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La Jornada Maya
Ciudad de México
Sábado 31 de agosto, 2019
El número de incendios en Brasil continúa en aumento a pesar de que el gobierno prohibió el jueves, por decreto y con limitadas excepciones, la quema en todo el territorio nacional.
Durante las primeras 48 horas de vigencia del decreto, los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizaron 3 mil 859 nuevos focos de fuego, de los cuales unos 2 mil están concentrados en la región amazónica.
Desde enero hasta el 30 de agosto, Brasil registró 88 mil 816 puntos de incendio, según el INPE, 51.9 por ciento de ellos en la selva tropical, una concentración que según especialistas es dramática y consecuencia directa del aumento de la deforestación.
Brasil atraviesa su temporada de sequía, pero expertos advierten que 2019 ha sido más húmedo que años anteriores y recuerdan que en la Amazonia no se producen incendios de forma natural.
Los datos satelitales dan cuenta del aumento de la deforestación en la región, que es atribuida al avance descontrolado de madereros y hacendados. Estas acciones de explotación que amenazan zonas de protección ambiental y tierras indígenas se han visto potenciadas por el discurso pro-explotación de la selva del presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro y su gabinete, según instituciones y ONG ambientales.
En una edición extraordinaria del diario oficial, el gobierno publicó la noche del viernes un nuevo decreto que restringe la prohibición de fuego a la llamada Amazonia Legal, compuesta por los nueve estados brasileños por los cuales se extiende la selva tropical, permitiendo su uso con autorización previa cuando sea "imprescindible" en prácticas agrícolas en el resto del territorio nacional.
Sin embargo, especialistas se mantienen escépticos sobre el impacto de la medida. "Ese decreto vino muy tarde, es más un gesto político para mostrar que trabaja en la contención de los incendios forestales", dijo Rodrigo Junqueira, investigador del Instituto Socioambiental (ISA).
Bolsonaro, que al principio minimizó la crisis y señaló a las ONG como posibles autoras de incendios, sólo reaccionó cuando la comunidad internacional expresó preocupación por la situación de la Amazonia, y especialmente cuando el presidente francés Emmanuel Macron planteó la posibilidad de conferir un estatuto internacional a la selva amazónica.
El presidente brasileño, enarbolando un discurso nacionalista, autorizó el envío del ejército para ayudar en el combate a los incendios y ordenó la prohibición de los mismos. Sin embargo, en sus declaraciones recientes continuó defendiendo la explotación comercial de reservas ambientales y tierras indígenas, protegidas constitucionalmente.
Asimismo, condicionó la recepción de 20 millones de dólares ofrecidos por el G7, bloque de potencias occidentales, a que Macron se retracte de la idea de internacionalizar la Amazonia.
Para el 66 por ciento de los brasileños, el país debería aceptar dinero de otras naciones para combatir las llamas, según una encuesta de Datafolha publicada este sábado que consultó a 2 mil 878 personas.
Estiman un aumento de hasta 45 por ciento
La Jornada Maya
Solo en los hoteles de la Riviera Maya se emplean entre 4 mil 500 y 5 mil personas
Miguel Améndola
La ofensiva fue en respuesta al misil balístico lanzado por los hutíes hace dos días
Efe