Todas podemos volar: Angélica Cárdenas, primera campechana en Airbus

Especial: 11 de febrero, Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia

Integrante del área de ingeniería cálculo estructural de Airbus Francia y primera campechana que trabaja directamente con la compañía más grande de construcción de aviones civiles, Angélica Cárdenas Sierra reconoció la falta de fomento y la introducción de niñas y niños a las disciplinas derivadas de la ciencia y la tecnología no sólo en México sino en el mundo. Según recuerda, de pequeña visitó el aeropuerto de Campeche y quedó maravillada con los aviones. Su pasión por la aviación la animó a estudiar Ingeniería Aeronáutica en la Ciudad de México y luego una maestría en Ingeniería Aeroespacial en Toulouse, Francia.

Enfatizó que para lograr la paridad en las áreas de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés) es importante implementar estrategias en todas las etapas de desarrollo de las mujeres. En la infancia, fomentar la curiosidad y el gusto por la ciencia a través de actividades recreativas.

En la adolescencia, donde los indicadores muestran que la deserción escolar es más alta en mujeres, hay que fomentar la educación sexual, así como implementar mecanismos que eviten o disminuyen la deserción o que ayuden la reinserción en caso de embarazo; “Qué disfruten su sexualidad, que descubran su cuerpo pero siempre con responsabilidad”, dijo.

En la edad adulta, Angélica remarcó que aunque hay mujeres que terminan carreras en STEM, la decisión entre formar una familia y crecer profesionalmente es una de las razones que las aleja de estas áreas: “Biológicamente un bebé es más dependiente de la madre que del padre y por ello el equilibrio entre familia y carrera profesional debe ser impulsado por las instituciones gubernamentales como por industria privada”.

En el marco del día Internacional de la Niña y la Ciencia, historias de mujeres exitosas en STEM como la campechana Angélica Cárdenas Sierra son indispensables de difundir para inspirar a las próximas generaciones de niñas científicas, ingenieras e investigadoras.

Angélica relató que cuando estaba en el kínder fue en una excursión al aeropuerto de Campeche donde nació su amor por los aviones: “El piloto nos subió a todos al avión, en ese entonces las cabinas de los pilotos sólo estaban divididas por una cortina y pude verla por dentro. Quedé maravillada”, agregó.

Destacó que ese fue el momento, a pesar de su corta edad, cuando supo que quería construir aviones, hacer que grandes objetos volaran. Esa práctica la llevó desde la secundaria, investigar sobre aviones, cuáles son las carreras y especialidades relacionadas con las aeronaves, dónde estudiarlas y posteriormente dónde ejercerla.

Ella vivió una adolescencia normal, como toda joven salía con sus amigos de fiesta. Sin embargo, los sábados temprano asistía sí o sí a sus clases de inglés en el Instituto Campechano.

Al momento de elegir su carrera tuvo que enfrentar varias dificultades.

“El primer obstáculo fuerte fue la negativa de mi familia: ¿Por qué ingeniería si eso es para hombres?, ¿por qué la Ciudad de México?, ¿por qué aeronáutica si no hay empleo?, entre otras. Sin embargo, investigué y sí hay trabajo, principalmente en el norte del país y en Querétaro”, precisó.

Angélica se aferró a su objetivo de ser ingeniera aeronáutica y continuó su formación académica en el extranjero, gracias a una beca de la Fundación Pablo García, pues sus padres no contaban con los recursos para costear en Francia su Maestría en Ingeniería Aeroespacial. “Sí hay becas, tanto del gobierno mexicano como de otros países que tiene relaciones diplomáticas con el nuestro; los apoyos están ahí, sólo hay que cumplir los requisitos y aplicar".

Por último, la ingeniera de Airbus Francia expresó: “Me gustaría que más chicas se interesen por carreras STEM. Estas profesiones ayudan a ver el mundo de manera más analítica y objetiva. Además, la ciencia no tiene género y hay que aprovechar el talento de las chicas. Las mujeres somos el 50 por ciento de la población y por ende, esenciales para acelerar el desarrollo social, tecnológico y económico del país, que se traduce en mejores condiciones para todas y todos. Persigue tus sueños y recuerda que todos podemos volar”.

Edición: Laura Espejo