Crisis entre boleros de 'Carmen' por pandemia

Ciudad del Carmen, Camp.- 

“Yo trabajaba en una empresa petrolera, pero con la reducción del personal por el COVID-19, regresé a bolear, lamentablemente nuestros ingresos han bajado hasta en 60 por ciento, por lo que solicitamos el apoyo de las autoridades para subsistir”, afirma Miguel Cruz Gallegos.

Bolero desde su juventud, con 38 años de edad y una familia que sostener, Cruz Gallegos atribuye la baja en la actividad del aseo de calzado a la disminución del personal en la actividad petrolera y la suspensión de labores educativas de manera presencial, además de la reducción en las actividades sociales.

Recordó junto con algunos de sus familiares, en sus años de juventud se inició en la actividad del aseo de calzado, alcanzando una buena época, en la que llegaron a prestar su servicio hasta 10 personas, quienes contaban con sus respectivas sillas, “además de otros que deambulaban por la zona centro de la isla.

Sostuvo que años más tarde, con el apoyo de conocidos, logró colocarse en una de las empresas que brindan sus servicios a Pemex en las plataformas que se ubican en la Sonda de Campeche como ayudante general, logrando escalar de categoría de acuerdo con sus habilidades.

Explicó que derivado de la crisis por la que atraviesan las empresas petroleras, ante el retraso de pago por parte de Pemex a sus proveedores y la disminución en los contratos de mantenimiento, fue despedido de la compañía en la que trabajaba, por lo que tuvo que regresar “a la boleada”.

Bajos ingresos

Sostuvo que desde el mes de junio y julio del 2020, los ingresos de los boleros comenzaron a disminuir de manera drástica, cayendo hasta en 60 por ciento, derivado del aislamiento domiciliario.

“También la actividad laboral en las plataformas petroleras disminuyó, por lo que muchos obreros dejaron de llegar a la isla, siendo uno de los factores que provocaron que cayera de manera drástica nuestra labor, ya que ellos llegaban con frecuencia para asear su calzado”.

Expuso que anteriormente los boleadores lograban reunir en un día de trabajo hasta 300 y 350 pesos, mientras que en la actualidad, hay ocasiones en las que solo logran alcanzar los150 pesos.

“Muchos de nuestros compañeros han dejado la actividad del aseo de calzado porque no resulta redituable, por lo que solo quedamos entre cinco y seis, más lo que deambulan por esta zona centro.”

Pidió a las autoridades fijarse en este sector, para brindarles el apoyo, en materia alimenticia, para que puedan subsistir.

Edición: Emilio Gómez