Pérdida de compañeros en plataformas, causa depresión entre los obreros

“Lo difícil es regresar a los Centros de Trabajo, en donde cada catorcena convivíamos con nuestros compañeros, en jornadas de confinamiento de 14 días y ahora no verlos, el COVID-19 nos arrebató a los amigos de muchos años y eso me ha causado depresión”, expresa Martín Ventura Montejo, obrero de la plataforma Abkatún Alfa.

El su charla, el trabajador con más de 20 años de servicio en Petróleos Mexicanos (Pemex), recuerda que lamentablemente ha tenido que vivir esta experiencia de la pérdida de amigos y compañeros cercanos de trabajo, en dos ocasiones, “primero, durante una de las explosiones que se han tenido en estas instalaciones y segundo, ahora con el COVID-19”.

“Eran las 18 horas aproximadamente del día 10 de nuestra catorcena, era sábado, cuando mi compañero, mi amigo Luis N., me dijo que se sentía mal, tenía calentura y algo que él consideró gripe, por lo que acudiría al Servicio Médico en la plataforma”, expresa Ventura Montejo.

Había convivido con Luis durante los últimos seis años, se habían convertido no sólo en compañeros de una cuadrilla, sino en amigos y confidentes; una persona con la que pasaba los espacios de descanso platicando de cosas cotidianas en los barandales de la plataforma; así como las comidas antes y después de cada jornada laboral.

Luego de confesarle, que se sentía mal, Luis fue bajado a tierra el domingo, con problemas respiratorios y posible caso de COVID-19, mismo que fue confirmado días más tarde, por lo que tuvo que ser internado, pero nunca salió, “perdió la dura batalla contra la pandemia”.

“Este fue un duro golpe para mí, no solo por el temor del contagio de la enfermedad, pues pasábamos muchos tiempo juntos, sino también por el dolor de perder a un gran amigo”.

Depresión

Ventura Montejo expresa que al bajar a tierra, solicitó al Servicio Médico del Hospital General de Pemex en Ciudad del Carmen, que se le aplicara la prueba de PCR, para diagnosticar un posible caso de COVID-19, sin embargo, se le negó, “pues no presentaba síntoma alguno”, pese a ello, mantuvo su distanciamiento con la familia y viajó a la Ciudad de Mérida, Yucatán, en donde radica, para aplicar dicha prueba, resultando positivo.

Con remedios caseros a base de tés y algunos medicamentos, Martín logró superar la enfermedad, pero también cayó en una depresión por el temor de morir de la pandemia y por el dolor de perder a un compañero y amigo.

“Fue difícil subir a laborar a la plataforma, llegar a Carmen para hacer los trámites, reunirte con la guardia y no encontrar a Luis, no tener alguien de confianza con quien platicar, eso me puso muy triste”.

Con el apoyo de un familia, platicó con un sicólogo, el cual lo diagnosticó como cuadro depresivo, mismo que ha estado siendo tratado, “pero el recuerdo de mis amigos y compañeros caídos sigue presente, lo cual me entristece en cada guardia”.

Edición: Laura Espejo