Juan Manuel Contreras Herrera
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Sábado 17 de junio, 2017
Pasan las cinco de la tarde y las calles aledañas al parque de La Mejorada, comienzan a teñirse de colores.
"¿No te acuerdas del año pasado?" reclama eufórica una de las organizadoras a seis policías municipales. Pareciera que las arterias del primer cuadro de Mérida se dilatan.
La tarde en la calle 50 es colorida, pues hay gente de todo tipo, incluso un indigente tuvo la intención de unirse a los festejos, pero perdió el conocimiento en el proceso.
Varios velaron su sueño antes de partir.
Es la XV edición de la marcha por el orgullo LBGTTT; pelucas, plumas y pronunciados tacones se elevan entre la multitud. Quienes le ponen las tres "tes" al movimiento suelen tener cierta inclinación por el glamour; las reinas del drag, unas brillan y algunas otras sangran.
La batucada no cesa, viejos amigos se saludan, remembranzas de un extinto carnaval. "¡Ya somos más de 300!" exclama un asistente emocionado. El desfile está por comenzar.
Pasadas las 18 horas, la multitud comienza a fluir sobre la calle 50, la Comisión Estatal de Diversidad Sexual del De la Revolución Democrática encabeza el derrotero. El batallón ha crecido de manera exponencial y las banderas arcoíris surcan los cielos emeritenses con más fuerza que nunca. Nadie se quiere quedar atrás. “Ya somos más de mil”, comentan por ahí.
“Lo que nos une es la inclusión, queremos que se nos tome en cuenta”, reveló Helena, ataviada con un vestido de quinceañera con lentejuelas y portando un ramillete de rosas de plástico. “Es que muchas de nosotras no tuvimos fiesta de quince años”, lamentó.
Varios de los que habitan esta zona de la ciudad, salieron curiosos al encuentro. Más de una dependiente de los comercios circundantes sacó a relucir sus mejores pasos de samba al percibir las contagiosas percusiones de la batucada. Los que transitan, los que esperan el autobús, los que regresan del trabajo contemplan atónitos el despliegue de color.
“El amor no tiene credo, ni color, ni preferencia sexual. Todos somos iguales”, reza una de las pancartas que proclaman respeto a la comunidad.
Al pasar el contingente, los mercaderes alburean, hacen bromas y se ríen entre ellos, evidentemente no es una tarde común para el Centro de la ciudad, “¡están regalando condones!”, advierte uno de ellos. Cualquier clase de prejuicio se difumina en la algarabía.
Ya son muchos, más de mil. El orgullo está en el aire y el centro está de fiesta, hoy no alberga sus colores habituales, ya que ha sido presa de un huracán de color. Elevados tacones resaltan entre la multitud.
La batucada no cesa, viejos amigos se saludan, remembranzas de un extinto carnaval. "¡Ya somos más de 1000!", de nuevo clama un asistente emocionado.
El desfile está por salir.
Promocionarán la seguridad militar necesaria
Afp
Será el primer sitio del portal en una lengua originaria del sureste del país
La Jornada Maya
Será la primera vez que dos estadios se dividan la inauguración
Ap / Afp
Su hijo desapareció el 19 de diciembre de 2008 en Coahuila
La Jornada