La lechuza, especie perseguida por mitos que debe ser protegida

Gina Fierro
Ilustración: Enrique Díaz
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 18 de mayo, 2020

El pasado 10 de abril, en Durango, una persona prendió fuego a un ejemplar vivo de lechuza de campanario (Tyto alba). El 13 de mayo, en Yucatán, otro ejemplar de la misma especie perdió la vida tras ser apedreado y quedar con heridas graves que le implicaban cirugía, clavos y una prótesis de pico. Después de ser agredida, el ave fue rociada con agua bendita como un acto de protección a los habitantes de la comunidad donde fue capturada.

"El miedo e incertidumbre ante el escenario actual por la emergencia sanitaria, y el estrés que se vive intensifican este tipo de conductas que más allá de la maldad reflejan un tema cultural y de 'autoprotección', creencias que por generaciones se han arrastrado", señalaron activistas del estado, quienes reconocen que esta especie es presa de mitos y leyendas que promueven su persecución, llevándola a la muerte.

[b]Especie perseguida por creencias[/b]

Diversas creencias han generado la mala fama de esta especie, por ser un animal nocturno se le relaciona con el espiritismo y temas de brujería. Se ha dicho que traen mala suerte, que invocan la muerte y recogen almas. En regiones de África, incluso se creen que es el demonio representado en animal. Sin embargo, se trata solo de aves rapaces con mucha habilidad para desplazarse en la oscuridad.

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Foto: Keith Lazarus

Junto al búho, la lechuza se posiciona como protagonista de mitos que ponen en riesgo su vida y por ende, el equilibrio del ecosistema, ya que es una especie que contribuye al control biológico y ecológico, por sus hábitos y alimentación actúan como reguladores de los ecosistemas, ayudando a mantener bajo control plagas como roedores o insectos en campos de cultivo, por tal motivo deben ser protegidas por la población.

Estas aves buscan comúnmente las zonas urbanas para anidar, en torres de iglesias o estructuras elevadas como tanques de agua. La especie pertenece a la familia Tytonidae listada en el apéndice I de la de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES por sus siglas en inglés).

Aunque no es un animal en peligro de extinción, la destrucción de su hábitat debido a la tala y fragmentación de los bosques pone en peligro la libertad e integridad de esta ave nocturna.

[b]Características[/b]

Suelen ser aves solitarias, poseen una excelente visión nocturna y son capaces de capturar a sus presas por medio del sonido y cazar animales en la nieve. Poseen desarrolladas garras, suave plumaje y fuertes patas. Se caracterizan por su forma circular sobre el rostro, un disco facial con plumas más rígidas que les permiten identificar y detectar a sus presas al salir de caza.

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Foto: Naturalista

Poseen una vista binocular y tienden a girar la cabeza para ver a sus lados, dando la impresión de que pueden girarla por completo hasta mirar su espalda.

Cazan en su mayoría mamíferos pequeños, lagartijas, insectos y otras aves. Algunas especies tienen la habilidad de capturar peces. Tragan todo el animal completo y más tarde regurgitan piel, plumas y huesos.

[b]Sanciones[/b]

En México, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) es la encargada de interponer denuncias por el maltrato, venta y muerte de ejemplares de vida silvestre. Las sanciones se apegan a lo dispuesto en el artículo 420 del Código Penal Federal fracción V que prevé castigos que pueden ir de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil unidades de medida y actualización, a quien ilícitamente capture, dañe o prive de la vida a ejemplares de vida silvestre.

La Profepa exhorta a los población a respetar los sitios donde se encuentran los nidos y áreas de distribución. Asimismo, pide levantar denuncias de captura o maltrato de estos animales, ya que los reportes ciudadanos son importantes para identificar a quienes posean o capturen ejemplares silvestres que se desarrollan de forma natural en las ciudades. Reportes a los números de Semarnat y Profepa: 942 1300 o al 01800 849 7711.


Con información de bioenciclopedia.com y gob.mx/semarnat