Estar frente a la Basílica es increíble, declara antorchista

Hubert Carrera Palí
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya

San Francisco de Campeche
Martes 12 de diciembre, 2017

Juan Carlos Can Can, Víctor Manuel García Uc y Román Huchin, de 30, 20 y 17 años de edad, respectivamente, son integrantes del equipo Querubines de María, quienes ya por varios años van en pos de que sus promesas se conviertan en realidades; los tres llevan como consigna pedirle a la Morenita del Tepeyac salud para sus seres más queridos.

Partieron de su comunidad Tenabo el pasado 10 de noviembre, para cumplir con su manda hasta la misma Basílica de Guadalupe, lugar al que nunca habían llegado.

La hazaña comenzó con un par de mudas de ropa ligera, 4 mil pesos en total, siete bicicletas, una caja de herramientas y una gran ilusión que se cumplió luego de 13 días de sortear condiciones climatológicas totalmente adversas, hambre y momentos de tristeza.

"Descansábamos y dormíamos en diferentes lugares como Campeche, Atasta, Xalapita, Tabasco, Cárdenas, Minatitlán, Cosamaloapan, Tinajas, Orizaba, Córdoba, las Cumbres, Puebla y México, en donde tardamos todo un día para llegar a la Basílica", relata con emoción Román, el mediano de los tres jóvenes que, por segundo año consecutivo, ofrece esta promesa a la virgen de Gadalupe para que a su familia le vaya bien.

Sorteando con valentía obstáculo tras obstáculo, por fin el objetivo se cumplió el pasado 23 de noviembre cuando a las 8 de la noche hicieron su arribo a la Basílica de Guadalupe.

“Estar frente a ella es increíble, inolvidable, conmovedor, emocionante. Se me salían las lágrimas de los ojos porque nunca pensamos llegar hasta donde está ella para pedirle por nuestras familias", relata Juan Carlos Can, el mayor de ellos, desposado con una esposa que padece de asma.

En Coatzacoalcos se les terminó el dinero y cuatro de sus compañeros decidieron separarse del grupo y emprender el retorno por su cuenta; sin embargo, con el apoyo y ayuda de la gente, por fin lunes por fin llegaron a Campeche, para darle una vez más gracias a la virgen.