Jubilados del IC exigen aumento salarial en plantón

Hubert Carrera Palí
Foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

San Francisco de Campeche
Miércoles 15 de agosto, 2018

"Se perdió el rumbo del Benemérito Instituto Campechano (IC) a partir del nombramiento de un rector que hostiga, amedrenta a los trabajadores y jinetea los recursos de la institución", acusó durante un plantón Vicente Guzmán Vera, presidente de la Asociación de jubilados A.C. “Tomás Aznar Barbachano” al exigir incremento salarial de 3.4 por ciento.

Jubilados y pensionados del Instituto Campechano iniciaron una serie de movilizaciones para conseguir que el incremento salarial sea de por lo menos 3.4 por ciento y no el 2.5 por ciento que la rectoría del Benemérito Instituto les autorizó, ya que ello viola los preceptos del Contrato Colectivo de Trabajo que indica que los aumentos ven en función a lo que rige a otras universidades públicas como la UNAM, UACAM y UNACAR.

Los jubilados aseguran que el rector, Fernando Sandoval Castellanos, se limita a decirles que no hay dinero y que eso es lo único que les puede otorgar, pero los inconformes cuestionan que desde diciembre pasado el Congreso del Estado aprobó el presupuesto y ahí debió preverse esta situación.

“Desde el 13 de junio pasado nos reunimos con el rector y le entregamos el pliego petitorio, pero desde entonces nos dijo que nos daría el 3.4 por ciento de incremento, pero que ello dependería de los ingresos propios del instituto vía pago de cuotas, derechos a exámenes etcétera, pero nosotros no podemos estar al azar, al a ver si se puede”, asegura.

Acusa que ahora, que se anuncia el incremento, este es de sólo 2.5 por ciento lo cual es totalmente absurdo, pues va en contra de lo que ordena el Contrato.

Colectivo de Trabajo, pero insiste en que no hay dinero y que el presupuesto que se le otorgó no le permite darnos el 3.4 por ciento que es lo que se autoriza cada año y que es lo que se le otorgó al personal de las otras universidades.

Esta Asociación de jubilados agrupa a 256 trabajadores entre personal docente, administrativo, intendencia y apoyo. Aseguran que si el rector no les da la cara, seguirán con sus manifestaciones constantemente hasta que se les otorgue el incremento que merecen por derecho y no por capricho.

Sin embargo el paupérrimo incremento también afecta a los cerca de 700 trabajadores activos, pero como el rector usó métodos legaloides para disolver el sindicato, tampoco nada pueden hacer al respecto.

Según dicen, este incremento que les autorizaron del 2.5 por ciento representa 25 pesos por cada mil que ganan, y que quizás para un profesor jubilado cuyo sueldo es de cuatro mil o seis mil pesos no le afecte mucho, pero a un intendente que a la quincena gana mil ,500 pesos es un insulto, contra los 60 mil pesos que se echa en la bolsa el rector mensualmente.