Mérida y Yucatán dignos de celebrar hoy la independencia: Héctor Aguilar

La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Domingo 15 de septiembre, 2019

"Mérida y Yucatán han elegido y ejercido bien su pasado, si las noticias del diario de ayer son las últimas hojas de la historia, entonces la historia que pasa hoy por esta ciudad y este estado es digna de ser celebrada", reflexionó el escritor y periodista Héctor Aguilar Camín durante su discurso como orador huésped de la sesión Solemne de Cabildo con motivo del 209 Aniversario de la Independencia de México quien compartió algunas lecciones que ha dejado la independencia de México y de las cuales la ciudad y estado han aplicado bien, sobre todo en fomentar la paz. También recibió un reconocimiento por el alcalde Renán Barrera Concha.

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Asimismo indicó que las mujeres y hombres de esta ciudad no le están rindiendo malas cuentas a sus padres fundadores.

“Si todos los estados fueran como Yucatán, México sería ya el gran país habitable y seguro que será algún día", destacó.

Por eso, agregó, los meridanos y yucatecos tienen el genuino derecho de celebrar hoy lo que la fecha amerita.

Por su parte, el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, indicó en su mensaje que este aniversario nos debe servir para reflexionar y darle un sentido actual a los hechos y las circunstancias del pasado, que hoy nos permiten sentirnos orgullosos de la sociedad que somos. Y el enorme papel que jugamos, como ejemplo a nivel nacional en diversos rubros.

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“Hoy Mérida es motivo de orgullo, pues ha sido reconocida como la segunda ciudad más segura de todo el continente americano por un prestigioso ranking internacional”

Somos, agregó, una de las ciudades más atractivas para invertir a nivel nacional y cada año más personas se enamoran de Mérida, de su gente, de su tranquilidad, de su ambiente, de su comida, y deciden quedarse a vivir entre nosotros.

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Estas cualidades, que hoy distinguen a Mérida, no son nuevas ni mucho menos fortuitas. Son el producto de todo un proceso histórico que han forjado los habitantes de esta hermosa ciudad. Es nuestra gente quien todos los días vive y construye con sus sueños una mejor ciudad para el futuro. Los gobiernos ayudamos en este proceso.

En Yucatán, en particular, subrayó que es claramente palpable que la independencia no hubiera sido posible sin el espíritu cívico de sus habitantes.

Como es sabido, a diferencia de la Nueva España, en la Capitanía General de Yucatán, la independencia se consumó cuando el anuncio del Plan de Iguala llegó a Mérida y, por acuerdo de las propias autoridades locales, en este mismo Cabildo se proclamó la emancipación de Yucatán y su adhesión al proyecto mexicano.

“Sin derramar sangre y sin luchas callejeras, en Mérida las autoridades del Siglo XIX se dieron cuenta de que era imposible remar contra la corriente. Pues los habitantes de esta capital ya llevaban varios años expuestos a las ideas de libertad e independencia que los Sanjuanistas habían sembrado desde hacía varios años".

Y hoy, al igual que hace 198 años, somos nosotros, las autoridades, las que debemos estar a la altura de la ciudadanía.

Los meridanos estamos pasando poco a poco de una sociedad exigente a una sociedad responsable que se sabe y se siente parte de los problemas y de las soluciones.

Los meridanos y meridanas no son un número, un voto o una estadística.

Cada meridana y meridano es, en sí, un proyecto personal que al cultivarse se engrandece a sí mismo, a su familia y a su Ciudad.

Mérida es mucho más que sólo la suma de sus partes. Mérida no se explica si no es a través del proyecto personal de cada uno que, sumados, se convierte en la gran comunidad que somos todos nosotros.

En Mérida creemos en la dignidad de la persona humana, en la importancia del trabajo y en la cultura del esfuerzo, por eso es importante que defendamos la virtud y el valor de todos y cada uno de los meridanos, comprometidos con hacer de nuestra gran ciudad un mejor lugar para todas y todos.

Las meridanas y los meridanos son cada vez más responsables con su comunidad. No esperan soluciones mágicas; exigen, vigilan y controlan a sus gobernantes. Además de eso, aportan, participan, y luchan por dar vida a aquella vieja máxima de Benito Juárez tan enseñada en las escuelas pero tan difícil de comprender profundamente: el respeto al derecho ajeno es la paz.

Finalizó con un vive Mérida, viva Yucatán y viva México.