Para quienes ganan el salario mínimo, la propina importa más que el sueldo

Los líderes de las principales centrales obreras con representación en Quintana Roo coincidieron en la importancia de la propina, que en ocasiones representan un ingreso mayor a 10 salarios mínimos para puestos como bell boy, steward o camaristas y que ha caído drásticamente a raíz de la pandemia.

Mario Machuca Sánchez, dirigente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en Benito Juárez, mencionó que en el municipio hay 50 mil sindicalizados y más de 200 mil en todo el estado, quienes han vivido una situación laboral “complicada” a raíz de la contingencia sanitaria.

Las centrales obreras coinciden en que los despidos en el sector turístico se dieron principalmente entre trabajadores eventuales y que en la reapertura, al no poder laborar todos al mismo tiempo, se ha recurrido a los días solidarios: al personal se les va turnando en el servicio directo a los huéspedes para evitar aglomeraciones, y a los que no les toca trabajar se les paga su salario completo.

Tras la reactivación turística, el ingreso más afectado es el de las propinas, “sobretodo para los puestos de salario mínimo, como meseros, cantineros o bell boys, donde la propina es más importante aún que el propio salario”. Esta percepción, explicó Machuca Sánchez, se basa en el trato directo con el huésped y se distribuye según el grado de responsabilidad que tiene cada empleado. Los porcentajes que recibe cada puesto se determinan en una asamblea sindical.

“Al repartir propina de un 15 por ciento de ocupación entre 80 por ciento de personal, sí hay una merma muy importante. Aunque sea poco, lo importante es que no falte el plato de frijoles en la mesa”, señaló el representante de la CROC.

En el caso de los restaurantes, cuando la propina es directa, “si bien el mesero es el que da la cara, hay una ley no escrita en la que tú ya sabes qué porcentaje debes darle a la cocina, a tu ayudante, supervisión… al final todos somos un equipo y tenemos que contribuir”. 

En los hoteles todo incluido, por otro lado, desde su apertura se define qué porcentaje de la tarifa que se le cobra al huésped irá al concepto de propina.  

Machuca Sánchez mencionó que son cautelosos en dar a conocer el monto de las propinas, que antes incluso publicaban en los pizarrones de los centros de hospedaje: “Hemos tenido problemas de seguridad, empezó a haber amenazas a delegados, robos y eso nos ha llevado a buscar formas de que todos reciban su dinero pero mediante una dispersión a través de las tarjetas de débito, así el trabajador puede retirar su dinero cuando así lo disponga”.

Más que el salario

“Benefician a todos los sindicalizados y es variable con base en el trato directo hacia el huésped”, explicó Gerardo Bacelis Bacelis, secretario general adjunto de la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

Mencionó que las cantidades que se producen por este concepto no son medibles porque cada empresa tiene diferentes factores, como el tamaño del hotel, la cantidad de trabajadores y las ocupaciones hoteleras.

Dijo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público siempre ha querido gravar las propinas y “nos parece injusto (…) es algo que no nos paga la empresa, nos lo da el huésped como una gratificación”.

Resaltó que la recuperación ya empezó pero va a ser a largo plazo; “no permiten ocupaciones de más del 30 por ciento en los hoteles” por lo cual el regreso “será lento porque dependemos de un semáforo que nos puso mucho tiempo en rojo y que hemos tenido que estar luchando para mantener nuestras fuentes de empleo abiertas, pero estamos dando todo el apoyo a las empresas y ellas a nosotros para protegernos lo mejor posible poniendo cubrebocas, caretas, no solo en el trabajo si no fuera él, para tratar de bajar los contagios y seguir dando un mejor servicio”.

Edición: Elsa Torres