero y Francesc-Andreu Martínez Gallego, de la Universidad de Valencia y la Universidad de Castilla La Mancha, presentaron la ponencia "La muerte como reclamo. El inicio del periodismo sensacionalista gráfico en España", en la cual plantearon que a lo largo de la historia la muerte y las emociones han sido clave en la propaganda; primero para la Iglesia Católica para la difusión de la fe, pero también como espectáculo de masas, en los autos de fe y las ejecuciones.

“La muerte es un espectáculo y el sensacionalismo la estrategia para venderlo, y ha sido exitosa a lo largo de la historia”, subrayó Laguna Platero.

Incluso, abundó, es necesario pensar si el surgimiento del romanticismo no está vinculado al sensacionalismo, pues al publicarse novelas por entregas, fue necesario hacer de ellas un melodrama para que pudieran venderse, concluyó.