La Jornada Maya
Campeche
29 de junio, 2015
La noche del viernes fue presentada la edición facsimilar del periódico Museo Yucateco, que se publicó por primera vez en 1841 en Campeche. Esta obra fue editada por la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán (Sedeculta) y salió de la imprenta en marzo de este año.
El acto tuvo lugar en las instalaciones de la ex cárcel pública, que hoy albergan el Archivo Municipal, situado en el Centro Histórico. Los comentarios corrieron por cuenta del lingüista e historiador cultural Enrique Martín Briceño, director de Patrimonio Cultural de la Sedeculta; el historiador José Manuel Bernés, cronista de Campeche.
La publicación de los dos tomos de este periódico, considerados joya de la hemerografía peninsular y piedra angular en la conformación del regionalismo yucateco, fue una labor titánica de aproximadamente dos años de duración, pues entre las tareas que fue necesario realizar se incluyó una restauración digital, página por página, “porque las originales están amarillas y tienen faltantes; hay partes de texto que ya no se leen”, manifestó Martín Briceño.
Museo Yucateco fue un periódico de edición mensual promovido por Justo Sierra O’Reily como “parte de un proyecto político que tenía que ver con esa idea de la soberanía del Estado que tenían muchos políticos e intelectuales, con el propósito de crear una identidad regional”, siguió el especialista.
La importancia de la edición facsimilar de un periódico como Museo Yucateco la aclaran los comentaristas cuando señalan que se trata de una ventana al pasado histórico y natural de Yucatán, con artículos que contextualizan lo que se ha avanzado en temas como equidad y género, o derechos humanos. La publicación que impulsara Justo Sierra en 1841 es un “lugar de memoria”, puesto que en ella se pusieron los temas y pasajes de la historia peninsular que fueron tomados como dignos de ser recordados por Sierra y sus colaboradores.
Puede pensarse que se trata de una edición que está destinada a un público erudito. Sin embargo, la mayor parte de los mil ejemplares que han salido de la imprenta están destinados a bibliotecas y universidades.El lector podrá encontrar narraciones históricas, poemas y textos de autores locales de la época.
Los autores originales no pretendían quedarse con un círculo restringido de lectores; por el contrario, buscaban contar con cada vez más suscriptores y especialmente lectoras, pues aunque existía un relativo desprecio por la mujer como participante en discusiones intelectuales, constantemente era llamada a instruirse o a ejercitar la complacencia para con el esposo.
Más de la mitad del contenido corresponde a leyendas e historia regional, y aunque en su época lo presentaron como de corte literario y científico, no hay mucho de ciencia según los parámetros de hoy. Sin embargo hay algunas reproducciones de revistas francesas relacionadas con la medicina, refirió Martín Briceño.
El programa editorial de la Sedeculta comenzó con el Museo Yucateco, ya que se trata de la primera revista literaria de la península. Le sigue La Burla, de 1861, que ya está disponible para el público.
Paulatinamente aparecerán más facsimilares, Los dos tomos de Museo Yucateco tienen un costo de 350 pesos y contienen un estudio introductorio realizado por el doctor Arturo Tarecena Arreola, investigador de la UNAM.
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