El poder de la música… con sabor a cranberries

Alejandra Hidalgo Aguilar
Foto: Brenda Olivera
La Jornada Maya

Viernes 16 de marzo, 2018

No había pasado el segundo ensayo musical cuando brotaron en mi jardín tres pequeños tréboles. Enseguida mandé al grupo de whatsapp The Cranberries Mid, la foto del diminuto trío de individuos verdes. Eran una señal. Dolores O´Riordan estaba emocionada por lo que le estábamos preparando.

Fue un lunes 15 de enero de este 2018, como a las 11 de la mañana, hora México, que se anunció por redes sociales la súbita muerte de un ícono del rock pop y alternativo, la mujer líder de la banda irlandesa The Cranberries falleció a los 46 años en un hotel de Londres por causas aún desconocidas.

La tristeza inundó a sus fans de todo el mundo, y la ciudad de Mérida no fue la excepción. Habemos muchos y no lo supe hasta después de esos días de dolor por la partida de alguien que sentiste casi como a un familiar gracias a su música, a su historia y a las historias tuyas que se construyeron junto a sus melodías. The Cranberries, el playlist de mi vida. Nos acompañaron a unos durante la infancia mientras sus padres los escuchaban; a otros como yo, desde la adolescencia hasta mis más de 30.

Ese “blue monday”, amigos y familiares me dieron el pésame como si se tratara de alguien muy cercano. Lo era, lo es en mi alma y en mis sueños musicales más deseados.

Yo también me comuniqué con la única fan que conocía en Mérida, Carolina Menéndez Castillo, y sin conocernos más que de hola y por compartir nuestro gusto por los arándanos le pregunté “¿y si hacemos un tributo?”.

El seis de febrero nos reunimos e ideamos la propuesta. De inmediato Caro ubicó por redes sociales a más fans meridanos y los invitó a ser parte del homenaje. Acabamos 13 desconocidos en un grupo de whatsapp interesados en conmemorar a nuestra cantante favorita.

Creamos la página The Cranberries Mérida en Facebook y nombramos al tributo You and Me, en referencia a uno de sus temas. Musicalmente yo puse mi guitarra, mi voz y una canción que compuse para Dolores; Caro su caja acústica, su talento y todo su entusiasmo; también se sumaron las animadas voces de Maggie Ancona Peña (quien también tocó las claves), Mariana González Díaz, Adriana Vargas, Gabriela Brito, Rodrigo Sánchez y en las guitarras los talentosos Alexis Castelan Varguez, Jesús Díaz Jimenez, y Fernanda Mendoza Villalobos.

Caro y yo escogimos un parque céntrico para hacer más accesible el evento, pedimos permiso al Ayuntamiento para su uso, detallé que sería una presentación acústica con invitación a más guitarras y voces a sumarse al grupo de fans organizador. Convocamos a llevar una rosa roja para nuestra homenajeada. Regina Mijangos diseñó la imagen de nuestro tributo con una foto del último concierto que ofreció la agrupación el año pasado en nuestro país, en Cancún, donde Dolores usó un sombrero mexicano rosado. Imprimí lonas, hicimos playeras, preparé las banderas mexicana e irlandesa. Maggie hizo cancioneros para el público y juntas grabamos un vídeo promocional; Caro publicitó la invitación en Facebook, Fernanda y su equipo, AutoFocus, hicieron el registro audiovisual. Brenda Olivera también nos documentó con su cámara. Paty, mi hermana menor, nos apoyó en coros y en la recepción del público al igual que Coralia, hermana de Maggie. Conchita Aguilar Horta, mi madre, cuidó la mesa de exhibición de objetos cranberrianos propiedad de los fans.

Y así, bien organizados, ensayando durante dos semanas y con más de 100 interesados anotados en nuestra página de Facebook, nos sorprendimos de la respuesta final.

Llegaron más guitarras, llegaron más voces, llegaron algunos con sus rosas rojas. El llamado funcionó más de lo esperado. Desde varias partes de Mérida, del interior del estado y hasta visitantes extranjeros nos unimos a cantar en una sola voz.

En el atardecer del domingo 25 de febrero, el tradicional parque de Santa Ana recibió a más de 200 personas, entre niños, jóvenes, adultos y hasta de la tercera edad que corearon junto con nosotros, durante más de hora y media, los principales temas de The Cranberries.

El duelo por la partida de Dolores se transformó en una celebración de su vida, de la vida. La música fue la medicina para curarnos esa tristeza. Creó amistades, unió familias. Y como aquellos tres diminutos tréboles de mi jardín, que ya no son tres sino más de seis, hoy somos más de dos meridanos admiradores de los nacidos en Limerick, que hasta el día de hoy nos seguimos reuniendo para entonar sus melodías.

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