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Juan Carlos Pérez
22/12/2025 | Mérida, Yucatán
Campeche ocupa el sexto lugar a nivel nacional con la mejor calificación, 63, de un total de 100, en cuanto a las condiciones del mercado laboral para las mujeres, le sigue Yucatán en octavo lugar y una calificación de 62.1, y Quintana Roo en el lugar 12 y una calificación de 58.1; las tres entidades están dentro del rango medio alto, el número uno es la Ciudad de México con 68.9 en el rango alto y el más bajo es Oaxaca con 26.1 puntos en el rango muy bajo, de acuerdo con el reporte de Estados con Lupa de Género, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El organismo publicó la cuarta edición de dicho reporte, herramienta que mide la capacidad de las 32 entidades federativas para atraer y retener el talento de las mujeres a través de 16 indicadores agrupados en tres pilares: entrada, permanencia y autonomía económica.
La medición reconoce que las oportunidades laborales de las mujeres no dependen únicamente de su esfuerzo individual, sino también de las condiciones estructurales que las rodean.
En la península de Yucatán, Campeche obtuvo la mejor calificación general y también destacó como la entidad en la que las mujeres tienen mayor propiedad y copropiedad legal de la vivienda.
Yucatán en la octava posición también resalta como la entidad donde hay menos inseguridad en el transporte público y la menor tasa de homicidios dolosos contra mujeres con una tasa de 0.8 por ciento.
Quintana Roo en el sitio 12 destaca en ser la entidad que más permiso por paternidad otorga, con 60 días, pero también se ubica como la peor que cubre servicios de cuidados de primera infancia, es decir, a quienes tienen de cero a cinco años de edad.
El IMCO establece que en el país hay 29 millones de mujeres que están fuera de la economía remunerada y que la participación económica de las mujeres es un motor para el crecimiento y la competitividad de México.
Sin embargo, su inclusión en el mercado laboral sigue limitada por las características del
entorno en el que viven. Factores como la calidad del empleo, la disponibilidad de servicios de cuidados, los niveles de violencia, la brecha educativa y la distribución desigual de las responsabilidades de cuidados frenan el potencial de millones de ellas.
El análisis revela que todas las entidades enfrentan desafíos para asegurar que las mujeres
entren y permanezcan en el mercado laboral y, posteriormente, cuenten con mayor autonomía económica.
Los estados con mejores resultados comparten algunas características clave, entre ellas destacan una menor desigualdad de género en el trabajo no remunerado, un mayor nivel educativo entre las mujeres, menores tasas de informalidad y una mayor proporción de mujeres propietarias de vivienda o con ingresos propios, lo que fortalece su seguridad económica.
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Edición: Fernando Sierra
