Tren Maya, oportunidad para una justicia económica en el sureste

Jairo Magaña
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya

San Francisco de Campeche
Miércoles 17 de julio, 2019

Para Gabriel Escalante Castillo, encargado del proyecto Tren Maya en Campeche, la obra pone a la región sur-sureste de México en un plano comercial ambicioso incluso para empresarios de talla internacional, pues es un proyecto de justicia económica e integración regional que dará fortaleza a la economía de miles de mexicanos; una visión que comparte con [i]La Jornada Maya[/i], donde nos recibe en su oficina como asesor del gobierno del estado, en el interior del Palacio Ejecutivo, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad.


[b]¿Cómo está trazado el proyecto del Tren Maya para Campeche?[/b]
Campeche es la entidad con mayor cantidad de kilómetros en el proyecto. Se le asignaron 500, más los 24 del ramal hacia el puerto de Seybaplaya asignados recientemente; esta situación nos tiene satisfechos y con muchas ganas de trabajar aunque sea una cuestión un tanto difícil, pues hay detalles con las comunidades indígenas de la zona de Calakmul que estamos atendiendo en conjunto las tres órdenes de gobierno. En concreto, 305 kilómetros son de vías ya construidas y el resto –más de 200- son las que aún se construirán.


[b]¿Cuál será la estación más importante y qué giros prevalecerán? ¿Turismo, comercio, carga o de pasajeros locales?[/b]
No se puede dar mayor prioridad a una estación, sobre todo cuando cada una tendrá un punto medular de atención que permitirá el desarrollo de cada cual. Por ejemplo, en Seybaplaya sí prevemos que sea comercial; las oportunidades de carga, descarga, así como de exportación e importación serán infinitas, pero hay más que eso en la zona. Por otro lado, en la estación de Escárcega hay mucha importancia, pues es la entrada a la península y ahí se instalarán los talleres para los vagones y el tren; éstos acarreará la necesidad de construcción de vivienda, el incremento de la prestación de servicios como hoteleros y restauranteros, entre otros; esto sólo en la primera etapa del proyecto.


[b]¿Qué pasó con la promesa del ex gobernador, Alejandro Moreno Cárdenas, de que sean siete estaciones del proyecto en Campeche y no tres, como lo manifestó Fonatur?[/b]
El proyecto sigue en pie y hasta el momento no nos han dicho que no. Lo están analizando, pues no buscamos que sean estaciones de las mismas dimensiones; buscamos dos en Calakmul, una en Candelaria, la establecida en Escárcega, Campeche, la de Seybaplaya y una más en Calkiní. Las extras serán principalmente para los locales que quieran también aprovechar este enorme atractivo turístico que servirá para el desarrollo económico local a largo plazo, pues durante la construcción se tendrán que aumentar los servicios de hotelería, restaurantero y de transporte,


[b]¿Cómo es la relación con las comunidades indígenas mayas en el circuito correspondiente a Campeche?[/b]
Destacando que el proyecto general estará dividido en dos etapas y la primera sólo corresponde a la puesta en marcha de la estación en Palenque hasta Valladolid, pasando por el tramo del Golfo, estamos afinando detalles con las más de 80 comunidades indígenas, pues hay mayas, choles y tsotsiles –por mencionar algunas- que manifestaron su inconformidad al principio, hay que decirlo. También hay gente que se quiere aprovechar de ellos metiéndoles ideas que no serán beneficiados en nada y los están convenciendo de vender sus tierras, mal vendidas por cierto, y ahí es donde entra la coordinación de órdenes de gobierno para entablar diálogo con ellos y decirles que no, que aguanten y que mejor ellos exploten sus tierras.


[b]¿Cuentan con los permisos adecuados, habrá consulta a estas comunidades y qué autoridades intervienen en todo el proceso?[/b]
Tenemos una estrecha relación y gran comunicación con Rogelio Jiménez Pons, titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur); la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) así como la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa), Pronatura, el Ayuntamiento de Campeche, así como diversas asociaciones civiles y, muy importante, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por el tema de los derechos de las comunidades indígenas, con las que hemos realizado diversos acercamientos para que estén informados de lo que se hará en la segunda etapa, para la cual tenemos un año para finiquitar los procesos de todos los permisos e iniciar la construcción de las vías.