Hubert Carrera Palí
Foto: Afp
La Jornada Maya

San Francisco de Campeche
Lunes 12 de junio, 2017

Los mayas no claudicarán frente a los grandes intereses económicos y políticos que representan Monsanto, gobierno y municipio, pese al paulatino y doloroso avance de la muerte de la selva, destacó un grupo de representantes y asesores legales de las comunidades que se oponen a la siembra de soya transgénica, quienes adelantaron se les restituya todo lo perdido.

En conferencia, los representantes Luis Vidal Canul Vela, de Tinún, municipio de Tenabo; Angélica María Ek Canché, de Cancabchén; José Gaspar Cahuich, de Xcalot Akal; Emilio Alonso Mass Ek, de la comunidad El Poste; Feliciano Ucán Socorro Pech y María Alicia Poot, los tres de la comunidad de Ich Ek, pertenecientes al municipio de Hopelchén, así como de la asesora legal Nelly Martínez Espinosa, reiteraron su exigencia de que la consulta previa ordenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se lleve a cabo de manera transparente, pues existe una franca violación a los derechos humanos de decidir libremente y a no respetar los acuerdos previos.

[b]No llegan a acuerdos[/b]

Feliciano Ucan, representante de Hopelchén, acusó que ya llevan casi cuatro años con esta consulta y todavía no se dan acuerdos. “Por el contrario, el desinterés de los organizadores, las confrontaciones y la manipulación han motivado que todo se polarice, aunado al manejo tergiversado que le dan algunos medios de comunicación”, acusó.

Están tratando de dividirnos y enfrentarnos, sobre todo por algunos que velan por intereses ajenos a los de las 34 comunidades, promoviendo la siembra de soya transgénica, prosiguió: “Es gente acarreada, pagada y al servicio de los menonitas de Iturbide que quieren acabar con la consulta”, aseguró.

El representante de Ich Ek señaló que, pese al mandato de la SCJN, se sigue sembrando soya transgénica en Los Chenes, al tiempo que crece la devastación de la selva, se contamina el agua y llegan más enfermedades, producto del empleo irresponsable de químicos para fumigar con avioneta.

Por su parte Nelly Martínez Espinosa, acusó que los intereses de Monsanto están por arriba del respeto al derecho humano a decidir de los indígenas mayas. “Las empresas trasnacionales vienen con todo y no les importa acabar con la herencia de los mayas”, sentenció.

Reveló que el proyecto inmediato es sembrar 253 mil hectáreas de la oleaginosa, aunque no especificó si esto es sólo para Campeche y denunció que ya se prepara el gran golpe para dejar a las comunidades mayas sin ningún derecho, mediante la modificación al artículo séptimo de la Constitución Política del estado, que reconoce y garantiza el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación y autonomía de decidir.

[b]Daño a la tierra[/b]

Luis Canul Vela, de Tenabo, acusó que los organizadores de la consulta presionan a la población para que se autorice el cultivo de soya transgénica y denunció que la tierra está contaminada por tantos agroquímicos.

Angélica Ek Canché, de Cancabchén, acusó que la deforestación y el uso de agroquímicos como el glifosfato está acabando con la apicultura: “Miles de hectáreas se están devastando, se desploma la apicultura y los responsables de organizar la consulta como Sol Ortiz, de la CIbiogem, está defendiendo los intereses de Monsanto”.

Subrayó que la Sagarpa no toma en serio la consulta, se burlan de ella “y no nos hacen caso. Sol Ortiz nos calla al momento de querer hablar durante las reuniones para exponer nuestros puntos de vista”.

“¡Cuidamos lo último de la selva maya!”, exclamó, y demandó respeto a la decisión de los pueblos indígenas durante las fases de estas consultas.

José Gaspar Cahuich, de Xcalot Akal, denunció que desde 2013 la producción de miel ha descendido de manera importante, a causa de la muerte de abejas a consecuencia de las fumigaciones aéreas con glifosfato, y también acusó a la representante de Cibiogem de discriminarlos e insultarlos: “En esta última reunión llegó hasta una persona de Chencó, que fue pagada, para hablar a favor de la siembra de soya transgénica”, aseguró.

María Alicia Poot, de Ich Ek, acusó a la Cibiogem y a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblo Indígenas (CDI) de enfrentarlos.

Aseguró que los menonitas pagan a campesinos para causar problemas, disturbios y reventar las consultas, tal y como sucedió esta vez, debido a la falta de garantías, no obstante que toca al presidente municipal de Hopelchén vigilar que la reunión transite en completa paz con el empleo, de ser necesario, de la fuerza pública.


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