Habrá consultas indígenas para frenar amparos por Tren Maya: Fonatur

Joana Maldonado
Foto: Fonatur
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Domingo 25 de agosto, 2019

La consulta con los pueblos indígenas está preparándose para evitar que los amparos por el Tren Maya prosperen, aseguró Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), quien señaló que “se ha exagerado la presencia del tren”, pues éste es más eficiente que cualquier otro tipo de transporte.

Al participar en el quinto Foro Legislativo-académico de la Frontera Sur sobre el Tren Maya, Jiménez Pons dijo que comparten la preocupación sobre cómo recolectar opiniones, pues el proyecto ferroviario “no es de gobierno sino de sociedad”, por lo que el gobierno tiene que poner apertura y disponibilidad de la sociedad para aportar ideas.

Indicó que han exagerado el efecto de la presencia de un tren, porque tan solo energéticamente es 236 por ciento más eficiente que un camión, “son ese tipo de datos que deben evaluarse y ponerlos a conocimiento público”.

“La estamos preparando cuidadosamente, pero tenemos el acompañamiento directo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para evitar lo que está sucediendo con los amparos, porque hay una campaña contra el nuevo régimen”, externó.

“Queremos hacer bien las cosas”, dijo y añadió que tratará que la orientación del proyecto del tren sea en total concordancia con aspectos ambientales, sociales y culturales que garantice que éste sea un gran negocio para todos, no solo para unos cuantos.

Afirmó que en sí mismo un tren contamina 100 veces menos que una carretera y añadió que los aspectos que preocupan, el ambiental, social y cultural, están debidamente llevados en una visión distinta de desarrollo, que significa llevar turismo de calidad en lugar de turismo masivo.

“El país no se puede dar el lujo de generar condiciones adversas y que una cosa no signifique una pérdida (…) el desarrollo no puede implicar pérdida ni de hábitats, aspectos sociales o económicos”, sostuvo.

Reconoció que las reservas ecológicas mantienen una marginación que está sumada a la corrupción y citó el caso de Calakmul, en donde calculan una pérdida de mil 400 hectáreas anuales de tala clandestina y actos de corruptela y apuntó que existe un escándalo desproporcionado por apuntar a una devastación por el tren en la región que no existirá.

“El Tren Maya debe verse como un proyecto de solución integral bajo el concepto de desarrollo integral detonante de la región. Es posible que sea ese detonador, y sobre todo en ordenamiento territorial”, acotó.

[b]Crecimiento desorganizado[/b]

El titular de Fonatur habló sobre el crecimiento insostenible y desorganizado que ha tenido el país porque no tuvo acompañamiento de la ciencia y la academia.
Citó como ejemplo a Tulum y Bacalar “es la joya de la corona, pero no tiene ni drenaje ni agua potable”.

“Estamos preocupados porque no se llegaron a consolidar los desarrollos prudentemente, en donde no puede haber tanta opulencia con tanta miseria y con tanta irresponsabilidad ambiental”, dijo, por lo que buscando objetividad en la toma de decisiones.

Añadió que no puede permitirse el ritmo actual de crecimiento, pues no garantiza el desarrollo. Una de las cosas fundamentales que tiene el Tren Maya, es el desarrollo de centros de ordenamiento territorial a partir de centros de desarrollo. Los niveles de urbanización con los paradigmas correctos generará bienestar.

“Tenemos que rediseñar el territorio, el sureste es la zona donde el país puede crecer porque es donde hay agua, que es el factor fundamental del ser humano”, dijo al apuntar que una correcta planeación generará desarrollo ordenado.

El Tren Maya tiene el 98 por ciento de anuencias de las comunidades para los procesos de derecho de vía y posibilidades de diálogo para garantizar que existan las reservas territoriales para el desarrollo y evitar la entrada de especuladores como ha ocurrido con la Riviera Maya.

Acotó que un ordenamiento territorial en el proyecto del Tren Maya coadyuvará a un desarrollo equilibrado, en términos de que el trabajador pueda llegar a pie o en bicicleta a sus centros de trabajo y que haya una relación distinta como lo que ha sucedido en Playa del Carmen, en donde hay disminución de áreas verdes.