Trump pide fin a política de resistencia en el Estado de la Unión

Texto y foto: Ap
La Jornada Maya

Washington, Estados Unidos
Martes 5 de febrero, 2019

Al enfrentarse por primera vez a un Congreso dividido, el presidente Donald Trump pidió el martes a Washington que rechace "la política de la venganza, la resistencia y el castigo". Advirtió a los demócratas enérgicos que "ridículas investigaciones partidistas" sobre su administración y negocios Podría obstaculizar una creciente economía estadounidense.

Los llamamientos de Trump para que se hiciera doble partido en su discurso sobre el Estado de la Unión chocaron con la atmósfera rencorosa que él ayudó a cultivar en la capital de la nación, así como el deseo de la mayoría de los demócratas de bloquear su agenda durante los próximos dos años en el cargo. Su oposición fue mostrada vívidamente cuando las congresistas demócratas en la audiencia formaron un mar de color blanco en un gesto hacia las sufragistas de principios del siglo XX.

Trump habló en un momento crítico de su presidencia, observando un período de dos años que determinará si es reelegido o si deja el cargo en derrota. Su discurso buscó apuntalar el apoyo republicano que se había erosionado ligeramente durante el reciente cierre del gobierno y anticipó una nueva defensa contra los demócratas mientras preparaban una ronda de investigaciones sobre todos los aspectos de su administración.

"Si va a haber paz y legislación, no puede haber guerra e investigación", declaró. Los legisladores en la cámara cavernosa de la Casa se sentaron en gran parte en silencio.

Al acercarse el discurso del presidente, se acercaba rápidamente el 15 de febrero para financiar al gobierno y evitar otro cierre. Los demócratas se han negado a aceptar sus demandas de un muro fronterizo, y los republicanos están cada vez menos dispuestos a cerrar el gobierno para ayudarlo a cumplir su promesa de campaña de firma. El GOP tampoco apoya el plan del presidente de declarar una emergencia nacional si el Congreso no financia el muro.

Desconfiando de destacar públicamente esas divisiones intrapartidarias, Trump no hizo mención de una declaración de emergencia en sus comentarios. Él ofreció una larga defensa de su llamado a un muro fronterizo, declarando: "Lo construiré". Pero no dio ultimátums sobre lo que le tomaría firmar una legislación para mantener al gobierno abierto.

"Te estoy pidiendo que defiendas nuestra muy peligrosa frontera del sur por amor y devoción a nuestros conciudadanos y a nuestro país", dijo, pintando un cuadro oscuro y premonitorio de los riesgos que la inmigración ilegal representa para los estadounidenses.

Trump, de 72 años, recordó los momentos de grandeza estadounidense, celebrando el aterrizaje de la luna mientras el astronauta Buzz Aldrin observaba a la audiencia y anunciaba la liberación de Europa de los nazis. Dirigió la cámara de la casa cantando feliz cumpleaños a una sobreviviente del Holocausto sentada con la primera dama Melania Trump.

“Juntos, representamos a la nación más extraordinaria de toda la historia. ¿Qué haremos con este momento? ¿Cómo seremos recordados? ”, Dijo Trump.

El presidente marcó una gran cantidad de problemas relacionados con la apelación cruzada, entre ellos, mejorar la infraestructura, reducir los costos de los medicamentos recetados y combatir el cáncer infantil. Pero también apeló a su base política, tanto por su dura retórica sobre la inmigración como por el llamado al Congreso para que apruebe una legislación que prohíba el "aborto tardío de niños".

Trump dedicó gran parte de su discurso a la política exterior, otra área donde los republicanos se distanciaron cada vez más de la Casa Blanca. Anunció los detalles de una segunda reunión con Kim Jong Un de Corea del Norte, destacando una cumbre del 27 al 28 de febrero en Vietnam.

La primera cumbre de Trump y Kim obtuvo solo un compromiso vagamente redactado por el Norte para desnuclearizar. Pero el presidente dijo que su contacto con Pyongyang había hecho que Estados Unidos estuviera más seguro.

"Si no hubiera sido elegido presidente de los Estados Unidos, ahora mismo, en mi opinión, estaríamos en una guerra importante con Corea del Norte", dijo.

Mientras condenaba la agitación política en Venezuela, Trump declaró que "Estados Unidos nunca será un país socialista", un comentario que también podría haber estado dirigido a los demócratas de alto perfil que se identifican como socialistas.

El presidente estaba rodeado de símbolos de su oposición política envalentonada. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien fue elogiada por los demócratas por su negociación de línea dura durante el cierre, se sentó detrás de Trump mientras hablaba. Y varios senadores que se postularon para la presidencia también estaban en la audiencia, entre ellos, Sens. Kamala Harris de California y Cory Booker de Nueva Jersey.

Otra estrella demócrata, Stacey Abrams, entregó la respuesta del partido a Trump. Abrams perdió por poco su candidatura en noviembre para convertirse en la primera gobernadora negra de Estados Unidos, y los líderes del partido la están reclutando agresivamente para postularse para el Senado de los EE. UU. De Georgia.

Hablando desde Atlanta, Abrams dice que el cierre es un truco político que "desafió todos los principios de justicia y abandonó no solo a nuestra gente, sino a nuestros valores".

La dirección de Trump representó un argumento de apertura para su campaña de reelección. Las encuestas muestran que tiene trabajo que hacer, con un índice de aprobación de solo 34 por ciento después del cierre, según una encuesta reciente realizada por el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC.

Un punto brillante para el presidente ha sido la economía, que ha agregado empleos por 100 meses consecutivos.

"Lo único que puede detenerlo", dijo, "son las guerras tontas, la política o las ridículas investigaciones partidistas", un aparente golpe en la investigación del abogado especial sobre los lazos entre Rusia y la campaña de Trump en 2016, así como las próximas investigaciones del Congreso.

El diverso grupo demócrata, que incluye un grupo de mujeres, se sentó en silencio durante gran parte del discurso de Trump. Pero se pusieron de pie de un salto cuando notó que "hay más mujeres en la fuerza laboral que nunca".

El aumento se debe al crecimiento de la población, y no es algo que Trump pueda atribuir a ninguna de sus políticas.

El presidente también defendió sus decisiones de retirar las tropas estadounidenses de Siria y Afganistán sobre la oposición de los funcionarios de seguridad nacional y muchos legisladores republicanos.

"Las grandes naciones no pelean guerras interminables", dijo, y agregó que Estados Unidos está trabajando con aliados para "destruir los remanentes" del grupo del Estado Islámico y que ha "acelerado" los esfuerzos para alcanzar un asentamiento en Afganistán.

Los militantes IS han perdido territorio desde el anuncio sorpresa de Trump en diciembre de que estaba retirando a las fuerzas estadounidenses, pero los oficiales militares advierten que los combatientes podrían reagruparse dentro de los seis meses a un año de la partida de los estadounidenses. Varios de los principales legisladores del Partido Republicano han criticado duramente sus planes de retirarse de Siria, así como de Afganistán.

Los invitados de Trump para el discurso incluyeron a Anna Marie Johnson, una mujer cuya cadena perpetua por delitos de drogas fue conmutada por el presidente, y Joshua Trump, un estudiante de sexto grado de Wilmington, Delaware, que fue acosado por su apellido. Se sentaron con la señora Trump durante la dirección.