Joana Maldonado
Foto: Rosario Ruiz
La Jornada Maya

Chetumal, Quintana Roo
Lunes 9 de diciembre, 2019

Más de 500 personas han firmado ya la petición de empresarios y vecinos de la Laguna de Bacalar a través de la plataforma Change.org, dirigida a los gobiernos estatal y municipal que busca poner freno a la contaminación acústica, es decir, la prohibición de eventos que generen ruido intenso, incluidos fiestas y conciertos, limitándolo a 55 decibeles.

Aunque dicha petición se inició hace cuatro años –en la administración de Roberto Borge Angulo–, este lunes usuarios de redes sociales la han rescatado y actualizado al compartirla nuevamente, como el caso de la presidente del sector hotelero, Linda Argáez, quien comenta: “queremos seguir viviendo en un Bacalar tranquilo”.

El cuerpo de la petición, que realiza “Gestión Ambiental Organización”, sumó en las últimas horas más adeptos.

“Me dirijo al honorable gobierno del estado, al gobierno municipal y a todo organismo que éste asunto le competa”, señala el escrito que añade que ante el crecimiento en Bacalar tanto en la llegada de turistas como inversiones en el rubro hotelero y restaurantero, el destino de paz, tranquilidad y tiempo en pareja que busca el turismo extranjero se está perdiendo.

“Como habitante de Bacalar, considero que es nuestra responsabilidad decidir e influir en la dirección que éste crecimiento tendrá en nuestra ciudad. ¿cuál es el público al que queremos dirigirnos?, ¿qué tipo de turismo queremos fomentar?”, cuestiona, al tiempo que responde que el objetivo es lograr que el crecimiento no influya negativamente ni en su flora o fauna.

La petición señala además que desde hace cuatro años, bares y centros nocturnos que generan mucho ruido se han hecho presentes, sin contar con ninguna regulación en materia de contaminación artística. Apunta también que no hay estrategias que velen por la protección de la laguna y las especies que habitan en ella.

La petición puntual, es que se respete al área de la avenida costera y toda la orilla de la Laguna como zona turística y residencial y limitar un máximo permisible de 55 decibeles de 6 a 22 horas, y de 50 de 22 a 6 horas, de acuerdo a lo que permite la Norma Oficial Mexicana 081-Semarnat-1994.

También citan una publicación de diciembre de 2013 en el Diario Oficial de la Federación encaminada a promover la protección de la Laguna mediante la prohibición de eventos que generen ruido intenso.

Cita también otros documentos, en los que se incluye la propia Constitución política mexicana relacionada al derecho de toda persona a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar.

“Me dirijo a ustedes debido a la urgencia en contemplar el efecto de la contaminación acústica en el desarrollo de Bacalar y la protección de la Laguna y su ecosistema, demostrando que fomentar un turismo ecológico y un crecimiento sustentable es posible”, concluye.

La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) ha determinado que la contaminación auditiva es el principal problema que detectan turistas que visitan este Pueblo Mágico.


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