Mujeres encuentran en el tatuaje un "rescate" ante el cáncer de mama

Gina Fierro
Foto: David Jay
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Sábado 19 de octubre, 2019

La mayoría de las mujeres con cáncer de mama recurren a algún tipo de cirugía como parte del tratamiento. Las intervenciones quirúrgicas se realizan para eliminar el cáncer tanto como sea posible, es decir, se realizan una cirugía con conservación del seno o mastectomía; para averiguar si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos debajo del brazo; para restaurar la forma del seno después de extraer el cáncer; o para aliviar los síntomas del cáncer avanzado.

La mastectomía es uno de los procedimientos más agresivos al cuerpo, el cual consiste en la extirpación de la glándula mamaria o de una parte de ella. Cuando la operación es radical, la paciente se queda sin areola, pezón, alguna parte de la piel o con un rastro de una cicatriz, horizontal u oblicua, de hasta 10 centímetros.

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Foto: Anna Bobby

Si bien el tratamiento significa vida para las pacientes, este trae consigo estragos en el estado anímico de las mujeres, quienes deben reconocerse en un nuevo cuerpo mutilado. 

Una mujer sin senos modifica su sensación de feminidad y encontrar su identidad bajo una imagen distorcionada de un cuerpo sano es un paso importante en su vida tras haber vivido el cáncer. Preocupadas por su aspecto, algunas mujeres recurren a las prótesis, mismas que se colocan debajo del músculo pectoral, pero ¿qué pasa si se miran al espejo y sobre su pecho abultado no ven la naturalidad de un pezón?

La reconstrucción no es garantía de satisfacción, "siempre habrá enormes diferencias entre el pecho original y el reconstruido", advierte el cirujano plástico especializado en mama Antonio Martínez Murillo.

[b]¿Qué opciones tiene una mujer para la reconstrucción tras la mastectomía?[/b]

En este bache de identidad, muchas mujeres han encontrado un "rescate" en el tatuaje, al utilizar sus cuerpos como un lienzo para plasmar parte de esta feminidad perdida y al mismo tiempo "homenajear" la lucha que ha significado enfrentar una enfermedad de este tipo. El tatuaje reconstruye la imagen y a la vez opaca las cicatrices, pero quizás su mayor impacto se encuentre en el bienestar sicológico al dar color y una apariencia distinta al cuerpo de la mujer.

"Después de la mastectomía, las mujeres no ven algo estético y esto es algo que afecta su autoestima, no solo viven el hecho de haber perdido una parte de ellas, si no también el hecho de tener que lidiar con todas esas marcas y cicatrices que no se ven bonitas. Y el tatuaje, al cubrir estas cicatrices, se convierte en una manera de homenajear la lucha que llevaron", dice a [i]La Jornada Maya[/i], la especialista en micropigmentación Jainha Espadas. 

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Foto: Tattoo Inkdustry

La joven yucateca está a cargo de Tattoo Inkdustry, un proyecto que nace en Mérida de la mano de una labor altruista en apoyo a las mujeres después del cáncer de mama con opciones como reconstrucción de pezón, areola, micropigmentación de cejas o algún diseño de cobertura de cicatriz por mastectomía. Durante el mes de octubre, el proyecto Tattoo Inkdustry lanzó una invitación en Yucatán a todas aquellas mujeres que han padecido cáncer de mama para realizarse un tatuaje sin ningún costo. 

Sobre las opciones para tatuar, Jainha explica que después de los tratamientos quirúrgicos "hay mujeres a las que se les puede salvar el pezón, pero pierden el área de la areola, en este caso tatuamos y queda más natural porque ya tenemos el pezón y reconstruimos el resto para simular esta zona. En caso de que pierdan por completo el pezón y tengan un implante -obviamente ellas quieren que sus pechos se vean más naturales-, lo que se hace es tatuar de forma realista el pezón con un aspecto de luz y sombra para lograr el efecto visual del pezón y la areola".

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Foto: Tattoo Inkdustry

Para las mujeres que no quieren tocar la zona de los senos, tienen la opción de reconstruir sus cejas por medio de la micropigmentación. "Y es una manera de hacerlas sentir mejor porque sus cejas no volvieron a crecer igual y no se sienten cómodas consigo mismas".

Sobre la cobertura de cicatrices por mastectomía, Jainha detalla que este procedimiento depende del tipo de cicatriz después de la cirugía, "si el tejido está muy dañado, sensible, o si se necesitan más sesiones para no afectar más el tejido". En su experiencia, las mujeres optan por diseños alusivos a la naturaleza o a la feminidad; entre los modelos más comunes, resaltan las flores.

Después de un tatuaje, las mujeres no son las mismas, reafirma la entrevistada. "Es una experiencia fuerte tanto para ellas como para los que tatuamos. Es fuerte por verte de una manera por mucho tiempo y luego percibirte de otra totalmente diferente. El tatuaje es una manera de adornar y homenajear el proceso del tatuaje porque al fin y al cabo es un proceso doloroso física y emocionalmente".

[b]Sobre el dolor[/b]

No todas las mujeres están dispuestas a realizarse un tatuaje, "ya sea por el miedo al dolor o a cómo les va a quedar o cómo se van a sentir con un tatuaje en los senos. Ante esta idea, Tattoo Inkdustry busca visibilizar el tatuaje dentro del sector con precios accesibles que no repercutan en su economía. "Si no tienes seguro social y tuviste que gastar mucho dinero en quimioterapias y tratamientos, ofrecemos opciones con bajos costos o de manera gratuita, esto para que también se puedan animar y tomarlo en cuenta".

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Foto: saludymedicinas.com.mx

El dolor es una de las dudas más comunes antes de tatuarse la zona mamaria. En algunos casos las mujeres pierden la sensibilidad después de la cirugía; y en otros, hay hipersensibilidad. Por ello, es necesario respetar los tiempos de cicatrización, "se pide al menos un año y medio después de la cirugía para que el tejido cicatrice". Durante el procedimiento, los tatuadores utilizan anestesias tópicas para contrarrestar el dolor; hay casos donde las personas son tatuadas en hospitales para la aplicación de una anestesia inyectada, ya que los tatuadores no cuentan con ese tipo de permisos.

"Y aquí retomamos el término médico de 'primum non nocere' que se reduce en 'no hacer daño'... Y hay que saber reconocer y hacerle saber a los clientes en qué situaciones se puede o no realizar el tatuaje, si el tejido está muy dañado, si ellos no están en condiciones aptas de salud, por más que tengamos toda la disposición, siempre lo mejor es optar por no hacerlo". 

Por otro lado, Jainha busca sensibilizar al personal y de ese modo seguir aportando a las acciones para el combate del cáncer de mama. Las personas interesadas pueden comunicarse al 999 287 5564 o ponerse en contacto a través de la página de Facebook [a=https://www.facebook.com/tattooinkdustrymid/]Tattoo Inkdustry[/a]. El estudio de Tattoo Inkdustry se ubica en Plaza Carrilón calle 1 entre 38 y 40. Col. Campestre, Prolongación Montejo, en la ciudad de Mérida.

Para realizarse un tatuaje, las interesadas no deben estar bajo tratamiento actual y en caso de estarlo recientemente, tener una valoración del médico para determinar el tiempo de cicatrización o del tratamiento de radioterapia. "Los procedimientos se pueden adecuar según los tratamientos. Como norma básica para cualquier procedimiento, se requiere una aprobación escrita de un médico para evitar cualquier resultado contraproducente para la persona".

Actualmente, el proyecto de Jainha busca alianzas con asociaciones para apoyar a personas de bajos recursos con un procedimiento de tatuaje estético.

Frente a las necesidades de este sector, a nivel mundial existen numerosos proyectos y opciones, entre ellos resalta el diseño de prendas adaptables al cuerpo de la mujer, principalmente aquellas que renuncian a la reconstrucción. Un ejemplo de ello es la lencería de Anna Bonny -de la firma española de Noelia Morales-, la cual diseña parches que cubren con diversos diseños el lugar anteriormente ocupado por el seno. Sus productos son anunciados como "The mastectomy patch", siendo el 'monokini' es su prenda más popular.