Educación, clave para empoderar a las comunidades indígenas

Abraham Bote
Foto: Facebook Eufrosina Cruz Mendoza
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 27 de septiembre, 2019

De pronto, el Salón Mayamax del Gran Museo del Mundo Maya, se transforma en un salón, donde la pequeña Eufrosina Cruz Mendoza aprendía palabras que le enseñaba su maestro, lo que alimentaba su hambre por seguir aprendiendo; ya sabía que su destino era más que sólo preparar la comida para sus hermanos.

"Me emocionaba escuchar los sonidos que mi maestro me enseñaba, me gustaba cada palabra que descubría a través de leer...con cada palabra que descubría, me nacía el hambre de ir por más, aunque a veces no entendía qué chingados decía el enunciado, pero me gustaba ese sonido", indicó

Así, directa, sin temor, sin "pelos en la lengua" y orgullosa de su origen y lengua materna zapoteco, Cruz Mendoza indicó que el acceso a la educación es fundamental para empoderar a las comunidades indígenas, eliminar miedos y paradigmas que ha impuesto la sociedad. "Soy mujer, soy indígena porque eso no me hace ni más ni menos". expresó.

Está orgullosa decir de dónde viene, quién es, porque aprendió que algo que ha aprendido en este camino de logros, es que lo no se menciona, no se nombra, no se defiende y no se ama, lo que aprendió a través de la educación. "arrebatando a la vida lo merezco a través de la educación. No encuentro otro camino más para quitar muchos miedos que tenemos, y paradigmas que nos han impuesto".

La ponente, reconocida por su lucha en favor de las comunidades indìgenas y de las mujeres, es la primera mujer en presidir la Mesa Directiva en la historia de la Legislatura del Estado de Oaxaca, compartió sus experiencias sobre su lucha en favor de los pueblos originarios, de los derechos de las mujeres, con un lenguaje directo y particular, incluso usando algunas "malas" palabras que causaron la algarabía, carcajadas, risas y aplausos de las asistentes.

Cruz Mendoza explicó que de pequeña ella estudió en un salón de piso de tierra, como aún hay muchos, y en ese tiempo no entendía porque tenía que aprender a quebrajar el nixtamal junto a su madre, ser las primeras en despertar y ser últimas en dormir, servir a sus hermanos. "No me gustaba, pero sí me gustaba la escuelita del pueblo, mi emoción era entrar al cuarto del maestro porque era el cuarto más chingón que mis ojitos veían, porque mi casa era piso de tierras, petate, y un chingo de pulgas", expresó.

Eso era lo que se suponía que tenía que hacer por el resto de su vida, repetir la historia de su abuela, su hermana, pero algo le decía que eso no era para ella.

Luego, entendió que nadie iba a cambiar su historia si ella no lo hacía. Nadie iba cambiar lo que no le gustaba ver en su entorno si ella no lo hacía. Por eso, lo que más le gustaba era ir a la escuela, aprender, un mundo llena de cosas que no había en su entorno. "Me emocionaba escuchar los sonidos que mi maestro me enseñaba, me gustaba cada palabra que descubría a través de leer...con cada palabra que descubría, me nacía el hambre de ir por más, aunque a veces no entendía que chingados decía el enunciado, pero me gustaba ese sonido", indicó

Por otro lado, indicó que existe una pobreza, pero no sólo de alimentación, sino en la mente, porque cuando una persona no se educa tiene mucho miedo, de exigir, de cuestionar, pero sobre todo de decidir cómo hacer las cosa; porque toda la vida nos han dicho que tenemos que hacer, nos la hemos creído y esto en todos los estratos sociales.

Pero descubrió que eso no era cierto, y para hacerlo tuvo que revelarse y se volvió problema, para cambiar las cosas hay que volvernos problema, sino nunca nos van a dar las soluciones, y hay que asumir las responsabilidades de tus decisiones, "porque te puedes convertir en la loca del pueblo, de tu casa", subrayó,

Entonces, al salir de su pueblo sufrió discriminación y otras cosas, y comentó que comenzó una lucha por el reconocimiento pleno a los derechos políticos de las mujeres, "tras haber sido víctima de un fraude que me despojó del triunfo en las elecciones para presidente municipal de mi pueblo, en el año 2007, como consecuencia del ancestral sistema de usos y costumbres", manifestó.

"En el sistema de usos y costumbres de los pueblos indígenas no existe la palabra mujer, por eso, luego de que se violaron mis derechos políticos me percaté que solo yo podría cambiar mi entorno. Decidí no repetir la historia de mi madre y de mis hermanas; entonces entendí que solo asistiendo a la escuela podría cambiar mi vida y mi entorno", manifestó.

También manifestó que es momento de que las comunidades y mujeres indígenas dejen de ser objeto de estudio y estadística para convertirse en sujetos de derechos.

"Ahora los indígenas son sujetos de derechos... por ello, se debe apostar a la educación de la inteligencia para que perdamos el miedo a decidir a cómo hacer las cosas y a emprender; es hora de las mujeres construyamos alianzas para cambiar la vida de otras mujeres".

Formó parte de la delegación del Estado Mexicano que asistió a la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas 2014, con sede en la ciudad de Nueva York. Fue distinguida en 2015 por la revista Forbes México como una de las 100 mujeres más poderosas del país,

Más tarde se realizó la mesa panel Mujeres Líderes en Comunidades Indígenas, que fue moderadora por Nancy Walker Olvera y participaron Antonia Rodríguez Medrano, de la Asociación Artesanal Boliviana Señor Mayo (WEA Bolivia); Luzmila Hurancca Gutiérrez, representante de la Red de Mujeres Artesanas de Zonas Rurales de Ayacucho (WEA Perú); Natividad Clemente Ramírez; fundadora de Cooperativa Fondos de Occidente (WEA Guatemala) y María Candelaria May Novelo, fundadora de Casa Colibrí (Valladolid, Yucatán) que compartieron igual sus experiencias, los obstáculos y cómo lograron ser líderes indígenas en sus respectivas comunidades.

Antonia Rodríguez comenta que cuando empezaron a emprender y ser líderes les decían cosas muy racistas, que eran chismosas, mugrosas y no las miraban como una persona, pero ahora "doña Antonia es saludada en cada esquina por hombres y mujeres y hoy esas chismosas son generadoras de ingreso económico, apoyo en los hogares y dan alimentación y estudio a sus hijos".

Si fuera Presidente, ella pugnaría por lograr la unidad entre todos, al humilde, al pobre, al rico, blanco y negro y se ocuparía de la salud , principalmente para que puedan trabajar y en la educación.

Natividad compartió que aún persiste el racismo en los pueblos indígenas, más en las mujeres, que son marginadas y se les ha metido en la mente de que no pueden ir más allá. Por eso se tiene que buscar espacios para combatir este mal social, todos deben velar para que haya una igualdad y equidad.