Alerta en EU por adicción de menores a cigarros electrónicos

Ángeles Cruz Martínez
Foto: Cristina Rodríguez
La Jornada Maya

San Francisco, Estados Unidos
Lunes 25 de febrero, 2019

La innovación tecnológica cambió la ruta de la lucha contra el tabaquismo y ahora se enfoca en la nicotina, principal componente de los cigarros electrónicos. En Estados Unidos hay una alerta por el incremento de su uso entre adolescentes, al grado que la Administración de Alimentos y Bebidas (FDA por sus siglas en inglés) elabora nuevas reglas para la venta de esos productos, sobre todo la más reciente generación, que en forma de una memoria USB despertó el interés de los jóvenes.

Durante la Reunión Anual de la Sociedad para la Investigación sobre la Nicotina y Tabaco (SRNT por sus siglas en inglés), efectuada en esta ciudad, Mitch Zeller, director del Centro de Productos de Tabaco de la FDA, presentó resultados preliminares de la Encuesta Nacional sobre Consumo de Tabaco en adolescentes 2017-2018, según la cual entre 50 y 75 por ciento de los estudiantes de secundaria y bachillerato han usado cigarros electrónicos.

La alerta se generó por el dispositivo de la marca comercial JUUL que, entre 2016 y 2017 incrementó 700 por ciento sus ventas para ubicarse en 337 millones de dólares y ocupar la mitad del mercado. Además de un diseño atractivo, hay campañas de publicidad en las que el líquido para el cigarro electrónico se promueve como si fuera un jugo, dulce o galleta y se acompaña de imágenes de caricaturas.

Los expertos de diversas universidades participantes en la Reunión de la SRNT advirtieron del riesgo de adicción a la nicotina, así como de los daños neuronales causados por esa sustancia como disminución en la capacidad de aprendizaje y concentración. También existen indicios de que provoca estrés oxidativo y una respuesta inflamatoria, los cuales favorecen el desarrollo de padecimientos graves.

En México está prohibida la venta de cigarros electrónicos aunque se les encuentra en plazas comerciales y las empresas han insistido en la necesidad de una regulación que permita el ingreso legal de los dispositivos. Se caracterizan por contener nicotina líquida que al calentarse genera vapor –no humo– y se supone está exento de sustancias tóxicas asociadas a enfermedades respiratorias o cáncer, entre otras.

Otra propuesta es el dispositivo de tabaco calentado, al que la FDA denomina "producto de riesgo modificado" porque en apariencia, al no haber combustión de taba-co no hay humo y baja hasta 95 por ciento la exposición de fumadores a sustancias tóxicas asociadas con padecimientos graves.

Uno de esos dispositivos, desarrollado por Philip Morris (PM), ya se comercializa en más de 30 países, como la alternativa para los fumadores que no dejarán esta práctica, a pesar de las políticas públicas encaminadas a erradicar el tabaquismo. No obstante, todavía hay dudas de los especialistas respecto a los beneficios del producto IQOS, sobre todo de la reducción de daños a la salud

Michael Cummings, de la Universidad Médica de Carolina del Sur, preguntó sobre los datos del consumo de IQOS por los empleados de PM. Esa podría ser la evidencia de la disminución del daño que promueve la compañía, apuntó.

Mitch Zeller informó que desde 2017 la FDA analiza cuatro solicitudes de igual número de empresas. Aún está en proceso el análisis para determinar si aprobará su comercialización en Estados Unidos. Lo que este organismo decida guiará las acciones en el resto de los países, México entre ellos. Sin embargo, por lo expuesto en la reunión de la SRNT, con la cual se conmemoró el 25 aniversario del organismo al que pertenecen más de mil expertos de más de 40 países, actualmente la principal preocupación de la autoridad regulatoria estadunidense está concentrada en los cigarros electrónicos, así como en determinar si existe un "nivel seguro" de consumo de nicotina; es decir, sin daño para la salud. Y es que, los adolescentes no perciben ningún riesgo en usarlos.

Zeller resaltó que para ese sector de la población, la supuesta adicción a la nicotina es similar a la que se tiene por la comida, los videojuegos o los chocolates.