El día del sexto informe

La Jornada Maya

Campeche
3 de julio, 2015

Henry Guadalupe Herrera Pérez pretende inmolarse. De 58 años edad, este hombre ha sido albañil y velador toda su vida y se prenderá fuego, asegura, durante el último informe del gobernador Fernando Eutimio Ortega Bernés. “Quiero ser una antorcha humana y que velen mis cenizas en el palacio de gobierno”, afirma.

Sin trabajo desde hace casi un mes, don Henry Guadalupe inició su protesta el miércoles en el patio de la sede del Ejecutivo, donde hace unas semanas se confirmó el despido de más de mil 300 hombres y mujeres de la empresa Renfro, que cerró tras 10 años de maquilar ropa deportiva.

“Es la única manera de llamar la atención de quienes apenas ganan una elección, viven con dinero del pueblo, viajan en carros de lujo y despachan protegidos por el aire acondicionado de sus oficinas, adonde nunca entra nadie de nosotros”, señala, mientras sostiene una cartulina en la que pide que despidan a las autoridades de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA).

Agrega que para él la vida ha sido dura. De niño perdió la vista del ojo izquierdo desde que le cayó cal, y en el otro tiene carnosidad. El pterigión está por ocluir la región pupilar. Sólo estudió la primaria y fue albañil hasta que pudo.

Difícilmente contratan a mayores de 50 años y optó por ser velador. A mediados de 2012 aceptó el trabajo que le ofreció Joaquín Laines –intermediario de Carlos Lavalle Milet–, en el exclusivo fraccionamiento Lomas del Castillo, con salario de 3 mil pesos quincenales, sin Seguro Social ni ninguna otra prestación.

Sus días de levantar la “pluma” para que entraran o salieran camionetas y automóviles del fraccionamiento terminaron un día después de la jornada electoral del 6 de junio: “me pagaron los seis días que trabajé y me despidieron”.

Acudió a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, pero “me dijeron que sólo me corresponden mil pesos de liquidación. Por eso decidí demandar, para obtener más dinero, porque no es justo y tengo hijos a quien mantener”.

En estos días trabajó de lavacoches, pero “no resulta, porque estamos en época de lluvia y nadie me da trabajo”.

“Acudiré al palacio de gobierno de nueve de la mañana a tres de la tarde todo julio. El día del Informe tomaré decisiones drásticas. Voy a quemarme, seré como una antorcha. Mi petición es que velen mi cuerpo o mis cenizas aquí, en Palacio.

–¿Por qué llegar a ese extremo? –se le inquirió.
–Porque las autoridades nos menosprecian. Además de quedar sin trabajo debes soportar maltratos en la JLCA. Te miran como si fueras animal y la directora (Ilieana Moo Vera) no recibe a nadie.
–¿Qué opina su familia?
–No está de acuerdo con que me queme, pero les dije que no lo haré sólo por mí, sino por todos. En el tiempo que llevo luchando por una liquidación conocí gente que tiene hasta cinco años esperando repuesta.
–¿Tiene miedo?
–No, no tengo miedo.